Para el lunes 3 de julio de 2023, ver Moniciones y Lecturas Fiesta de Santo Tomás
Monición de entrada
Buenos días (tardes, noches) queridos hermanos. Sean todos bienvenidos a este lugar para celebrar juntos la santa eucaristía de hoy, en el inicio de la semana decimotercera del tiempo ordinario.
Dios nos llama a todos a una vocación, especialmente a la santidad. Que la escucha de la Palabra y el compartir el pan eucarístico nos una más a Cristo y afirme en nosotros la vocación a la que hemos sido llamados.
Con esos sentimientos, comencemos la misa de hoy, con el canto de entrada.
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Moniciones a las lecturas
Para el lunes 3 de julio de 2023, ver Moniciones y Lecturas Fiesta de Santo Tomás
Monición a la primera lectura (Génesis 18, 16-33)
PRIMERA LECTURA
Lectura del libro del Génesis 18, 16-33
Cuando los hombres se levantaron de junto a la encina de Mambré, miraron hacia Sodoma; Abrahán los acompañaba para despedirlos.
El Señor pensó:
—«¿Puedo ocultarle a Abrahán lo que pienso hacer? Abrahán se convertirá en un pueblo grande y numeroso, con su nombre se bendecirán todos los pueblos de la tierra; lo he escogido para que instruya a sus hijos, su casa y sucesores, a mantenerse en el camino del Señor, haciendo justicia y derecho; y así cumplirá el Señor a Abrahán lo que le ha prometido».
El Señor dijo:
—«La acusación contra Sodoma y Gomorra es fuerte, y su pecado es grave; voy a bajar, a ver si realmente sus acciones responden a la acusación; y si no, lo sabré».
Los hombres se volvieron y se dirigieron a Sodoma, mientras el Señor seguía en compañía de Abrahán.
Entonces Abrahán se acercó y dijo a Dios:
—«¿Es que vas a destruir al inocente con el culpable? Si hay cincuenta inocentes en la ciudad, ¿los destruirás y no perdonarás al lugar por los cincuenta inocentes que hay en él? ¡Lejos de ti tal cosa!, matar al inocente con el culpable, de modo que la suerte del inocente sea como la del culpable; ¡lejos de ti! El juez de todo el mundo, ¿no hará justicia?».
El Señor contestó:
—«Si encuentro en la ciudad de Sodoma cincuenta inocentes, perdonaré a toda la ciudad en atención a ellos».
Abrahán respondió:
—«Me he atrevido a hablar a mi Señor, yo que soy polvo y ceniza. Si faltan cinco para el número de cincuenta inocentes, ¿destruirás, por cinco, toda la ciudad?».
Respondió el Señor:
—«No la destruiré, si es que encuentro allí cuarenta y cinco».
Abrahán insistió:
—«Quizá no se encuentren más que cuarenta».
Le respondió:
—«En atención a los cuarenta, no lo haré».
Abrahán siguió:
—«Que no se enfade mi Señor, si sigo hablando. ¿Y si se encuentran treinta?».
Él respondió:
—«No lo haré, si encuentro allí treinta».
Insistió Abrahán:
—«Me he atrevido a hablar a mi Señor. ¿Y si se encuentran sólo veinte?».
Respondió el Señor:
—«En atención a los veinte, no la destruiré».
Abrahán continuó:
—«Que no se enfade mi Señor si hablo una vez más. ¿Y si se encuentran diez?».
Contestó el Señor:
—«En atención a los diez, no la destruiré».
Cuando terminó de hablar con Abrahán, el Señor se fue; y Abrahán volvió a su puesto.
Palabra de Dios.
Monición al salmo responsorial (Salmo)
Salmo responsorial: Salmo 102, 1-2. 3-4. 8-9. 10-11
R. El Señor es compasivo y misericordioso.
Bendice, alma mía, al Señor,
y todo mi ser a su santo nombre.
Bendice, alma mía, al Señor,
y no olvides sus beneficios. R.
