Más humor sano…
Hay personas que consideran que los cristianos debemos ser muy serios, incluso se molestan un poco cuando algún sacerdote muy animoso, dinámico y cómico suelta algún chiste durante sus homilías. Bien, de todo hay en la viña del Señor. Lo cierto es que San Pablo nos pide que estemos «alegres», siempre «alegres» (Cf. 1 Ts 5m 16). Por eso queremos hacerles el rato agradable con estos chistes que ustedes pueden compartir con sus familiares y amigos… Chistes sanos, porque es penoso leer chistes religiosos en algunos sitios web donde se denigra a la Iglesia, a los santos, a los sacerdotes, a las religiosas, a Dios mismo!
Mal entendido
Siempre hay algunas dificultadas en el idioma. Cuando del español se trata, hay países o regiones en que no se pronuncia la «S» o se sustituye la «R» por la «L». Este es un mal entendido producto de esa pequeña barrera del idioma:
Estaba un sacerdote sentado en la mesa a punto de almorzar, cuando de repente entra un hombre asustado gritando:
– Padre.. padre he pecado, padre, he pecado!
El padre asustado también le responde:
– No, no, es pollo! Estoy cocinando pollo!
Cosas de Abogados
Seguramente los abogados entenderán con mucha más facilidad este chiste: Llega un abogado al cielo y toca la puerta, en eso le sale a recibir San Pedro y le pregunta:
-¿Y tú quién eres?
– Yo soy abogado
– Los abogados no entran aquí.
– Claro que sí, para eso el cielo es un lugar público… ¿y tú quién eres?
– Soy el Portero y Guardián del Cielo…
Entonces muéstrame tu «Acta de Nombramiento».
San Pedro titubea por un momento y se va a preguntarle a Jesús:
– Señor, allí afuera hay un abogado que dice que puede ingresar al cielo porque es un lugar público
Jesús se acerca con el abogado y le dice:
– Mira, aquí no entra ningún abogado.
El abogado molesto le pregunta:
– ¿Y tú quién eres?
– Yo soy el hijo de Dios…
– Entonces muéstrame tu Partida de Nacimiento», a ver si es cierto.
Se voltea Jesús y le dice a San Pedro:
– Mira mejor dejamos entrar a este abogado o luego me pedirá el «Acta de Matrimonio» de mi padre y entonces sí que estamos jodidos…
Conversión: ¿tan malo será el matrimonio?
– Yo no creía en Dios ni en nada de esas cosas, pero mi mujer me hizo creyente
– ¿Y eso?
– ¡Yo no creía en el infierno hasta que me casé con ella…!
P.D.: «El Matrimonio es la única guerra en la que se duerme con el enemigo»
Causante
Este es un pequeño diálogo entre dos amigos:
-¿Sabes tú cuál es la causa principal de tanto divorcio en la actualidad?
– Ummm.. umm… bueno, hay tantas causas, pero creo que la principal es la infidelidad… aunque podría ser la falta de entendimiento…
– Noooo! La principal causa del «divorcio» es «el matrimonio»
Oportunidad en el infierno
Llegan tres hombres al infierno: un americano, un hindú y un español. El diablo les dice:
-Les daré una oportunidad de ir al cielo. Aquel que aguante seis latigazos míos se podrá ir. Antes de los latigazos podrán ponerse lo que quieran en la espalda, ¡a ver si los aguantan!
Los hombres aceptan. Primero va el americano, coge una enorme piedra y el diablo, al primer latigazo, la rompe y los restantes latigazos caen directamente en la espalda de aquel pobre hombre. El americano ya no soporta y grita desesperado:
-¡Vale! ¡Vale! ¡Mejor me quedo!
Después le toca al hindú, que se arrodilla sin ponerse nada. Dice el diablo asombrado:
-¡Te crees muy valiente! ¿No te vas a poner nada en la espalda?
-No, ¡sólo necesito meditación!
