Qué es el Santo Rosario
El Santo Rosario es una maravillosa oración y una potente arma para vencer al maligno y lograr la conversión de los corazones más duros. Una oración apreciada por muchos santos y recomendada por el Magisterio de la Iglesia; de carácter mariano, pero centrada en Cristo.
La misma Santísima Virgen María nos pide insistentemente que recemos el Santo Rosario. En muchas de sus apariciones, como en Lourdes, en Fátima, en Beauraing y en Banneux –por no mencionar más que apariciones aprobadas por la Iglesia– la
Virgen se aparece con el rosario en las manos y recomienda que hagamos esta práctica de devoción cristiana.
Hace mucho tiempo, la Iglesia recomendaba rezar el rosario que consistía en recitar los 150 salmos; pero esta recomendación sólo la seguían las personas cultas y letradas, no la mayoría de los cristianos. Por esto, la Iglesia sugirió que aquellos que no supieran leer, suplantaran los 150 salmos por 150 Avemarías, divididas en quince decenas. A este «rosario corto» se le llamó «el salterio de la Virgen«.
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Las quince decenas correspondían a los misterios gozosos, dolorosos y gloriosos, cinco decenas para cada uno. Con el Papa Juan Pablo II, la Iglesia comenzó a rezar los misterios luminosos, pasando a 20 decenas, ya no 150 Avemarías, sino 200.
San Juan Pablo II exhorta también a todos los laicos a rezar, tanto la liturgia de las horas (salmos), como el Santo Rosario a la Virgen María:
Si en la Carta apostólica Novo millennio ineunte he alentado la celebración de la Liturgia de las Horas por parte de los laicos en la vida ordinaria de las comunidades parroquiales y de los diversos grupos cristianos[39] deseo hacerlo igualmente con el Rosario. Se trata de dos caminos no alternativos, sino complementarios, de la contemplación cristiana. Pido, por tanto, a cuantos se dedican a la pastoral de las familias que recomienden con convicción el rezo del Rosario.
Rosarium Virginis Mariae (41)
Cada Padrenuestro y Avemaría, rezados en el Santo Rosario, es una rosa colocada sobre la cabeza de la Santísima Virgen María. Cada rosario es una corona de rosas para la Madre de Dios. El Hermano Alfonso Rodríguez, jesuita, rezaba con tanto fervor, que veía con frecuencia salir de su boca una rosa encarnada a cada Padrenuestro y una rosa blanca a cada Avemaría: iguales ambas en belleza y fragancia y sólo diferentes en el color.
Más explicaciones sobre el Rosario, su historia, el poder de esta oración y testimonios los iremos compartiendo en futuras publicaciones. Por ahora continuemos con la forma de rezarlo.
Cómo se reza el Santo Rosario a la Virgen María
Aclaraciones previas
La forma de rezarlo tiene algunas ligeras variaciones según la provincia (país) o región. La piedad popular agrega ciertas jaculatorias y oraciones cortas al final del rezo de los cinco misterios correspondientes al día. También, en algunas regiones se inicia con con la invocación del Salmo 69: «Dios mío ven en mi auxilio, Señor date prisa en socorrerme», como para alimentar en el orante la humilde conciencia de su propia indigencia; en otras, se comienza recitando el Credo, como haciendo de la profesión de fe el fundamento del camino contemplativo que se emprende. Ambas son formas de iniciarlo son legítimas.
La esencia del Rosario está en el rezo de las 5 decenas de Avemarías para los misterios del día, iniciando cada decena con un Padrenuestro. Las letanías, aunque no forman parte estricta del rosario, son un arma poderosa en nuestra batalla contra el enemigo. Además de ser súplicas, son alabanzas a la Madre de Dios; a Satanás lógicamente no le gustan esos «piropos» que los cristianos dirigimos a la Mujer que pisotea su cabeza.
Por eso es recomendable incluirlas en cada rosario, además de orar por las intenciones del Papa y la Salve Regina.
La distribución de los misterios para cada día (por ejemplo los gloriosos para miércoles y domingos), no pretende limitar una conveniente libertad en la meditación personal y comunitaria, según las exigencias espirituales y pastorales y, sobre todo, las coincidencias litúrgicas que pueden sugerir oportunas adaptaciones. Por ejemplo, pueden rezarse solo los misterios gloriosos durante toda la Octava de Pascua o los gozosos durante toda la Octava de Navidad.
Pare el presente esquema sugerido:
- Al final de la página puede encontrar las oraciones para cada misterio (Padre Nuestro, Avemaría, Gloria y la Oración de Fátima
- En las letanías están incluidas las tres nuevas del papa Francisco.
- T= Todos; D= Persona que dirige el Rosario.
Guía para rezar el Rosario
Esta guía está basada en la encíclica Rosarium Virginis Mariae (37) del Santo Padre Juan Pablo II
1- Señal de la Cruz
T.- Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
D.- Dios mío, ven en mi auxilio.
T.- Señor, date prisa en socorrerme.
D.- Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
T- Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
2. Decenas del rosario
Para cada misterio del día correspondiente, se enuncia el misterio y luego se reza un Padre Nuestro, 10 Avemarías, un Gloria y la Oración de Fátima (Oh Jesús mío, perdona…)
Primer Misterio
Gozosos (lunes y sábado): La Anunciación del Ángel a la Virgen María ( o La Encarnación del Hijo de Dios).
Dolorosos (martes y viernes): La Oración de Jesús en el Huerto de Getsemaní.
