Monición de entrada
Buenos días (tardes, noches) queridos hermanos. Nos preparamos para celebrar juntos la última misa diaria de la vigésimo cuarta semana del tiempo ordinario. Sean todos bienvenidos.
Hoy, de manera especial, preparemos nuestro corazón para que esa Palabra que escucharemos, caiga en tierra fértil y produzca el fruto deseado por Dios. Con esa disposición, iniciemos nuestra celebración con el canto de entrada.
->Haz clic aquí para unirte a nuestro Canal de Liturgia en Telegram
También te puede interesar:
- Moniciones para todos los días del ciclo A (2022-2023)
- ¿Qué son las moniciones en las celebraciones litúrgicas?
- La Oración Universal (Oración de los Fieles)
- Taller para lectores o proclamadores de la Palabra
- Cuál es el color y tamaño adecuado para el mantel del altar?
Moniciones a las lecturas
Monición a la primera lectura (Timoteo 6, 13-16)
Concluimos hoy la lectura de esta carta de Pablo a Timoteo con una alabanza final y un marcado tono escatológico, de mirada hacia la venida última del Señor. Escuchemos atentos.
PRIMERA LECTURA
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a Timoteo 6, 13-16
Querido hermano:
En presencia de Dios, que da la vida al universo, y de Cristo Jesús, que dio testimonio ante Poncio Pilato con tan noble profesión: te insisto en que guardes el mandamiento sin mancha ni reproche, hasta la manifestación de nuestro Señor Jesucristo, que en tiempo oportuno mostrará el bienaventurado y único Soberano, Rey de los reyes y Señor de los señores, el único poseedor de la inmortalidad, que habita en una luz inaccesible, a quien ningún hombre ha visto ni puede ver.
A él honor e imperio eterno. Amén.
Palabra de Dios.
Monición al salmo responsorial (Salmo 99)
Ante la venida del Señor, anunciada por san Pablo, nosotros, con una actitud de total confianza, cantamos la misericordia y fidelidad de Dios, que son eternas. Lo hacemos diciendo todos:
Salmo responsorial: Salmo 99, 2. 3. 4. 5
R. Entrad en la presencia del Señor con vítores.
Aclama al Señor, tierra entera,
servid al Señor con alegría,
entrad en su presencia con vítores. R.
Sabed que el Señor es Dios:
que él nos hizo y somos suyos,
su pueblo y ovejas de su rebaño. R.
Entrad por sus puertas con acción de gracias,
por sus atrios con himnos,
dándole gracias y bendiciendo su nombre. R.
«El Señor es bueno,
su misericordia es eterna,
su fidelidad por todas las edades». R.
->Haz clic aquí para unirte a nuestro Canal de Liturgia en Telegram
Monición al Evangelio (Lucas 8, 4-15)
En el texto evangélico de hoy, Jesús usa una parábola para explicarnos el destino y el efecto de la Palabra de Dios.
EVANGELIO
Lectura del santo evangelio según san Lucas 8, 4-15
En aquel tiempo, se le juntaba a Jesús mucha gente y, al pasar por los pueblos, otros se iban añadiendo.
Entonces les dijo esta parábola:
—«Salió el sembrador a sembrar su semilla.
Al sembrarla, algo cayó al borde del camino, lo pisaron, y los pájaros se lo comieron.
Otro poco cayó en terreno pedregoso y, al crecer, se secó por falta de humedad.
Otro poco cayó entre zarzas, y las zarzas, creciendo al mismo tiempo, lo ahogaron.
El resto cayó en tierra buena y, al crecer, dio fruto el ciento por uno».
Dicho esto, exclamó:
—«El que tenga oídos para oír, que oiga».
Entonces le preguntaron los discípulos:
—«¿Qué significa esa parábola?».
Él les respondió:
—«A vosotros se os ha concedido conocer los secretos del reino de Dios; a los demás, sólo en parábolas, para que viendo no vean y oyendo no entiendan.
El sentido de la parábola es éste:
La semilla es la palabra de Dios.
Los del borde del camino son los que escuchan, pero luego viene el diablo y se lleva la palabra de sus corazones, para que no crean y se salven.
Los del terreno pedregoso son los que, al escucharla, reciben la palabra con alegría, pero no tienen raíz; son los que por algún tiempo creen, pero en el momento de la prueba fallan.
Lo que cayó entre zarzas son los que escuchan, pero, con los afanes y riquezas y placeres de la vida, se van ahogando y no maduran.
Los de la tierra buena son los que con un corazón noble y generoso escuchan la palabra, la guardan y dan fruto perseverando».
Palabra del Señor.
Oración de los fieles
Presidente: El Señor nos invita a acoger su Palabra y a hacerla fructificar. Conscientes de la responsabilidad que tenemos, pidamos su ayuda diciendo todos:
Ven en nuestro auxilio, Señor.
- Por la Iglesia, para que pueda ser, en la humildad y en la simplicidad, el terreno bueno que acoge la Palabra y, después de haberla hecho madurar, se esfuerce por difundirla en el corazón de todo hombre. Oremos.
- Por el Santo Padre Francisco, para que dé testimonio de su fe con las palabras y con las obras. Que frente a las persecuciones y a los conflictos permanezca firmemente abrazado al Señor y en la oración confiada sienta en su corazón la certeza de que está cumpliendo la voluntad del Padre. Oremos.
- Por la salvación del mundo, para que la Palabra de Dios se siga difundiendo por todos los rincones del mundo y sea acogida de tal manera que dé frutos abundantes de conversión. Oremos.
- Por los vacilan que con la fe. para que con voluntad firme se pongan a la escucha de la Palabra de Dios. Que en el silencio y en la soledad se cuestionen y comprendan que la verdadera alegría puede venir sólo del Señor. Oremos.
- Por todos nosotros, para que acojamos con amor la Palabra que hemos escuchado y la hagamos fructificar en nuestra vida. Oremos.
Presidente: Padre, fuente de todo bien, escucha nuestras necesidades y líbranos de la inconstancia y del miedo. Por Cristo nuestro Señor. Amén.
->Haz clic aquí para unirte a nuestro Canal de Liturgia en Telegram
También te puede interesar:
- Moniciones para todos los días del ciclo A (2022-2023)
- ¿Qué son las moniciones en las celebraciones litúrgicas?
- La Oración Universal (Oración de los Fieles)
- Taller para lectores o proclamadores de la Palabra
- Cuál es el color y tamaño adecuado para el mantel del altar?
Una forma de agradecer por este servicio que te brindamos es comentando y compartiendo nuestras publicaciones.
Fuentes: Caballero, B., La Palabra cada día, Ed San Pablo, Madrid, 1990; Aldazábal, José, Enséñanos tus caminos 5, Centro de Pastoral Litúrgica, Barcelona, 1996; Secretariado Nacional de Liturgia, Comentarios Bíblicos al Leccionario del Tiempo Ordinario; Monjas Agustinas de los Cuatro Santos Coronados, Oración de los Fieles Tiempo Ordinario Ciclo Ferial, Ed San Pablo, Bogotá