Monición de Entrada
Buenos días (tardes, noches) queridos hermanos. Con mucha alegría les damos la bienvenida a la celebración de esta santa misa, en el lunes de la séptima semana del tiempo ordinario.
Hay ciertos males que solo son expulsados de nuestra vida con oración. Así nos lo hace ver la Palabra de Dios este día.
Oremos en esta misa para que Dios purifique nuestros corazones, aparte de nosotros el mal y nos una cada día más a Él. Comencemos con el canto de entrada. De pie, por favor.
También te puede interesar:
- Moniciones para todos los días del ciclo C (2024-2025)
- ¿Qué son las moniciones en las celebraciones litúrgicas?
- La Oración Universal (Oración de los Fieles)
- Taller para lectores o proclamadores de la Palabra
- Cuál es el color y tamaño adecuado para el mantel del altar?
Moniciones a las lecturas
Monición a la primera lectura (Sirácida 1, 1-10)
Hoy damos inicio a la lectura del libro del Eclesiástico o Sirácida, en sus primeros versículos con un himno a la sabiduría.
PRIMERA LECTURA
Comienzo del libro del libro de Sirácida 1, 1-10
Toda sabiduría viene del Señor
y está con él eternamente.
La arena de las playas, las gotas de la lluvia,
los días de los siglos, ¿Quién los contará?
La altura del cielo, la anchura de la tierra,
la hondura del abismo, ¿Quién los rastreará?
Antes que todo fue creada la sabiduría;
la inteligencia y la prudencia, antes de los siglos.
La raíz de la sabiduría, ¿a quién se reveló?;
la destreza de sus obras, ¿Quién la conoció?
Uno solo es sabio, temible en extremo;
está sentado en su trono.
El Señor en persona la creó,
la conoció y la midió,
la derramó sobre todas sus obras;
la repartió entre los vivientes,
según su generosidad
se la regaló a los que lo temen.
Palabra de Dios.
Monición al salmo responsorial (Salmo 92)
Si la primera lectura nos asegura que toda sabiduría viene del Señor, alabemos a Dios con el salmo 92, porque su reino eterno y porque sus mandamientos son fieles y seguros:
Salmo responsorial: Salmo 92, 1ab. 1c-2. 5
R. El Señor reina, vestido de majestad.
El Señor reina, vestido de majestad,
el Señor vestido y ceñido de poder. R.
Así está firme el orbe y no vacila.
Tu trono está firme desde siempre,
y tú eres eterno. R.
Tus mandatos son fieles y seguros;
la santidad es el adorno de tu casa,
Señor, por días sin término. R.
Monición al Evangelio (Marcos 9, 14-29)
Al bajar del monte de la transfiguración, Jesús realiza un milagro, con el que subraya sobre todo la necesidad de la fe y la oración para poder vencer el mal.
EVANGELIO
Lectura del santo evangelio según san Marcos 9, 14-29
En aquel tiempo, cuando Jesús y los tres discípulos bajaron de la montaña, al llegar a donde estaban los demás discípulos, vieron mucha gente alrededor, y a unos escribas discutiendo con ellos.
Al ver a Jesús, la gente se sorprendió, y corrió a saludarlo. Él les preguntó:
—«¿De qué discutís?».
Uno le contestó:
—«Maestro, te he traído a mi hijo; tiene un espíritu que no le deja hablar y, cuando lo agarra, lo tira al suelo, echa espumarajos, rechina los dientes y se queda tieso. He pedido a tus discípulos que lo echen, y no han sido capaces».
Él les contestó:
—«¡Gente sin fe! ¿Hasta cuándo estaré con vosotros? ¿Hasta cuándo os tendré que soportar? Traédmelo».
Se lo llevaron.
El espíritu, en cuanto vio a Jesús, retorció al niño; cayó por tierra y se revolcaba, echando espumarajos.
Jesús preguntó al padre:
—«¿Cuánto tiempo hace que le pasa esto?».
