Monición de entrada
Tengan buenos días (tardes, noches) amadísimos hermanos. Con mucha alegría nos reunimos hoy, viernes de la vigésimo primera semana del tiempo ordinario, para la celebración eucarística diaria. Sean todos bienvenidos.
Las lecturas nos siguen preparando para nuestro encuentro definitivo con Cristo. Que esta celebración nos llene de fe y esperanza, para encaminarnos hacia la segunda venida del Señor.
Cantemos todos, para comenzar esta misa. De pie, por favor.
->Únete a nuestro Grupo de Telegram
->También te puede interesar:
- Moniciones para todos los días del ciclo A (2022-2023)
- ¿Qué son las moniciones en las celebraciones litúrgicas?
- La Oración Universal (Oración de los Fieles)
- Taller para lectores o proclamadores de la Palabra
- Cuál es el color y tamaño adecuado para el mantel del altar?
Moniciones a las lecturas
Monición a la primera lectura (1 Tesalonicenses 4, 1-8)
En la primera lectura, escucharemos una llamada de Pablo a la santidad de vida, en la que insiste en cierto preceptos que antes les había formulado oralmente a los cristianos de Tesalónica. Pongamos atención.
PRIMERA LECTURA
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 4, 1-8
Hermanos, por Cristo Jesús os rogamos y exhortamos:
Habéis aprendido de nosotros cómo proceder para agradar a Dios; pues proceded así y seguid adelante.
Ya conocéis las instrucciones que os dimos, en nombre del Señor Jesús.
Esto quiere Dios de vosotros: una vida sagrada, que os apartéis del desenfreno, que sepa cada cual controlar su propio cuerpo santa y respetuosamente, sin dejarse arrastrar por la pasión, como hacen los gentiles que no conocen a Dios.
Y que en este asunto nadie ofenda a su hermano ni se aproveche con engaño, porque el Señor venga todo esto, como ya os dijimos y aseguramos.
Dios no nos ha llamado a una vida impura, sino sagrada. Por consiguiente, el que desprecia este mandato no desprecia a un hombre, sino a Dios, que os ha dado su Espíritu Santo.
Palabra de Dios.
Monición al salmo responsorial (Salmo 96)
Nos ha exhortado san Pablo a una vida sagrada. El salmo 96 nos recuerda la alegría que esta vida santa proporciona. Su fundamento es el amor, la protección y la liberación que provienen del Señor. Unámonos al salmista diciendo:
Salmo responsorial: Salmo 96, 1 y 2b. 5-6. 10. 11-12
R. Alegraos, justos, con el Señor.
El Señor reina, la tierra goza,
se alegran las islas innumerables.
Justicia y derecho sostienen su trono. R.
Los montes se derriten como cera
ante el dueño de toda la tierra;
los cielos pregonan su justicia,
y todos los pueblos contemplan su gloria. R.
El Señor ama al que aborrece el mal,
protege la vida de sus fieles
y los libra de los malvados. R.
Amanece la luz para el justo,
y la alegría para los rectos de corazón.
Alegraos, justos, con el Señor,
celebrad su santo nombre. R.
Monición al Evangelio (Mateo 25, 1-13)
Dentro del discurso escatológico de Jesús, que iniciamos ayer, hoy Jesús nos pone una parábola que incide sobre la actitud propia del cristiano en el tiempo que media entre la ascensión de Jesús y su vuelta gloriosa al final de los tiempos como juez de vivos y muertos.
EVANGELIO
Lectura del santo evangelio según san Mateo 25, 1-13
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola:
—«Se parecerá el reino de los cielos a diez doncellas que tomaron sus lámparas y salieron a esperar al esposo.
Cinco de ellas eran necias y cinco eran sensatas.
Las necias, al tomar las lámparas, se dejaron el aceite; en cambio, las sensatas se llevaron alcuzas de aceite con las lámparas.
El esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron.
A medianoche se oyó una voz:
«¡Que llega el esposo, salid a recibirlo!».
Entonces se despertaron todas aquellas doncellas y se pusieron a preparar sus lámparas.
Y las necias dijeron a las sensatas:
«Dadnos un poco de vuestro aceite, que se nos apagan las lámparas».
