Tips litúrgicos
- Color: verde.
- Misa: Del domingo, Gloria, Credo, Prefacio dominical.
- Lecturas: Mal 3, 19-20a; Sal 97; 2Tes 3, 6-12; Lc 21, 5-19
- Liturgia de las Horas: Del domingo. Salterio I.
- ORNADA MUNDIAL DE LOS POBRES (pontificia).
- Hoy no se permiten las misas de difuntos, excepto la exequial.
- XXXIII (33) domingo del Tiempo Ordinario Ciclo C
Monición de entrada
Buenos días (tardes, noches) queridos hermanos. Reunidos en la casa de Dios nos disponemos a celebrar la Santa Misa, correspondiente al trigésimo tercer domingo del tiempo ordinario. Sean todos bienvenidos.
Nos acercamos al fin del año eclesiástico y los textos litúrgicos llaman nuestra atención
sobre la caducidad de las cosas creadas y sobre la manera coherente de comportarse ante
este hecho de experiencia.
Los «últimos tiempos» ya los estamos anticipando siempre en la participación de los sacramentos, sobre todo en la Eucaristía, como la que comenzamos a continuación, poniéndonos de pie y entonando el canto de entrada…
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Moniciones a las Lecturas
Opción 1: Monición para todas las lecturas
Estamos en la recta final del año litúrgico, por eso las lecturas de hoy nos recuerdan que la historia de la salvación llegará un día a su fin. El profeta Malaquías nos recuerda que el juicio definitivo de Dios puede ser condenatorio o salvador. El salmista nos dice que Dios llega a nosotros trayendo en sus manos la salvación y la victoria. Y el evangelio nos invita a mantenernos fieles al mensaje en cualquier momento de nuestra existencia, por difícil y doloroso que pueda ser. Escuchemos con mucha atención.
Opción 2: Monición para cada una de las lecturas
Monición a la primera Lectura (Malaquías 3, 19-20a)
Del profeta Malaquías leemos hoy un texto que data del s. V a.C., época de esperanzas frustradas. No ha tenido lugar la esperada renovación religiosa postexílica y el profeta hace responsables a sacerdotes y a fieles. Escuchemos este anuncio del «día del Señor», un día mesiánico en el que Dios dará a cada quien su retribución.
PRIMERA LECTURA
Lectura de la profecía de Malaquías 3, 19-20a
Mirad que llega el día,
ardiente como un horno:
malvados y perversos serán la paja,
y los quemaré el día que ha de venir
—dice el Señor de los ejércitos—,
y no quedará de ellos ni rama ni raíz.
Pero a los que honran mi nombre
los iluminará un sol de justicia
que lleva la salud en las alas.
Palabra de Dios.
Monición al Salmo Responsorial (Salmo 97)
El salmo 97 nos anuncia la llegada del Señor, que viene para regir la tierra con justicia. Unamos nuestras voces al salmista diciendo todos:
Salmo responsorial: 97, 5-6. 7-9a. 9bc
R. El Señor llega para regir los pueblos con rectitud.
Tañed la cítara para el Señor,
suenen los instrumentos:
con clarines y al son de trompetas,
aclamad al Rey y Señor. R.
Retumbe el mar y cuanto contiene,
la tierra y cuantos la habitan;
aplaudan los ríos, aclamen los montes
al Señor, que llega para regir la tierra. R.
Regirá el orbe con justicia
y los pueblos con rectitud. R.
Monición a la segunda Lectura (2 Tesalonicenses 3, 7-12)
El día del Señor era tema de preocupación apocalíptica entre los fieles de Tesalónica. Hubo una reacción de brazos cruzados: si todo va a acabar pronto, ¿para qué trabajar?. Escuchemos la reacción de San Pablo ante esa realidad.
SEGUNDA LECTURA
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 3, 7-12
Hermanos:
Ya sabéis cómo tenéis que imitar nuestro ejemplo: no vivimos entre vosotros sin trabajar, nadie nos dio de balde el pan que comimos, sino que trabajamos y nos cansamos día y noche, a fin de no ser carga para nadie.
No es que no tuviésemos derecho para hacerlo, pero quisimos daros un ejemplo que imitar.
Cuando vivimos con vosotros os lo mandamos: el que no trabaja, que no coma.
Porque nos hemos enterado de que algunos viven sin trabajar, muy ocupados en no hacer nada.
Pues a esos les mandamos y recomendamos, por el Señor Jesucristo, que trabajen con tranquilidad para ganarse el pan.
Palabra de Dios.
Monición al Evangelio (Lucas 21, 5-19)
El discurso escatológico de Jesús en este pasaje de Lucas, que vamos a escuchar, se dirige al pueblo en general bajo el tema de la vigilancia cristiana. A nosotros nos pone en alerta y nos advierte sobre los últimos tiempos, animándonos a la perseverancia hasta el final.
Con el canto del aleluya, preparémonos para escuchar el Evangelio.
