Color: morado / Salterio: II Semana
Monición de entrada
Muy buenos días (tardes, noches), queridos hermanos, nos reunimos hoy para celebrar la Santa Misa en el segundo domingo de cuaresma. Nos agrada recibirles en la Casa de Dios para continuar nuestra ruta cuaresmal.
En esta ruta, no nos olvidemos de pedir a Dios que esta Eucaristía «nos prepare a celebrar dignamente las fiestas pascuales». Comencemos cantando.
También te puede interesar:
- Moniciones para todos los días del ciclo C (2024-2025)
- ¿Qué son las moniciones en las celebraciones litúrgicas?
- La Oración Universal (Oración de los Fieles)
- Taller para lectores o proclamadores de la Palabra
- Cuál es el color y tamaño adecuado para el mantel del altar?
Moniciones a las lecturas
Monición única para todas las lecturas
El salmista resume el tema central de las lecturas de este domingo: la esperanza en un Dios que es luz y salvación, aun en medio de las dificultades. Abrahán salió de su tierra y se encontró con un Dios que promete, se compromete y manifiesta su rostro transfigurado en Jesucristo. Como hizo Pablo también nosotros ponemos nuestra confianza en el Señor crucificado y resucitado.
Escuchemos con atención…
Moniciones para cada lectura
Monición a la primera lectura (Génesis 15, 5-12. 17-18)
La etapa de la historia de la salvación, que hoy recordamos en el libro del Génesis, es la figura de Abrahán, que acepta la alianza que Dios le propone, creyendo contra toda esperanza.
PRIMERA LECTURA
Lectura del libro del Génesis 15, 5-12. 17-18
En aquellos días, Dios sacó afuera a Abrán y le dijo:
—«Mira al cielo; cuenta las estrellas, si puedes».
Y añadió:
—«Así será tu descendencia».
Abrán creyó al Señor, y se le contó en su haber.
El Señor le dijo:
—«Yo soy el Señor, que te sacó de Ur de los Caldeos, para darte en posesión esta tierra».
Él replicó:
—«Señor Dios, ¿Cómo sabré yo que voy a poseerla?»
Respondió el Señor:
—«Tráeme una ternera de tres años, una cabra de tres años, un carnero de tres años, una tórtola y un pichón»..
Abrán los trajo y los cortó por el medio, colocando cada mitad frente a la otra, pero no descuartizó las aves. Los buitres bajaban a los cadáveres, y Abrán los espantaba.
Cuando iba a ponerse el sol, un sueño profundo invadió a Abrán, y un terror intenso y oscuro cayó sobre él.
El sol se puso, y vino la oscuridad; una humareda de horno y una antorcha ardiendo pasaban entre los miembros descuartizados.
Aquel día el Señor hizo alianza con Abrán en estos términos:
—«A tus descendientes les daré esta tierra, desde el río de Egipto al Gran Río Éufrates».
Palabra de Dios.
Monición al salmo responsorial (Salmo 26)
El salmo 26 nos muestra dónde estaba la base de la fe de Abrahán. Con el salmista diremos todos:
Salmo responsorial: Salmo 26, 1. 7-8a. 8b-9abc. 13-14
R. El Señor es mi luz y mi salvación.
El Señor es mi luz y mi salvación,
¿a quién temeré?
El Señor es la defensa de mi vida,
¿Quién me hará temblar? R.
Escúchame, Señor, que te llamo;
ten piedad, respóndeme.
Oigo en mi corazón: «Buscad mi rostro». R.
Tu rostro buscaré, Señor,
no me escondas tu rostro.
No rechaces con ira a tu siervo,
que tú eres mi auxilio. R.
Espero gozar de la dicha del Señor
en el país de la vida.
Espera en el Señor, sé valiente,
ten ánimo, espera en el Señor. R.
Segunda lectura (Filipenses 3, 17—4, 1)
Pablo se lamenta de la poca madurez de algunos habitantes de la comunidad de Filipos, que rechazan la cruz en su programa de seguimiento de Jesús. Como ciudadanos del Reino, escuchemos atentos.
SEGUNDA LECTURA
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses 3, 17—4, 1
Seguid mi ejemplo, hermanos, y fijaos en los que andan según el modelo que tenéis en nosotros.