Contestó él:
—«Desde pequeño. Y muchas veces hasta lo ha echado al fuego y al agua, para acabar con él. Si algo puedes, ten lástima de nosotros y ayúdanos».
Jesús replicó:
—«¿Si puedo? Todo es posible al que tiene fe».
Entonces el padre del muchacho gritó:
—«Tengo fe, pero dudo; ayúdame».
Jesús, al ver que acudía gente, increpó al espíritu inmundo, diciendo:
—«Espíritu mudo y sordo, yo te lo mando: Vete y no vuelvas a entrar en él».
Gritando y sacudiéndolo violentamente, salió.
El niño se quedó como un cadáver, de modo que la multitud decía que estaba muerto.
Pero Jesús lo levantó, cogiéndolo de la mano, y el niño se puso en pie.
Al entrar en casa, sus discípulos le preguntaron a solas:
—«¿Por qué no pudimos echarlo nosotros?».
Él les respondió:
—«Esta especie sólo puede salir con oración».
Palabra del Señor.
Oración de los fieles
Presidente: Al Señor, que ha vencido la muerte y nos ha dado la vida eterna, confiemos nuestras necesidades. Repitamos juntos: Escúchanos, Padre, y atiende nuestras súplicas.
- Por todos los que formamos la Iglesia, para que sepamos moldear nuestra vida según la Palabra de Dios, y a sí poder ayudar con gestos concretos a quienes están en busca de un sentido para su existencia. Oremos.
- Por el Papa Francisco, para que el Espíritu Santo le dé la sabiduría necesaria para reconocer e indicar la presencia del Señor en cada momento de la historia de la humanidad y con su vida dé testimonio de la importancia y la belleza de la oración en la vida de cada uno. Oremos.
- Por los gobernantes, para que sepan dirigir con sabiduría a los pueblos, velando por el bienestar de todos, antes del suyo propio, combatan la corrupción sin tregua y cumplan lo prometido a cada nación. Oremos.
- Por todos nosotros, para que aprendamos a acoger nuestras debilidades y nuestras fragilidades y que, reconociendo que somos creaturas, decidamos dar al Padre la posibilidad de salvarnos, seguros de su amor por cada uno de nosotros. Oremos.
Presidente: Padre, escucha la oración de tu pueblo, aumenta nuestra fe y llévanos contigo a tu Reino de bondad y belleza. Te lo pedimos por medio de Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Presentación de las Ofrendas
La sabiduría nos hace compartir lo que Dios generosamente nos ha dado. Llevemos los dones de pan y vino al altar y ofrecemos también nuestra ofrenda económica.
Comunión
«Todo es posible al que tiene fe», nos ha dicho el Evangelio de hoy. La fe nos mueve a acudir a recibir a Jesús y nos da la certeza de que es el Pan que nos da la vida eterna. Acudamos cantando a comulgar.
Final
Queridos hermanos, Jesús hoy nos ha demostrado tener más fuerza que el mal. Por eso retornamos a nuestros hogares o a nuestro diario vivir, confiados en el poder de Dios que vence las adversidades con las que nos enfrentamos con frecuencia.
También te puede interesar:
- Moniciones para todos los días del ciclo C (2024-2025)
- ¿Qué son las moniciones en las celebraciones litúrgicas?
- La Oración Universal (Oración de los Fieles)
- Taller para lectores o proclamadores de la Palabra
- Cuál es el color y tamaño adecuado para el mantel del altar?
Fuentes: Caballero, B., La Palabra cada día, Ed San Pablo, Madrid, 1990; Aldazábal, José, Enséñanos tus caminos 4, Centro de Pastoral Litúrgica, Barcelona, 1996; Monjas Agustinas de los Cuatro Santos Coronados, Oración de los Fieles Tiempo Ordinario Ciclo Ferial, Ed San Pablo, Bogotá, Colombia.