Él perdona todas tus culpas
y cura todas tus enfermedades;
él rescata tu vida de la fosa
y te colma de gracia y de ternura. R.
El Señor es compasivo y misericordioso,
lento a la ira y rico en clemencia;
no está siempre acusando
ni guarda rencor perpetuo. R.
No nos trata como merecen nuestros pecados
ni nos paga según nuestras culpas.
Como se levanta el cielo sobre la tierra,
se levanta su bondad sobre sus fieles. R.
Monición al Evangelio (Mateo 8, 18-22)
EVANGELIO
Lectura del santo evangelio según san Mateo 8, 18-22
En aquel tiempo, viendo Jesús que lo rodeaba mucha gente, dio orden de atravesar a la otra orilla.
Se le acercó un escriba y le dijo:
—«Maestro, te seguiré a donde vayas».
Jesús le respondió:
—«Las zorras tienen madrigueras y los pájaros nidos, pero el Hijo del hombre no tiene dónde reclinar la cabeza».
Otro, que era discípulo, le dijo:
—«Señor, déjame ir primero a enterrar a mi padre».
Jesús le replicó:
—«Tú, sígueme. Deja que los muertos entierren a sus muertos».
Palabra del Señor.
Oración de los fieles
Presidente: El Evangelio de hoy nos enseña que seguir al Señor implica una elección radical por Él, basada, no en intereses particulares, sino en el amor a su persona. Oremos juntos diciendo:
Haz que te sigamos, Señor.
- Por todos los que formamos la Iglesia, para que, renovados en el corazón por la escucha de la Palabra y por la participación en los sacramentos, podamos adherirnos más plenamente a Cristo y seguirlo en todas las etapas de nuestra vida. Oremos
- Por la salvación del mundo, para que todos los hombres puedan reconocer en Dios la única fuente de la salvación, y todos aquellos que caminan por la vía del error o del pecado puedan retornar al camino de la vida. Oremos.
- Por los que gobiernan las naciones, para que lo hagan por vocación de servicio al pueblo y no por satisfacer intereses personales y mezquinos. Oremos.
- Por los que sufren por diferentes causas, para que la intercesión de cuantos les rodean sirva para alivio y el encuentro del favor de Dios para solucionar sus dificultades. Oremos.
- Por todos nosotros, para que nos interesemos unos por otros y en nuestras oraciones tengamos siempre presente a aquellos miembros de nuestra comunidad que necesitan que intercedamos por ellos. Oremos.
Presidente: Escucha, Padre misericordioso, las intenciones de oración que te presentamos por medio de tu Hijo. Infunde en nuestro corazón tu Santo Espíritu y ensancha nuestros corazones. Te lo pedimos por el mismo Cristo nuestro Señor. Amén.
Presentación de las Ofrendas
«Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides sus beneficios», hemos proclamado en el salmo. Bendigamos al Señor por los beneficios que de la tierra obtenemos, y llevemos al altar nuestros dones de pan y vino.
Comunión.
Cristo, que nos llama a seguirle, nos invita a participar de su banquete. Acerquémonos a comulgar.
Final
Queridos hermanos, la respuesta afirmativa a la invitación de Jesús a seguirlo es la clave que nos abre el secreto del reino de Dios, inaugurado en la persona de Cristo, y nos introduce en su estilo de vida, en su misión y en su destino. Vayamos a vivir nuestra vocación.
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Fuentes: Caballero, B., La Palabra cada día, Ed San Pablo, Madrid, 1990; Aldazábal, José, Enséñanos tus caminos 4, Centro de Pastoral Litúrgica, Barcelona, 1996; Secretariado Nacional de Liturgia, Comentarios Bíblicos al Leccionario del Tiempo Ordinario; Monjas Agustinas de los Cuatro Santos Coronados, Oración de los Fieles Tiempo Ordinario Ciclo Ferial, Ed San Pablo, Bogotá, Colombia; Farnés Sherer, Pedro, Moniciones y Oraciones Sálmicas, Ed. Regina, Mallorca, 1978.