EVANGELIO
Lectura del santo evangelio según san Lucas 21, 5-19
En aquel tiempo, algunos ponderaban la belleza del templo, por la calidad de la piedra y los exvotos. Jesús les dijo:
—«Esto que contempláis, llegará un día en que no quedará piedra sobre piedra: todo será destruido».
Ellos le preguntaron:
—«Maestro, ¿Cuándo va a ser eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para suceder?».
Él contesto:
—«Cuidado con que nadie os engañe. Porque muchos vendrán usurpando mi nombre, diciendo: «Yo soy», o bien: «El momento está cerca; no vayáis tras ellos».
Cuando oigáis noticias de guerras y de revoluciones, no tengáis pánico.
Porque eso tiene que ocurrir primero, pero el final no vendrá en seguida».
Luego les dijo:
—«Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en diversos países epidemias y hambre.
Habrá también espantos y grandes signos en el cielo.
Pero antes de todo eso os echarán mano, os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y a la cárcel, y os harán comparecer ante reyes y gobernadores, por causa mía. Así tendréis ocasión de dar testimonio.
Haced propósito de no preparar vuestra defensa, porque yo os daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ningún adversario vuestro.
Y hasta vuestros padres, y parientes, y hermanos, y amigos os traicionarán, y matarán a algunos de vosotros, y todos os odiarán por causa mía.
Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá; con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas».
Palabra del Señor.
Oración de los Fieles (opción 1)
Presidente: Oremos, hermanos, a Dios Padre todopoderoso, y con confianza pongamos en Él nuestras necesidades diciendo con mucha fe:
Padre de misericordia, escúchanos.
- Por la Iglesia, para que haga fructificar el tesoro de valores que Cristo ha depositado en ella. Roguemos al Señor.
- Por nuestro Santo Padre, el papa Francisco, y por todo los obispos y sacerdotes, para que Dios les conceda sabiduría y fortaleza para dirigir al pueblo santo de Dios. Roguemos al Señor.
- Por los jefes de Estado y sus colaboradores, para que Dios nuestro Señor dirija su voluntad en el servicio de la justicia, de la libertad y de la paz. Roguemos al Señor.
- Por los desempleados, para que el Señor cambie su situación y puedan conseguir una forma digna de sustento para llevar a sus hogares el pan de cada día. Roguemos al Señor.
- Por esta comunidad aquí reunida, para que no caigamos en la tentación de la pereza, la rutina, el inmovilismo y la mediocridad, sino que pongamos en rendimiento los dones recibidos de Dios al servicio de todos. Roguemos al Señor.
Presidente: Escúchanos, Señor, y ten misericordia de nosotros cuando vuelvas y te pongas a ajustar las cuentas con todos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Oración de los Fieles (opción 2)
Presidente: El Señor nos afirma que lo obtendremos todo si nos mantenemos firmes en la fe. Por eso, con confianza plena acerquémonos al Dios de la vida, para poner en Él nuestras necesidades. Digamos todos:
Por tu Palabra, ayúdanos, Señor.
- Por nuestra Santa Madre Iglesia, para que sea en medio del mundo la luz que alumbra la oscuridad que no permite a los fieles encontrar el camino que lleva a Jesús, el Salvador del mundo. Oremos.
- Por los sacerdotes y religiosos, para que Dios les conceda sabiduría y fortaleza, y así puedan dirigir con santidad al pueblo a ellos encomendado por el Padre.. Oremos.
- Por todos los que trabajan por la construcción de un mundo más humano, más justo, según el proyecto de Dios; para que no se desalienten y perseveren en su empeño. Oremos.
- Por los que sufren a causa de la violencia que impera en muchos países, para que encuentren la paz de Cristo en sus corazones y luchen hasta alcanzar la armonía y paz social. Oremos.
- Por los que este día compartimos este banquete eucarístico, para que entre las alegrías y tristezas diarias, afrontemos la vida con compromiso y optimismo cristiano. Oremos.
Presidente: Atiende, Señor, el clamor de tu pueblo que, humildemente y con mucha fe, te ha presentado estas oraciones. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Presentación de las Ofrendas
«El que no trabaja, que no coma», nos ha dicho San Pablo hoy. Llevemos al altar las ofrendas de pan y vino, fruto del campo y del trabajo del hombre laborioso, que se convertirán en el Cuerpo y Sangre de Cristo.
Comunión
Estar con Cristo en la vida eterna es nuestra meta. Hoy podemos tener ya un anticipo de esa gloria celestial comulgando el cuerpo y la sangre de Cristo. Acerquémonos a recibirle.
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Final
Que Cristo siga iluminando nuestro camino y nosotros podamos ser luz para el mundo al que vamos hoy, después de haber participado de esta Santa Misa.
Les esperamos el próximo domingo, para celebrar la Solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo.
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Fuente: Aldazábal, José, Enséñame tus caminos 10 – Los Domingos Ciclo C, Centro de Pastoral Litúrgica, Barcelona; La Casa de la Biblia, Tú tienes palabras de vida – Lectura Creyente de los Evangelios Dominicales Ciclo C, Editorial Verbo Divino