-Bueno, como quieras…
Da el primer latigazo y el hindú sólo gime un poco, el segundo latigazo y el hindú tranquilo, da el tercero y el hindú fresco como una lechuga. Llega hasta el sexto latigazo y el diablo le dice:
-Bueno, lo prometido es deuda, te puedes ir al cielo.
Le toda ahora el turno al español, que se arrodilla y tampoco se pone nada, a lo que el diablo dice:
-¿Tú tampoco te pones nada?
-¿Puedo ponerme lo que quiera?
-¡Lo que quieras!
-¡A ver, tú hindú, VEN AQUÍ!
Lo mismo del año pasado!
El Domingo de Ramos, un sacerdote comenzaba su homilía poniendo a la gente en el contexto del Evangelio que acababa de leer.
– Y Jesús fue primero coronado de espinas…
Y en ese instante lo interrumpe un borrachito que había ingresado a la Iglesia burlando la seguridad:
– Lo mismito del año pasado!
– Y luego fue le colocaron la cruz, continúa el sacerdote, y lo llevaron camino al calvario…
– Lo mismo del año pasado!
– En el camino se encontró con su Santísima Madre…
– Lo mismo del año pasado!
Ahora ya un poco enojado el sacerdote llama a la seguridad del templo y les da una tajante orden:
-Saquen a ese impío de la iglesia!!!
Y el borrachito, mientras lo arrastraban hacia la puerta, grita más fuerte:
– Lo mismito del año pasado!
Justificación
– ¿A qué horas te acuestas?
– ¿A las doce de la noche?
– ¿Y rezas algo antes de acostarte?
No, porque me da pena despertar a Dios a esa hora.
Exceso de Velocidad
Un chofer consiguió una medalla de la Virgen del Carmen, patrona de los conductores. Inició un viaje a gran velocidad en su motocicleta y fue a chocar contra un camión, muriendo en el instante. Al llegar al cielo, lo primero que hizo fue buscar a la Virgen y reclamarle: «¿Por qué no me protegiste?».
-¿A qué velocidad corrías, hijo mío?
– A 120 Millas por hora
– Ah, hijo, es que cuando el velocímetro marca 80 yo me bajo del vehículo
Errores en las lecturas de la misa
Un sacerdote nervioso leyendo el evangelio: » Y Herodes encerró entonces a Juan Bautista en un calabazo»
Un lector comenzando la lectura de la carta a los Hebreos: «Lectura de la carta a los ebrios»
Un lector leyendo el salmo 128 que dice «Tu mujer, como parra fecunda, dentro de tu casa», la leyó como: «Tu mujer, como perra fecunda, dentro de tu casa»
Obras de misericordia
El sacerdote de una parroquia estaba molesto porque ya hacía varios días estaba un burro muerto en la calle, frente a la iglesia parroquial y las autoridades municipales no habían hecho nada por retirar ese cadáver, así que decidió llamar al Señor Alcalde.
Sacerdote: «Es el colmo, Señor Alcalde, un burro muerto en plena vía pública y usted no hace nada por retirarlo».
Alcalde: «Pero, reverendo, ¿acaso no es obligación suya enterrar a sus feligreses?
Sacerdote: «Sí, Señor Alcalde, pero el deber me obliga a avisar primero a los parientes del difunto».
Oración desesperada
Estaba el sacerdote predicando su homilía cuando, de repente, un gran terremoto sacude el pueblo y todo en la Iglesia empieza a moverse. Tratando de mantener la calma, el sacerdote pide a la feligresía que ore y él mismo va dirigiendo el rezo:
– El Padre Nuestro! – Y todo el pueblo comienza rezando: «Padre Nuestro, que estás en el cielo…»
– El Ave María! – Y la feligresía sigue rezando: «Dios te salve, María…»
Pero en ese momento el sacerdote dirige su mirada hacia el techo del templo y ve que las tablas del cielo falso vienen hacia abajo y grita asustado: ¡Las tablas! ¡Las tablas!. Y todo el pueblo le sigue diciendo: Dos por una, dos; dos por dos, cuatro; dos por tres, seis…