Gloriosos (miércoles y domingo): La Resurrección del Hijo de Dios.
Luminosos (jueves): El Bautismo de Jesús en el Jordán.
Padrenuestro, Avemaría (10 veces), Gloria, Oh Jesús mío…
Segundo Misterio
Gozosos (lunes y sábado): La Visitación de María a su prima Santa Isabel.
Dolorosos (martes y viernes): La Flagelación de Jesús atado a la columna.
Gloriosos (miércoles y domingo): La Ascensión de Nuestro Señor Jesucristo al cielo.
Luminosos (jueves): La Autorrevelación de Jesús en las Bodas de Caná.
Padrenuestro, Avemaría (10 veces), Gloria, Oh Jesús mío…
Tercer Misterio
Gozosos (lunes y sábado): El Nacimiento del Hijo de Dios en el portal Belén.
Dolorosos (martes y viernes): La Coronación de espinas.
Gloriosos (miércoles y domingo): La Venida del Espíritu Santo.
Luminosos (jueves): El anuncio del Reino de Dios invitando a la conversión.
Padrenuestro, Avemaría (10 veces), Gloria, Oh Jesús mío…
Cuarto Misterio
Gozosos (lunes y sábado): La Presentación de Jesús en el templo.
Dolorosos (martes y viernes): Jesús con la Cruz a Cuestas camino del Calvario.
Gloriosos (miércoles y domingo): La Asunción de la Virgen María al Cielo.
Luminosos (jueves): La Transfiguración de Jesús.
Padrenuestro, Avemaría (10 veces), Gloria, Oh Jesús mío…
Quinto Misterio
Gozosos (lunes y sábado): El Niño Jesús perdido y hallado en el templo.
Dolorosos (martes y viernes): La crucificción y muerte de Jesús
Gloriosos (miércoles y domingo): La Coronación de María como Reina y Señora de todo lo creado.
Luminosos (jueves): La Institución de la Eucaristía.
3. Al terminar el 5° Misterio:
D.- Por las intenciones del Santo Padre, rezaremos un Padre Nuestro y tres Avemarías:
D.- Padre Nuestro, que estás en el cielo…
D.- Dios te salve María, Hija de Dios Padre, en tus manos encomendamos nuestra fe para que la ilumines, llena eres de gracia, el Señor es contigo…
D.- Dios te salve María, Madre de Dios Hijo, en tus manos encomendamos nuestra esperanza para que la alientes, llena eres de gracia, el Señor es contigo…
D.- Dios te salve María, Esposa de Dios Espíritu Santo, en tus manos encomendamos nuestra caridad para que la inflames, llena eres de gracia, el Señor es contigo…
T.- Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra: Dios te salve. A ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos y, después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clemente! ¡oh piadosa! ¡oh dulce Virgen María!
D.- Ruega por nosotros santa Madre de Dios,
T.- Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Letanías a la Santísima Virgen María
Señor, ten piedad de nosotros R/ Señor, ten piedad de nosotros
Cristo, ten piedad de nosotros R/ Cristo, ten piedad de nosotros
Señor, ten piedad de nosotros R/ Señor, ten piedad de nosotros
Cristo óyenos R/ Cristo óyenos
Cristo escúchanos R/ Cristo escúchanos
Dios Padre celestial R/ ten piedad de nosotros
Dios Hijo redentor del mundo R/ ten piedad de nosotros
Dios Espíritu Santo R/ ten piedad de nosotros
Santísima Trinidad, que eres un solo Dios R/ ten piedad de nosotros
* A todas las letanías siguientes respondemos R/ Ruega por nosotros
Santa María
Santa Madre de Dios,
Santa Virgen de las Vírgenes,
Madre de Cristo,
Madre de la Iglesia,
Madre de la Misericordia,
Madre de la divina gracia,
Madre de la Esperanza
Madre purísima,
Madre castísima,
Madre siempre virgen,
Madre inmaculada,
Madre amable,
Madre admirable,
Madre del buen consejo,
Madre del Creador,
Madre del Salvador,
Madre de misericordia,
Virgen prudentísima,
Virgen digna de veneración,
Virgen digna de alabanza,
Virgen poderosa,
Virgen clemente,
Virgen fiel,
Espejo de justicia,
Trono de la sabiduría,
Causa de nuestra alegría,
Vaso espiritual,
Vaso digno de honor,
Vaso de insigne devoción,
Rosa mística,
Torre de David,
Torre de marfil,
Casa de oro,
Arca de la Alianza,
Puerta del cielo,
Estrella de la mañana,
Salud de los enfermos,
Refugio de los pecadores,
Consuelo de los migrantes,
Consoladora de los afligidos,
Auxilio de los cristianos,
Reina de los Ángeles,
Reina de los Patriarcas,
Reina de los Profetas,
Reina de los Apóstoles,
Reina de los Mártires,
Reina de los Confesores,
Reina de las Vírgenes,
Reina de todos los Santos,
Reina concebida sin pecado original,
Reina asunta a los Cielos,
Reina del Santísimo Rosario,
Reina de la familia,
Reina de la paz.
T.- En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
ORACIONES E INVOCACIONES PARA CADA DECENA DEL ROSARIO
El Padre Nuestro
D.-Padre Nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.
T.- Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.
Amén.
Ave María
D.- Dios te salve, María;
llena eres de gracia; el Señor es contigo;
bendita tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
T.- Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Gloria
D.- Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
T- Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén
Oración de Fátima
T.- Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados y líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu misericordia. Amén