Monición de entrada
Queridos hermanos, sean todos bienvenidos a la celebración de la santa misa de hoy, sábado de la trigésimo segunda semana del tiempo ordinario, con la que nos preparamos también para la celebración del domingo, día del Señor.
Todos necesitamos estar en oración constante. De Jesús aprenderemos ahora cómo hacerlo. Por eso dispongámonos a entrar en ese diálogo con Dios, participando activamente de esta santa misa.
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Moniciones a las lecturas
Monición a la primera lectura (Sabiduría 18, 14-16; 19, 6-9)
En esta última página que leemos del libro de la Sabiduría, en la primera lectura, su autor reflexiona sobre la décima plaga que cayó sobre Egipto para que el Faraón se decidiera finalmente a dejar salir a los judíos hacia el desierto. Pongamos mucha atención.
PRIMERA LECTURA
Lectura del libro de la Sabiduría 18, 14-16; 19, 6-9
Un silencio sereno lo envolvía todo,
y, al mediar la noche su carrera,
tu palabra todopoderosa se abalanzó,
como paladín inexorable,
desde el trono real de los cielos
al país condenado;
llevaba la espada afilada tu orden terminante;
se detuvo y lo llenó todo de muerte;
pisaba la tierra y tocaba el cielo.
Porque la creación entera, cumpliendo tus órdenes,
cambió radicalmente de naturaleza,
para guardar incólumes a tus hijos.
Se vio la nube dando sombra al campamento,
la tierra firme emergiendo donde había antes agua,
el mar Rojo convertido en camino practicable
y el violento oleaje hecho una vega verde;
por allí pasaron, en formación compacta,
los que iban protegidos por tu mano,
presenciando prodigios asombrosos.
Retozaban como potros y triscaban como corderos,
alabándote a ti, Señor, su libertador.
Palabra de Dios.
Monición al salmo responsorial (Salmo 104)
Ahora dejémonos contagiar el entusiasmo del salmo 104 y, a viva voz, expresamos nuestra alabanza a Dios diciendo todos:
Salmo responsorial: Salmo 104, 2-3. 36-37. 42-43
R. Recordad las maravillas que hizo el Señor.
Cantadle al son de instrumentos,
hablad de sus maravillas;
gloriaos de su nombre santo,
que se alegren los que buscan al Señor. R.
Hirió de muerte a los primogénitos del país,
primicias de su virilidad.
Sacó a su pueblo cargado de oro y plata,
y entre sus tribus nadie tropezaba. R.
Porque se acordaba de la palabra sagrada
que había dado a su siervo Abrahán,
sacó a su pueblo con alegría,
a sus escogidos con gritos de triunfo. R.
Monición al Evangelio (Lucas 18, 1-8)
En el texto evangélico de hoy, Jesús, usando una parábola, les explica a sus discípulos cómo debían orar sin desanimarse.
EVANGELIO
Lectura del santo evangelio según san Lucas 18, 1-8
En aquel tiempo, Jesús, para explicar a los discípulos cómo tenían que orar siempre sin desanimarse, les propuso esta parábola:
—«Había un juez en una ciudad que ni temía a Dios ni le importaban los hombres.
En la misma ciudad había una viuda que solía ir a decirle:
«Hazme justicia frente a mi adversario».
Por algún tiempo se negó, pero después se dijo:
«Aunque ni temo a Dios ni me importan los hombres, como esta viuda me está fastidiando, le haré justicia, no vaya a acabar pegándome en la cara»».
Y el Señor añadió:
—«Fijaos en lo que dice el juez injusto; pues Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos que le gritan día y noche?; ¿o les dará largas? Os digo que les hará justicia sin tardar. Pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?».
Palabra del Señor.
Oración de los fieles
Presidente: El Señor escucha la oración hecha con insistencia y con fe. Reconfortados por su promesa, pidámosle que nos ayude a vivir con compromiso y en la fe la espera de su manifestación. Digamos tdos:
Escúchanos, Señor.
- Por la comunidad cristiana, para que pueda sentirse cada vez más «Iglesia», unida por el sacrificio del Señor Jesús y reunida en su nombre, y para que en ella pueda encontrar la salvación que ya ha sido prometida y conquistada. Oremos.
- Por el Papa, los obispos y los sacerdotes, para que ayuden a todos los hombres a conocer el corazón de Dios, que tiene compasión de sus hijos, pero pide que acojan libremente su oferta de amor. Oremos.
- Por los que gobiernan las naciones, para que, hoy, más que nunca implementen políticas en pro de la paz en el mundo y la conservación de los recursos naturales. Oremos.
- Por los jóvenes que viven una fuerte crisis existencial. Que en una sociedad que no les da valores firmes sobre los cuales puedan fundar su vida y no les ofrece muchas oportunidades laborales, puedan se motivados a sentirse responsables de su propio futuro y a compro- meterse con él, escogiendo el bien y rechazando el mal, tomando decisiones correctas y arriesgándose. Oremos.
- Por todos nosotros, para que el Señor nos conceda descubrir que la oración es encuentro y relación que se nutre de todo lo que constituye nuestra vida, porque todo lo que vivimos le importa a Dios. Oremos.
Presidente: Señor Jesús, acoge nuestra oración, haznos solícitos frente a nuestros hermanos y ayúdanos a hacernos cargo de nuestra vida, para que podamos esperar con serena esperanza tu regreso. Tú eres Dios y vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
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Fuentes: Caballero, B., La Palabra cada día, Ed San Pablo, Madrid, 1990; Aldazábal, José, Enséñanos tus caminos 6, Centro de Pastoral Litúrgica, Barcelona, 1996; Secretariado Nacional de Liturgia, Comentarios Bíblicos al Leccionario del Tiempo Ordinario; Monjas Agustinas de los Cuatro Santos Coronados, Oración de los Fieles Tiempo Ordinario Ciclo Ferial, Ed San Pablo, Bogotá, Colombia
