Monición de entrada
Queridos hermanos, tengan todos muy buenos días (tardes, noches). Sean todos bienvenidos a esta gran fiesta que nos une en una sola familia, como uno son el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
El domingo pasado celebrábamos la venida del Espíritu Santo, el nacimiento de nuestra santa madre la Iglesia, y terminábamos el tiempo pascual. Hoy retomamos el tiempo ordinario, dando gracias a la Santísima Trinidad por su acción redentora en medio de nosotros, su pueblo santo. Estamos hoy en esa gran solemnidad de la Santísima Trinidad, como una sola familia, como una comunidad unida por el Espíritu Santo, a imagen del Dios Uno y Trino.
Damos la gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, y de pie cantamos jubilosos para comenzar esta santa celebración…
Moniciones a las lecturas
Monición única para todas las lecturas
Las lecturas de hoy nos presentan a un Dios que es trascendente, misterioso,
pero a la vez cercano a nuestra vida y lleno de amor y misericordia. El libro del Éxodo nos descubre que la revelación del Dios “clemente y compasivo” no es patrimonio exclusivo del Nuevo Testamento. No obstante, es en Jesús, el Hijo único del Padre, donde contemplamos el icono más expresivo de su amor y fidelidad hacia nosotros, según nos recuerda el evangelio de Juan. Por eso Pablo, saludando a la comunidad de Corinto, expresa con una fórmula trinitaria esa donación total de Dios, que, saliendo de sí mismo, se nos ha manifestado como gracia, amor y comunicación de dones espirituales.
Atentos y con mucho respeto, escuchemos esta Santa Palabra
Moniciones para cada lectura
Monición a la primera lectura (Éxodo: 34, 4b-6. 8-9)
En el relato del Éxodo se muestra un encuentro de Moisés con Yahvé, en el monte Sinaí. Ahí Dios nos revela su compasión y misericordia, que se manifestará para nosotros en su Hijo, Jesucristo.
PRIMERA LECTURA
Lectura del libro del Éxodo: 34, 4b-6. 8-9
En aquellos días, Moisés subió de madrugada al monte Sinaí, como le había mandado el Señor, llevando en la mano las dos tablas de piedra.
El Señor bajó en la nube y se quedó con él allí, y Moisés pronunció el nombre del Señor.
El Señor pasó ante él, proclamando:
—«Señor, Señor, Dios compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia y lealtad».
Moisés, al momento, se inclinó y se echó por tierra.
Y le dijo:
«Si he obtenido tu favor, que mi Señor vaya con nosotros, aunque ése es un pueblo de cerviz dura; perdona nuestras culpas y pecados y tómanos como heredad tuya».
Palabra de Dios.
Monición al salmo responsorial (Daniel 3, 52. 53. 54. 55. 56)
El salmo nos hace entonar con alegría una alabanza cósmica y de historia
de salvación. Unámonos al salmista diciendo todos:
Interleccional: Daniel 3, 52. 53. 54. 55. 56
R. A ti gloria y alabanza por los siglos.
Bendito eres, Señor, Dios de nuestros padres,
bendito tu nombre santo y glorioso. R.
Bendito eres en el templo de tu santa gloria. R.
Bendito eres sobre el trono de tu reino. R.
Bendito eres tú, que, sentado sobre querubines,
sondeas los abismos. R.
Bendito eres en la bóveda del cielo. R.
Monición a la segunda lectura (2 Corintios 13, 11-13)
Pablo anda siempre preocupado por que reine la paz y la unidad entre los cristianos, esta vez de Corinto. En esta consigna que les da al final de su carta, entra de lleno una visión «trinitaria» de la vida cristiana. Esta referencia al Dios Trino debe unirnos a los cristianos.
SEGUNDA LECTURA
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios 13, 11-13
Hermanos:
Alegraos, enmendaos, animaos; tened un mismo sentir y vivid en paz. Y el Dios del amor y de la paz estará con vosotros.
Saludaos mutuamente con el beso ritual.
Os saludan todos los santos.
La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo esté siempre con todos vosotros.
Palabra de Dios.
Monición al Evangelio (Juan 3, 16-18)
En el Evangelio de San Juan, la liturgia nos presenta hoy un diálogo cristológico con Nicodemo, en el que Jesús se presenta como el Hijo y Enviado de Dios para salvar al mundo, de modo que se salven todos por él.
Nos preparamos a la escucha de la Buena Nueva de salvación, cantando el aleluya.
EVANGELIO
Lectura del santo evangelio según san Juan 3,1 6-18
Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna.
Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.
El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Hijo único de Dios.
Palabra del Señor.
Oración de los fieles
Opción 1
Presidente: Queridos hermanos, dirijamos nuestra oración unánime a Dios Padre, que ha revelado al mundo su grande amor en el don del Hijo Unigénito y del Espíritu Santo, y digamos todos con fe:
Escucha, Padre, la oración de tus hijos.
- Por la Iglesia, para que sea sacramento de unidad y de comunión vividad entre sus miembros y con toda la humanidad, a imagen de la comunión del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Oremos.
- Por nuestra nación y los países del mundo entero, para que encuentren caminos de paz y de justicia, y que sus gobernantes sean iluminados por el Espíritu Santo para que encuentren siempre vías de paz y reconciliación. Oremos.
- Por todos aquellos que pasan por situaciones difíciles en su vida, para que experimenten el amor del Padre, el consuelo de Cristo y la fortaleza del Espíritu Santo. Oremos.
- Por toda esta comunidad reunida en torno al altar del Señor, para que la gracia del bautismo, que nos a sido dado en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, crezca y fructifique con una adhesión al plan de Dios, cada vez más convencida y activa. Oremos.
Presidente: Padre misericordioso, escucha las oraciones que con fe te hemos presentado, y atiende a las que se han quedado en nuestros corazones. Te lo pedimos por Jesucristo tu Hijo, que contigo vive y reina, en unidad con el Espíritu Santo. Amén.
Opción 2
- Para que el Papa, Obispos y Sacerdotes sigan luchando por conseguir la unidad de todos los cristianos dispersos por el mundo. Roguemos al Señor.
- Para que la Santísima Trinidad inspire proyectos en nuestros gobiernos que busquen la unidad entre las diferentes fuerzas productivas que luchan por el progreso de nuestros pueblos. Roguemos al Señor.
- Para que el amor del Padre, manifestado en su Hijo Jesús nos mueva a practicar la caridad con todos aquellos más necesitados de nuestra sociedad. Roguemos al Señor.
- Para que, al celebrar este día la Solemnidad de la Santísima Trinidad, todos los aquí reunidos busquemos vivir en paz, armonía y hermandad; que seamos uno y así el mundo crea. Roguemos al Señor.
Presentación de las ofrendas
Hermanos, con las ofrendas del pan y el vino, presentemos también al Señor nuestra vida con todos sus esfuerzos.
Comunión
Queridos hermanos, Cristo, segunda persona de la Santísima Trinidad, hoy nos ofrece su Cuerpo y su Sangre. Con devoción acerquémonos a comulgar. Cantamos…
Final
Como el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son uno, también nosotros estamos llamados a vivir en unidad. Vayamos a mostrar esos sentimientos con nuestro prójimo.