Porque, como os decía muchas veces, y ahora lo repito con lágrimas en los ojos, hay muchos que andan como enemigos de la cruz de Cristo: su paradero es la perdición; su Dios, el vientre; su gloria, sus vergüenzas. Sólo aspiran a cosas terrenas.
Nosotros, por el contrario, somos ciudadanos del cielo, de donde aguardamos un Salvador: el Señor Jesucristo.
Él transformará nuestro cuerpo humilde, según el modelo de su cuerpo glorioso, con esa energía que posee para sometérselo todo.
Así, pues, hermanos míos queridos y añorados, mi alegría y mi corona, manteneos así, en el Señor, queridos.
Palabra de Dios.
Monición al Evangelio (Lucas 9, 28b-36)
Nada más dar inicio al camino de la cruz, hacia la pasión y muerte de Cristo, ya se nos propone el destino último de este camino: la gloria de Cristo y la nuestra. Escuchemos el pasaje de la transfiguración, según San Lucas.
EVANGELIO
Lectura del santo evangelio según san Lucas 9, 28b-36
En aquel tiempo, Jesús cogió a Pedro, a Juan y a Santiago y subió a lo alto de la montaña, para orar. Y, mientras oraba, el aspecto de su rostro cambió, sus vestidos brillaban de blancos.
De repente, dos hombres conversaban con él: eran Moisés y Elías, que, apareciendo con gloria, hablaban de su muerte, que iba a consumar en Jerusalén.
Pedro y sus compañeros se caían de sueño; y, espabilándose, vieron su gloria y a los dos hombres que estaban con él. Mientras éstos se alejaban, dijo Pedro a Jesús:
—«Maestro, qué bien se está aquí. Haremos tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías».
No sabía lo que decía.
Todavía estaba hablando, cuando llegó una nube que los cubrió. Se asustaron al entrar en la nube. Una voz desde la nube decía:
—«Éste es mi Hijo, el escogido, escuchadle».
Cuando sonó la voz, se encontró Jesús solo. Ellos guardaron silencio y, por el momento, no contaron a nadie nada de lo que habían visto.
Palabra de Dios.
Oración de los fieles
El Señor nos invita a reconocer nuestras debilidades y confiar en su misericordia. Con espíritu de abandono filial digamos juntos:
Escucha, señor, nuestra oración.
- Por la Iglesia, para que se ponga en actitud de escucha y en un camino de conversión confiando en la misericordia de Dios y creyendo que, a pesar de todas sus debilidades, el Señor, el Señor es fiel a su alianza. Oremos.
- Por los jefes de las naciones, especialmente por quienes gobiernan nuestro país, para que, teniendo teniendo siempre en mente la lógica del Evangelio, donde el primero es servidor, ejerzan la autoridad que han recibido en beneficio de toda la comunidad que les ha sido confiada, en la búsqueda del verdadero bien común. Oremos.
- Por todos los que sufren en el mundo, especialmente por todos aquellos que son marginados por la sociedad, que viven en soledad, para que Dios tenga misericordia de ellos, les haga escuchar su voz de consuelo y puedan sentirse amados por quienes nos llamamos cristianos. Oremos.
- Por todos nosotros, para que atendamos el llamado a escuchar la voz de Jesús, que sepamos atender su Palabra a través del Magisterio de la Iglesia, de las Sagradas Escrituras y de aquellos que son nuestros orientadores espirituales. Oremos.
Presentación de las Ofrendas
Con las ofrendas de Pan y Vino, presentemos hoy también al Señor nuestras vidas para que sean transformadas por Él. Cantamos…
Comunión
Vayamos ahora a recibir el Cuerpo de Cristo, fuerza que nos empuja a seguir adelante en nuestro camino hacia la Patria Celestial. Cantamos…
Final
Con la luz de la Palabra que hoy hemos escuchado, y la fuerza del Cuerpo y la Sangre de Cristo, que hoy hemos recibido, vayamos a hacer un mundo nuevo y una historia distinta.
También te puede interesar:
- Moniciones para todos los días del ciclo C (2024-2025)
- ¿Qué son las moniciones en las celebraciones litúrgicas?
- La Oración Universal (Oración de los Fieles)
- Taller para lectores o proclamadores de la Palabra
- Cuál es el color y tamaño adecuado para el mantel del altar?