Monición de entrada
Buenos días (tardes, noches) queridos hermanos. Con la más cordial de las bienvenidas les recibimos en la casa de Dios, aceptando el llamado de Jesús a participar en su banquete, en el que celebramos a la Bienaventurada Virgen María, Madre de la Iglesia.
Acompañados por nuestra Madre Santísima, en nuestro caminar cristiano, comencemos esta gran celebración con el canto de entrada. De pie y cantemos todos.
Para continuar brindándote este servicio, solicitamos tu aporte económico voluntario, que Dios bendecirá. Ayúdanos a través de Paypal: Donar
También te puede interesar:
- Moniciones para todos los días del ciclo C (2024-2025)
- ¿Qué son las moniciones en las celebraciones litúrgicas?
- La Oración Universal (Oración de los Fieles)
- Taller para lectores o proclamadores de la Palabra
- Cuál es el color y tamaño adecuado para el mantel del altar?
Moniciones a las lecturas
Monición a la primera lectura (Génesis 3, 9-15. 20)
El relato del Génesis, que escucharemos hoy como primera lectura, es un intento de establecer la relación entre la madre de la humanidad y la madre de la Iglesia. Escuchemos atentos.
PRIMERA LECTURA
Lectura del libro del Génesis 3, 9-15. 20
Después que Adán comió del árbol, el Señor llamó al hombre:
—«¿Dónde estás?».
Él contestó:
—«Oí tu ruido en el jardín, me dio miedo, porque estaba desnudo, y me escondí».
El Señor le replicó:
—«¿Quién te informó de que estabas desnudo? ¿Es que has comido del árbol del que te prohibí comer?».
Adán respondió:
—«La mujer que me diste como compañera me ofreció del fruto, y comí».
El Señor dijo a la mujer:
—«¿Qué es lo que has hecho?».
Ella respondió:
—«La serpiente me engañó, y comí».
El Señor Dios dijo a la serpiente:
—«Por haber hecho eso, serás maldita entre todo el ganado y todas las fieras del campo; te arrastrarás sobre el vientre y comerás polvo toda tu vida; establezco hostilidades entre ti y la mujer, entre tu estirpe y la suya; ella te herirá en la cabeza cuando tú la hieras en el talón».
El hombre llamó a su mujer Eva, por ser la madre de todos los que viven.
Palabra de Dios.
Monición al salmo responsorial (Salmo 86)
En la celebración de hoy, todo lo que el salmo 86 dice de la Ciudad de Dios, lo podemos decir también de la Madre de la Iglesia. Unámonos al salmista diciendo todos:
Salmo responsorial: Salmo 86, 1-2.3 y 5. 6-7
R. ¡Qué pregón tan glorioso para ti, ciudad de Dios!
Él la ha cimentado sobre el monte santo;
y el Señor prefiere las puertas de Sión
a todas las moradas de Jacob.
¡Qué pregón tan glorioso para ti,
ciudad de Dios! R.
Se dirá de Sión: «Uno por uno,
todos han nacido en ella;
el Altísimo en persona la ha fundado». R.
El Señor escribirá en el registro de los pueblos:
«Éste ha nacido allí». R.
Y cantarán mientras danzan:
«Todas mis fuentes están en ti». R.
Monición al Evangelio (Jn 19, 25-34)
El Evangelio de san Juan nos recuerda hoy ese bello pasaje bíblico, donde Jesús nos entrega a su madre como madre nuestra, como Madre de la Iglesia. Cantemos todos el aleluya para escuchar luego esta alegre noticia.
EVANGELIO
Lectura del santo evangelio según san Juan 19, 25-34
En aquel tiempo, junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María, la de Cleofás, y María, la Magdalena.
Jesús, al ver a su madre y cerca al discípulo que tanto quería, dijo a su madre:
—«Mujer, ahí tienes a tu hijo».
Luego, dijo al discípulo:
—«Ahí tienes a tu madre». Y desde aquella hora, el discípulo la recibió en su casa.
Después de esto, sabiendo Jesús que todo había llegado a su término, para que se cumpliera la Escritura, dijo:
—«Tengo sed».
Había allí un jarro lleno de vinagre. Los soldados sujetaron una esponja empapada en vinagre a una caña de hisopo y se la acercaron a la boca. Jesús probó el vinagre y dijo:
—«Todo está cumplido», e, inclinando la cabeza, entregó el espíritu.
Entonces, los judíos, como era el día de la preparación de la Pascua, para que los cuerpos de los ajusticiados no se quedaran en la cruz el sábado, porque aquel sábado era un día muy solemne, pidieron a Pilato que les quebraran las piernas y los quitaran de la cruz. Fueron los soldados, le quebraron las piernas a uno y luego al otro de los que habían sido crucificados con Jesús. Pero al llegar a él, viendo que ya había muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados le traspasó el costado con una lanza e inmediatamente salió sangre y agua.
