Monición de Entrada
Queridos hermanos, en la segunda semana de Adviento seguimos preparándonos para el nacimiento de Jesús. Sean todos bienvenidos a la celebración de esta santa Misa.
Hoy Dios nos trae un mensaje de consuelo. Los anuncios del Antiguo Testamento, siguen cumpliéndose en Jesús y la Palabra viva y eficaz nos sigue edificando y transformando para celebrar mejor el gran acontecimiento salvífico del nacimiento de Jesús.
Dios sale a nuestro encuentro; siempre está buscándonos. Dejémonos encontrar por Él en esta santa misa y comencemos agradecidos con Dios la celebración de estos misterios con el canto de entrada. De pie, por favor.
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Moniciones a las lecturas
Para los lugares donde se celebra a la Virgen de Guadalupe, vea aquí las moniciones.
Monición a la primera lectura (Isaías 40, 1-11)
El pasaje que escucharemos ahora, del profeta Isaías, es un mensaje de consuelo en medio de una historia bien triste para el pueblo de Israel, tanto política como religiosa. Escuchemos este pregón de esperanza, que nos anima a nosotros también en nuestros tiempos.
PRIMERA LECTURA
Lectura del libro de Isaías 40, 1-11
«Consolad, consolad a mi pueblo
—dice vuestro Dios—;
hablad al corazón de Jerusalén, gritadle,
que se ha cumplido su servicio,
y está pagado su crimen,
pues de la mano del Señor ha recibido
doble paga por sus pecados».
Una voz grita:
«En el desierto preparadle
un camino al Señor;
allanad en la estepa
una calzada para nuestro Dios;
que los valles se levanten,
que montes y colinas se abajen,
que lo torcido se enderece
y lo escabroso se iguale.
Se revelará la gloria del Señor,
y la verán todos los hombres juntos
—ha hablado la boca del Señor—».
Dice una voz: «Grita».
Respondo: «¿Qué debo gritar?».
«Toda carne es hierba
y su belleza como flor campestre:
se agosta la hierba, se marchita la flor,
cuando el aliento del Señor sopla sobre ellos;
se agosta la hierba, se marchita la flor,
pero la palabra de nuestro Dios permanece por siempre».
Súbete a un monte elevado, heraldo de Sión;
alza fuerte la voz, heraldo de Jerusalén; álzala, no temas,
di a las ciudades de Judá: «Aquí está vuestro Dios.
Mirad, el Señor Dios llega con poder,
y su brazo manda.
Mirad, viene con él su salario,
y su recompensa lo precede.
Como un pastor que apacienta el rebaño,
su brazo lo reúne,
toma en brazos los corderos
y hace recostar a las madres».
Palabra de Dios.
Monición al salmo responsorial (Salmo 95)
Salmo responsorial: Salmo 95, 1-2. 3 y 10ac. 11-12. 13-14
R. Nuestro Dios llega con poder.
Cantad al Señor un cántico nuevo,
cantad al Señor, toda la tierra;
cantad al Señor, bendecid su nombre,
proclamad día tras día su victoria. R.
Contad a los pueblos su gloria,
sus maravillas a todas las naciones.
Decid a los pueblos: «El Señor es rey,
él gobierna a los pueblos rectamente». R.
Alégrese el cielo, goce la tierra,
retumbe el mar y cuanto lo llena;
vitoreen los campos y cuanto hay en ellos,
aclamen los árboles del bosque, R.
delante del Señor, que ya llega,
ya llega a regir la tierra:
regirá el orbe con justicia
y los pueblos con fidelidad. R.
Monición al Evangelio (Mateo 18, 12-14)
EVANGELIO
Lectura del santo evangelio según san Mateo 18, 12-14
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
—«¿Qué os parece? Suponed que un hombre tiene cien ovejas: si una se le pierde, ¿no deja las noventa y nueve en el monte y va en busca de la perdida? Y si la encuentra, os aseguro que se alegra más por ella que por las noventa y nueve que no se habían extraviado.
Lo mismo vuestro Padre del cielo: no quiere que se pierda ni uno de estos pequeños».
Palabra del Señor.
Oración de los fieles
Presidente: Al inicio de este Adviento en el que nos ponemos en espera del Señor Jesús, la liturgia nos muestra la espera de Dios que sale en busca de cada uno de nosotros, sus hijos, porque desea nuestra salvación. Con espíritu agradecido, digamos todos.:
Renuévanos con tu amor, Señor.
- Por la Iglesia, para que sea signo de la misericordia de Dios que busca con a amor a cada hombre y desea la salvación de todos . Oremos.
- Por el Papa, los obispos y los sacerdotes, para que sean buenos pastores, según el corazón de Dios, llenos de atención y cuidado por cada oveja que le ha sido confiada, y siempre estén en busca de la que se ha alejado. Oremos.
- Por los que se sienten lejos de Dios y de la fe, desilusionados de la Iglesia, para que puedan darse cuenta de la mirada atenta y amorosa del Padre sobre ellos y de la promesas de salvación que anuncia para cada uno. Oremos.
- Por los que sufren en su agonía, debido a su alejamiento de Dios en vida, para que en la última hora puedan encontrar a Dios e invocar su nombre. Oremos
- Por todos nosotros, para que, después de haber escuchado la Palabra de hoy, nos convirtamos en instrumentos de Dios para buscar a aquellos hermanos nuestros que se han alejado de la Iglesia y hacerlos volver a Dios, sobre todo en este tiempo de Adviento y Navidad. Oremos.
Presidente: Padre Santo, que nos buscas incluso antes de que nosotros nos demos cuenta de que tenemos necesidad de Ti, toca nuestra pobreza para que podamos estar siempre agradecidos por lo que haces por nosotros. Por Cristo, nuestro Señor. Amén.
Presentación de las Ofrendas
«Alégrese el cielo, goce la tierra, delante del Señor que ya llega», hemos dicho con el salmo de hoy. Alegres por el fruto de la tierra, llevemos los dones de pan y vino al altar. Cantemos todos…
Comunión
Hermanos, hoy las lecturas nos han gritado «Aquí está vuestro Dios». Y el sacerdote nos ha dicho «Este es el cordero de Dios que quita el pecado del mundo». Aquí está Jesús, acerquémonos a recibirle. Cantemos todos.
Final
Durante la misa de hoy, queridos hermanos, a la luz de la Palabra escuchada, seguramente nos vino a la mente el nombre de algún hermano nuestro que se ha alejado de la Iglesia. Hoy que regresamos a nuestros hogares, Dios nos pide que seamos sus colaboradores.
Dios está en busca de la oveja perdida y, tal vez depende de nuestra actitud el que para algunas personas esta Navidad sea un reencuentro con Dios. Y no por nuestros discursos, sino por nuestra cercanía y acogida. Vayamos a acercarnos a los que están lejos.
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Fuentes: Aldazábal, J. Enséñanos tus Caminos 1. Adviento y Navidad día tras día, Centro de Pastoral Litúrgica, Barcelona; Monjas Agustinas de los Cuatro Santos Coronados, Oración de los Fieles Tiempo de Adviento y Navidad, Ed San Pablo, Bogotá, Colombia.