Monición de Entrada
Buenos días (tardes, noches) queridos hermanos. Continuando con las celebraciones navideñas, previas a la Epifanía del Señor, hoy, 3 de enero, nos da mucho gusto recibirles en la casa de Dios para la celebración eucarística.
Llamarnos y ser hijos de Dios, como nos recuerdan las lecturas de hoy, es la mejor gracia de la Navidad. Y es también la mejor noticia para empezar el año. Por eso, con mucha alegría, como una sola familia, hijos todos de un mismo Padre, comencemos la celebración de esta misa con el canto de entrada. De pie, por favor.
También te puede interesar:
- Moniciones para todos los días del ciclo C (2024-2025)
- ¿Qué son las moniciones en las celebraciones litúrgicas?
- La Oración Universal (Oración de los Fieles)
- Taller para lectores o proclamadores de la Palabra
- Cuál es el color y tamaño adecuado para el mantel del altar?
Moniciones a las lecturas
Monición a la primera lectura (1 Juan 2, 29—3, 6)
Continuando con la lectura de la primera carta de San Juan, hoy nos habla de la condición de hijos que tenemos los cristianos. Es el mejor resumen de la Navidad, pues el Hijo de Dios se ha hecho hermano nuestro, y por tanto todos hemos quedado constituidos hijos en el Hijo. Escuchemos atentos esta gran noticia.
PRIMERA LECTURA
Lectura de la primera carta del apóstol san Juan 2, 29—3, 6
Queridos hermanos:
Si sabéis que él es justo, reconoced que todo el que obra la justicia ha nacido de él.
Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos!
El mundo no nos conoce porque no le conoció a él.
Queridos, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal cual es.
Todo el que tiene esperanza en él se purifica a sí mismo, como él es puro.
Todo el que comete pecado quebranta también la ley, pues el pecado es quebrantamiento de la ley.
Y sabéis que él se manifestó para quitar los pecados, y en él no hay pecado.
Todo el que permanece en él no peca. Todo el que peca no le ha visto ni conocido.
Palabra de Dios.
Monición al salmo responsorial (Salmo 97)
Como el día de ayer, la liturgia de hoy nos vuelve a ofrecer el salmo 97, que tiene un claro significado mesiánico y escatológico, y nos hace contemplar la victoria final de Dios sobre el poder del mal. Cantemos nosotros, con el salmista, la victoria de nuestro Dios diciendo todos:
Salmo responsorial: Salmo 97, 1-2ab. 3cd-4. 5-6
R. Los confines de la tierra han contemplado
la victoria de nuestro Dios.
Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas:
su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo. R.
Los confines de la tierra han contemplado
la victoria de nuestro Dios.
Aclama al Señor, tierra entera;
gritad, vitoread, tocad. R.
Tañed la cítara para el Señor,
suenen los instrumentos:
con clarines y al son de trompetas,
aclamad al Rey y Señor. R.
Monición al Evangelio (Juan 5, 33-36)
El Evangelio de San Juan continúa con el testimonio del Bautista, del que ayer escuchábamos la primera parte. Un testimonio que Juan puede dar con certeza, porque lo ha sabido por el Espíritu.
EVANGELIO
Lectura del santo evangelio según san Juan 1, 29-34
Al día siguiente, al ver Juan a Jesús que venía hacia él, exclamó:
—«Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Éste es aquel de quien yo dije: «Tras de mí viene un hombre que está por delante de mí, porque existía antes que yo». Yo no lo conocía, pero he salido a bautizar con agua, para que sea manifestado a Israel».
Y Juan dio testimonio diciendo:
—«He contemplado al Espíritu que bajaba del cielo como una paloma, y se posó sobre él.
Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo:
«Aquél sobre quien veas bajar el Espíritu y posarse sobre él, ése es el que ha de bautizar con Espíritu Santo».
Y yo lo he visto, y he dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios».
Palabra del Señor.
Oración de los fieles
Presidente: A Dios Padre, grande en el amor que con el Bautismo nos hace hijos en el Hijo, dirijamos nuestras súplicas diciendo todos:
Renueva en nosotros el don del Bautismo, Señor.
- Por la Iglesia, para que, a través del sacramento de la reconciliación, celebra cada día a Jesús que quita el pecado del mundo y dé testimonio en el mundo de la belleza de una vida purificada por el amor de Dios. Oremos.
- Por el Papa, los obispos y los sacerdotes, para que sean firmes en su lucha contra el pecado que rompe la comunión con Dios, exhortando a todo el pueblo cristiano a permanecer en el amor de Dios y evite incluso la más mínima ofensa. Oremos.
- Por la paz en el mundo, para que todo aquel que se reconoce hijo de Dios sea instrumento del amor del Padre, promoviendo la reconciliación y la convivencia fraterna en el mundo. Oremos.
- Por todos los que sufren por diferentes causas, para que sean consolados por la certeza de que, así como el oro se purifica con el fuego, cada momento de prueba y dificultad vivido como ocasión de conversión nos transforma y conforma a Cristo. Oremos.
- Por todos nosotros, para que la Palabra que hoy hemos escuchado nos edifique y nos haga vivir como verdaderos hijos de Dios, alejándonos del pecado y dando testimonio de Cristo en el mundo. Oremos.
Presidente: Padre bueno, que nos has hecho hijos tuyos, escucha nuestras súplicas y haz que nos preparemos para el día en que podremos contemplarte tal como eres. Te lo pedimos, por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Presentación de las Ofrendas
Cantando la victoria de nuestro Dios llevemos con alegría al altar los dones de pan y vino.
Comunión
Cada vez que el sacerdote nos invita a acercarnos para comulgar, nos la palabra que hoy hemos escuchado del Bautista: «éste es el Cordero de Dios, el que quita el pecado del mundo». Acerquémonos a recibir a Cristo, el Cordero de Dios.
Final
La eucaristía que finalizamos ha aumentado en nosotros el amor de hijos, nuestra confianza en el poder perdonador de Cristo, y a la vez nuestra actitud más fraterna con
todas las personas que encontramos en nuestro camino. Vayamos a vivir en fraternidad con todos.
También te puede interesar:
- Moniciones para todos los días del ciclo C (2024-2025)
- ¿Qué son las moniciones en las celebraciones litúrgicas?
- La Oración Universal (Oración de los Fieles)
- Taller para lectores o proclamadores de la Palabra
- Cuál es el color y tamaño adecuado para el mantel del altar?
Fuentes: Aldazábal, J. Enséñanos tus Caminos 1. Adviento y Navidad día tras día, Centro de Pastoral Litúrgica, Barcelona; Monjas Agustinas de los Cuatro Santos Coronados, Oración de los Fieles Tiempo de Adviento y Navidad, Ed San Pablo, Bogotá, Colombia.