Palabra del Señor.
Para continuar brindándote este servicio, solicitamos tu aporte económico voluntario, que Dios bendecirá. Ayúdanos a través de Paypal: Donar
Oración de los fieles
OPCIÓN 1:
Presidente: Con la alegría de saber que tenemos una madre común, que intercede por todos y cada uno de nosotros, pidamos al Padre celestial por nuestras necesidades y las del mundo entero:
Por intercesión de nuestra Madre Santísima, escúchanos, Señor.
- Por la Iglesia, para que acoja a cada uno de sus miembros con amor de Madre, como la Santísima Virgen María acoge a toda la Iglesia. Oremos.
- Por la paz en el mundo, para que, María, Reina de la paz, intercede por el cese de las guerras y tanta violencia que afecta al mundo entero. Oremos.
- Por todas las madres cuyos hijos han fallecido o desaparecido, para que encuentren en María, Madre de Dios y Madre de la Iglesia, el modelo a seguir en los momentos de dolor. Oremos.
- Por todos nosotros, para que, como Juan, acojamos a María Santísima en nuestros hogares y le abramos un espacio especial en nuestro corazón. Oremos.
Presidente: Padre de bondad y misericordia, acoge las oraciones que con fe te hemos presentado y atiende todas aquellas súplicas que han quedado en lo más íntimo del corazón de cada uno de nosotros. Te lo pedimos por Cristo, nuestro Señor. Amén.
OPCIÓN 2:
Presidente: A Dios, Padre de bondad, pidamos que escuche nuestras súplicas y las acoja con misericordia, pues lo hacemos por intercesión de nuestra Buena Madre. Respondamos todos:
Por intercesión de María, Madre de la Iglesia, escúchanos, Señor
- Por la Iglesia, para que el papa, los obispos y todos los ministros ordenados,
anuncien siempre la salvación en Cristo y la poderosa intercesión y amable
maternidad de la Virgen María. Roguemos al Señor. - Por todos los pueblos de la tierra, para que descubran en la condición de los bienes materiales, culturales y espirituales el camino seguro para un futuro de progreso real en la serenidad y en la paz. Roguemos al Señor.
- Por los más necesitados de nuestra sociedad, para que todos reciban la ayuda y el calor de un servicio generoso por parte de quienes, como María, consagran su vida en beneficio de los demás. Roguemos al Señor.
- Por todos nosotros, reunidos en esta celebración mariana, para que el espíritu de gratitud y de alabanza que brilló en la Virgen María nos haga siempre fieles y agradecidos en los momentos de prueba y de alegría. Roguemos al Señor.
Por nuestra comunidad (parroquial) para que experimentemos la esperanza cierta
de sentir a María, nuestra buena Madre, como modelo de fiel seguimiento del
Evangelio de Cristo. Roguemos al Señor.
Presidente: Padre misericordioso, Tú que conoces nuestro corazón, ven en ayuda de la debilidad humana y, por intercesión de María, Madre de la Iglesia, escucha nuestras súplicas. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Como María ofrendó su vida a Dios y aceptó con gozo ser la Madre de Jesús, llevemos al altar, con los dones de pan y vino, nuestra entrega sin condiciones a Dios.
Comunión
María Santísima fue la primera en recibir a Jesús en su corazón. Vayamos con fe a recibirlo también nosotros en la comunión.
Final
Queridos hermanos, como miembros de la Iglesia, tenemos una Madre, la Santísima Virgen María. Así como Juan se la llevó a su casa, también nosotros llevémosla hoy a nuestros hogares para que nos guíe hacia su hijo Jesús.
Para continuar brindándote este servicio, solicitamos tu aporte económico voluntario, que Dios bendecirá. Ayúdanos a través de Paypal: Donar
También te puede interesar:
- Moniciones para todos los días del ciclo C (2024-2025)
- ¿Qué son las moniciones en las celebraciones litúrgicas?
- La Oración Universal (Oración de los Fieles)
- Taller para lectores o proclamadores de la Palabra
- Cuál es el color y tamaño adecuado para el mantel del altar?
Fuentes: Caballero, B., La Palabra cada día, Ed San Pablo, Madrid, 1990; Aldazábal, José, Enséñanos tus caminos 4, Centro de Pastoral Litúrgica, Barcelona, 1996; Secretariado Nacional de Liturgia, Comentarios Bíblicos al Leccionario del Tiempo Ordinario; Monjas Agustinas de los Cuatro Santos Coronados, Oración de los Fieles Tiempo Ordinario Ciclo Ferial, Ed San Pablo, Bogotá, Colombia; Farnés Sherer, Pedro, Moniciones y Oraciones Sálmicas, Ed. Regina, Mallorca, 1978.