Monición de Entrada
Buenos días (tardes, noches) queridos hermanos. En el viernes de la segunda semana del tiempo ordinario nos da mucha alegría recibirles en este lugar para la celebración eucarística.
Si estamos aquí es porque hemos acogido el llamado que Dios nos ha hecho, porque nos ha elegido para que seamos sus seguidores y hemos aceptado ese reto.
Vivamos nuestra fe cristiana celebrando los sacramentos y comencemos esta misa con el canto de entrada. De pie, por favor.
También te puede interesar:
- Moniciones para todos los días del ciclo C (2024-2025)
- ¿Qué son las moniciones en las celebraciones litúrgicas?
- La Oración Universal (Oración de los Fieles)
- Taller para lectores o proclamadores de la Palabra
- Cuál es el color y tamaño adecuado para el mantel del altar?
Moniciones a las lecturas
Monición a la primera lectura (Hebreos 8, 6-13)
Siguiendo con el tema de Jesucristo como Sumo Sacerdote y Mediador, la carta a los Hebreos subraya la superioridad de la Nueva Alianza sobre la antigua, llevándola a su plenitud. Escuchemos.
PRIMERA LECTURA
Lectura de la carta a los Hebreos 8, 6-13
Hermanos:
Ahora a nuestro sumo sacerdote le ha correspondido un ministerio tanto más excelente, cuanto mejor es la alianza de la que es mediador, una alianza basada en promesas mejores.
En efecto, si la primera hubiera sido perfecta, no tendría objeto la segunda.
Pero a los antiguos les echa en cara:
«Mirad que llegan días —dice el Señor—,
en que haré con la casa de Israel
y con la casa de Judá una alianza nueva;
no como la alianza que hice con sus padres,
cuando los tomé de la mano para sacarlos de Egipto.
Ellos fueron infieles a mi alianza,
y yo me desentendí de ellos —dice el Señor—.
Así será la alianza que haré con la casa de Israel
después de aquellos días —oráculo del Señor—:
Pondré mis leyes en su mente
y las escribiré en sus corazones;
yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.
Y no tendrá que enseñar uno a su prójimo,
el otro a su hermano, diciendo:
«¡Conoce al Señor!»,
porque todos me conocerán,
del menor al mayor,
pues perdonaré sus delitos
y no me acordaré ya de sus pecados».
Al decir «alianza nueva», dejó anticuada la anterior; y lo que está anticuado y se hace viejo está a punto de desaparecer.
Palabra de Dios.
Monición al salmo responsorial (Salmo 84)
Con el salmo 84 alabemos a Dios misericordioso y fiel a sus promesas. Hagámoslo diciendo:
Salmo responsorial: Salmo 84, 8 y 10. 11-12. 13-14
R. La misericordia y la fidelidad se encuentran.
Muéstranos, Señor, tu misericordia
y danos tu salvación.
La salvación está ya cerca de sus fieles,
y la gloria habitará en nuestra tierra. R.
La misericordia y la fidelidad se encuentran,
la justicia y la paz se besan;
la fidelidad brota de la tierra,
y la justicia mira desde el cielo. R.
El Señor nos dará la lluvia,
y nuestra tierra dará su fruto.
La justicia marchará ante él,
la salvación seguirá sus pasos. R.
Monición al Evangelio (Marcos 3, 13-19)
El Evangelio de San Marcos nos cuenta cómo Jesús, después de dar a conocer su poder a través de varios milagros y haber comenzado el anuncio de la Buena Nueva de salvación, finalmente elige a doce, que a partir de ahora estarán con Él y le seguirán a todas partes.
EVANGELIO
Lectura del santo evangelio según san Marcos 3, 13-19
En aquel tiempo, Jesús, mientras subía a la montaña, fue llamando a los que él quiso, y se fueron con él.
A doce los hizo sus compañeros, para enviarlos a predicar, con poder para expulsar demonios. Así constituyó el grupo de los Doce:
Simón, a quien dio el sobrenombre de Pedro, Santiago el de Zebedeo y su hermano Juan, a quienes dio el sobrenombre de Boanerges —Los Truenos—, Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el de Alfeo, Tadeo, Simón el Celotes y Judas Iscariote, que lo entregó.
Palabra del Señor.
Oración de los fieles
Presidente: Dios ha tenido piedad de su pueblo y ha cambiado la infidelidad de la primera alianza con un segundo pacto, en el cual ha asumido para sí mismo, mediante su Hijo, la misión de ser fiel. Agradecidos y con corazón sincero, dirijámonos a Él diciendo todos:
Muéstranos, Señor, tu justicia.
- Por la Iglesia, para sea colmada de nuevas vocaciones y, fundamentando su acción en Jesús, enfrente con alegría las fatigas cotidianas para que no se escandalice por el mal. Oremos.
- Por la evangelización y la salvación del mundo, para que la predicación y el anuncio del Evangelio puedan ser acogidos por todos los hombres, para llevarles serenidad y paz. Oremos.
- Por los que sufren por su infidelidad a la Palabra de Dios, para que confíen su mente y su corazón a Cristo, mediador perfecto y piedra angular, y recobren la alegría que nos da el Espíritu Santo. Oremos.
- Por todos nosotros, para que los sacramentos de la reconciliación y de la Eucaristía disuelvan los nudos del pecado y nos liberen el alma para el encuentro con Dios. Oremos.
Presidente: Oh Dios, que has puesto tu ley en nuestros corazones y te has revelado a nosotros en tu misericordia, acoge benigno nuestras súplicas. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.
Presentación de las Ofrendas
«El Señor nos dará la lluvia, y nuestra tierra dará su fruto», hemos escuchado afirmar al salmista. De ese fruto de la tierra, ahora llevamos los dones de pan y vino al altar.
Comunión
En la Eucaristía recibimos «la Sangre de la Nueva Alianza». Participamos de la de la vida que nos comunica, tanto en su Palabra, como en el sacramento de su Cuerpo y de su Sangre. Acerquémonos con esa fe a comulgar.
Final
Queridos hermanos, en una elección gratuita Dios ha seleccionado a un grupo de doce. También a nosotros nos ha elegido para formar parte de esta Iglesia Apostólica. Nos ha elegido gratuitamente para la fe cristiana y ahora nos vamos a nuestros hogares a vivir esa fe.
También te puede interesar:
- Moniciones para todos los días del ciclo C (2024-2025)
- ¿Qué son las moniciones en las celebraciones litúrgicas?
- La Oración Universal (Oración de los Fieles)
- Taller para lectores o proclamadores de la Palabra
- Cuál es el color y tamaño adecuado para el mantel del altar?
Fuentes: Aldazábal, José, Enséñanos tus caminos 4, Centro de Pastoral Litúrgica, Barcelona, 1996; Monjas Agustinas de los Cuatro Santos Coronados, Oración de los Fieles Tiempo Ordinario Ciclo Ferial, Ed San Pablo, Bogotá, Colombia.