Pero las sensatas contestaron:
«Por si acaso no hay bastante para vosotras y nosotras, mejor es que vayáis a la tienda y os lo compréis».
Mientras iban a comprarlo, llegó el esposo, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de bodas, y se cerró la puerta.
Más tarde llegaron también las otras doncellas, diciendo:
«Señor, señor, ábrenos».
Pero él respondió:
«Os lo aseguro: no os conozco».
Por tanto, velad, porque no sabéis el día ni la hora».
Palabra del Señor.
->Únete a nuestro Grupo de Telegram
¿Quieres unirte a un grupo en el que puedas rezar el Santo Rosario? Dale clic a este enlace para formar parte de este grupo de WhatsApp, promovido por Cristomaniacatolica.com
Oración de los fieles
Presidente: Al Señor, que mira en nuestro corazón y ya sabe lo que necesitamos, manifestémosle nuestras necesidades diciendo:
Señor, ayúdanos a guardar tu Palabra.
- Por la Iglesia, para que siempre tienda a la meta celestial y sepa vivir cada momento como una ocasión para hacer el bien prestando atención a cada persona que encuentra, Oremos.
- Por el Papa Francisco, para que el Señor guarde y guíe sus pasos, para que con sabiduría y humildad pueda desarrollar la tarea que le ha sido asignada. Que nos enseñe a perseverar en la oración y a saber reconocer los signos de la presencia del Señor en nuestra vida, sin caer en la desesperación y en el miedo por el futuro. Oremos.
- Por las mujeres consagradas, para que cada día sepan perder su propia vida por el Evangelio y hallen en el encuentro con el Señor la fuerza y hallen para vivir con El las crisis y los miedos. Que con su presencia alegre puedan ser la luz que conduce al Padre a todo hombre que busca, aun sin saberlo, la verdad. Oremos.
- Por la conversión del mundo, para que la Palabra de Dios resuenen en todos los rincones de la tierra, para preparar a los hombres para su encuentro final con el Señor. Oremos.
- Por los que sufren por diferentes causas en el mundo, para que la esperanza nunca desaparezca en ellos y vean claramente en su vida los signos de la presencia providencial de Dios. Oremos.
- Por cada uno de nosotros, para que permanezcamos vigilantes y preparados para nuestro encuentro con el Señor, el día que Él decida llamarnos a su presencia. Oremos.
Presidente: Padre, escucha nuestras plegarias y haznos capaces de compartir tus dones y de escuchar tu voz, para alcanzar juntos tu Reino. Por Cristo nuestro Señor. Amén.
Presentación de las Ofrendas
Llevemos al altar, con los dones de vino y pan, nuestros anhelos de poder un día encontrarnos con Cristo en la Patria Celestial,
Comunión.
Cristo viene constantemente a nuestra vida. Hoy lo hace con su presencia eucarística. Que nuestro caminar hacia el altar, sea signo de nuestro camino hacia el encuentro con Jesús
para ser admitidos al banquete eterno de su Reino.
Final
Queridos hermanos, vayamos a tener siempre ardiendo la lámpara de la fe que Dios encendió en nosotros el día primero de nuestro bautismo.
->Únete a nuestro Grupo de Telegram
También te puede interesar:
- Moniciones para todos los días del ciclo A (2022-2023)
- ¿Qué son las moniciones en las celebraciones litúrgicas?
- La Oración Universal (Oración de los Fieles)
- Taller para lectores o proclamadores de la Palabra
- Cuál es el color y tamaño adecuado para el mantel del altar?
Una forma de agradecer por este servicio que te brindamos es comentando y compartiendo nuestras publicaciones.
Fuentes: Caballero, B., La Palabra cada día, Ed San Pablo, Madrid, 1990; Aldazábal, José, Enséñanos tus caminos 5, Centro de Pastoral Litúrgica, Barcelona, 1996; Secretariado Nacional de Liturgia, Comentarios Bíblicos al Leccionario del Tiempo Ordinario; Monjas Agustinas de los Cuatro Santos Coronados, Oración de los Fieles Tiempo Ordinario Ciclo Ferial, Ed San Pablo, Bogotá, Colombia