La Oración
Cómo hablar con nuestro Padre: La Oración, sexto tema de crecimiento 1 para la Renovación Carismática. Una explicación amplia sobre los diferentes géneros de oración.
1. Introducción
Este tema no está diseñado para ser impartido en una sola clase. Se sugiere que cada comunidad evalúe impartirlo entre dos a tres clases de 45-60 minutos cada una.
En la clase anterior vimos:
- Qué es la oración
- El poder que tiene la oración
- Cómo debemos orar
- Buenos hábitos para la oración
Hoy vamos a continuar hablando sobre el mismo tema. Veremos los diferentes géneros o tipos de oración que realizamos en la Renovación Carismática; y otras consideraciones sobre ese diálogo con Dios que debemos tener todos los días.
Desde el día en que vivimos nuestro Bautismo en el Espíritu (Retiro de Iniciación o Cursillo/Seminario de vida en el Espíritu), ¿Cómo ha sido nuestra oración? Ya hace varias semanas o meses, conviene evaluar a estas alturas cómo está esa área en nuestro crecimiento espiritual. Les recordamos que la oración es una característica fundamental de todo hermano carismático, por ello, hoy, y no mañana, debemos evaluar con honestidad nuestro progreso.
- ¿Cuánto tiempo le dedicas a la oración personal? Recuerda que la oración comunitaria no sustituye a la oración personal. Si participas el domingo de la santa misa, no significa que ya es oración suficiente y no hay que dedicarle un espacio a la oración personal. Si ya has participado en oración de tu comunidad de Renovación Carismática, eso no te exime de hablar un momento personalmente con Dios. ¿Cuánto tiempo le dedicas a Dios para hablar a solas con él? ¿Cinco minutos? ¿Diez? ¿Veinte?. Aunque sean solo cinco minutos diarios, pero siendo constantes, todos los días, eso va creando hábito y poco a poco se va incrementando.
(Nota: hacer preguntas a la comunidad, compartir la experiencia sobre el tiempo que cada uno está dedicando a la oración) - ¿Ya tienes un lugar, hora y método para orar? ¿Qué tan difícil te está resultando?. Es tiempo de crear el hábito. Recuerda, así como al mediodía tu cuerpo te pide almuerzo, porque ya está acostumbrado a comer a esa hora, así tu espíritu te pedirá oración a una hora determinada si lo has acostumbrado a ello. Si aún no has dado este paso, no debes dejar un día más sin comenzar a intentarlo.
2. Rezo y Oración ¿Hay alguna diferencia?
En el Libro que estamos siguiendo como texto para estos crecimientos, de la Comunidad de San Juan Bautista, Coyoacán, México, cuando habla de la diferencia sobre Rezar y Orar, dice que:
«REZO: Una repetición de formas ya establecidas, impersonales a veces mecánicas y sin calor, no salidas del corazón sino repitiendo palabras de otros, sin atención en lo que decimos ni tratar de hablar directamente con el Señor.
ORACION: Hablar espontánea y libremente con Dios, dialogar naturalmente con El, como con un amigo; es la expresión de nuestra alma y la aspiración de nuestro ser»
Mucho cuidado, porque al tomar esa definición, así, al pie de la letra, se cae en una tendencia protestante. Son los hermanos separados los que se han dada a la tarea de establecer una diferencia muy marcada entre «orar» y «rezar». Esa definición de «REZO», así como está en el libro, menosprecia la riqueza que la Iglesia nos ofrece a través de oraciones «ya establecidas», pero que no por ello pasan a ser impersonales, mecánicas y sin calor, ni salidas del corazón, sin más explicación. Tampoco es ORACIÓN solo lo que surge espontáneamente. Expresarse así de las oraciones «ya establecidas» sería menospreciar la riqueza de los salmos, con los que «oraban» los judíos y oramos nosotros en la Liturgia de las Horas.
Como crítica tal vez estaría bien decir que «algunas veces» el rezo se vuelva impersonal, mecánico y sin calor. Puede suceder que al repetir una oración ya establecida, nos suceda lo del perico, que «dice lo que sabe, pero no sabe lo que dice». Pero de ahí a afirmar que el REZO sea siempre eso, hay una gran distancia y tendencia muy protestante.
Veamos el origen etimológico para que comprendamos que «Rezar» y «Orar» son sinónimos y que, aunque tienen alguna ligera diferencia, suelen usarse de manera similar en la liturgia católica.
Orar viene del latín orare; y rezar, del latín recitare, del que también proviene el español recitar. Los dos verbos tienen sentidos muy próximos: «Orare» significa “pronunciar una fórmula ritual, una oración, una defensa en un juicio”; «recitare», “leer en voz alta y clara” (por lo tanto, lo mismo que en español recitar). Según el uso corriente, en los países latinos y en las lenguas románicas prevaleció para orare el sentido de rezar, o sea, decir o hacer una oración o súplica religiosa (cf. A. Ernout–A. Meillet, Dictionnaire étymologique de la langue latine, Histoire des mots, Klincksieck, París 4ª ed., 1979, p. 469)
Atendiendo al origen etimológico, si se quiere establecer una diferencia, aclarando que es innecesaria para un católico, sería que cuando hablamos de oración nos referimos a todos los géneros a los que nos podemos referir: petición, acción de gracias, adoración, alabanza, meditación, contemplación y otras. Con «oración» podríamos referirnos tanto a la oración espontánea como la ya establecida, dicha en voz alta o en silencio. Y cuando hablamos de «rezar», podríamos referirnos a aquellas oraciones que «recitamos», o decimos en voz alta, ya sea espontáneas o ya establecidas previamente por alguien. ¿Ya ven por qué es una discusión sin sentido? No solo las «ya establecidas» decimos en voz alta, también la «espontánea».
En el ambiente protestante defienden la idea de que rezar es repetir oraciones ya establecidas, mientras que orar es hablar con Dios espontáneamente. El Evangelio de San Lucas 11,1-4 nos relata aquel acontecimiento en el que los discípulos, después de ver orando a Jesús, se le acercan y le piden que “les enseñe a orar”, y Jesús les dijo: «Cuando oréis, decid: Padre, santificado sea tu Nombre, venga tu Reino.. .» O sea, pidió que oraran con el mismo Padrenuestro con el que nosotros “rezamos” a Dios. Una oración ya establecida. ¿O fue que Jesús no les entendió y en vez de enseñarles a «orar», les enseñó a «rezar»?
Los protestantes dicen que rezar es repetir, atendiendo a la raíz de la palabra re-citare: Re = reiterar, repetir, y Citare = citar. ¿Y no ellos en sus oraciones a cada rato repiten «aleluya» o «gloria a Dios»?
«ORAR» y «REZAR» son SINÓNIMOS. La Liturgia de la Santa Iglesia utiliza en diversas ocasiones el «OREMUS», cual expresión traducida al castellano sería «oremos» o «recemos», puesto que son sinónimos. En Renovación Carismática debemos despreocuparnos de estar estableciendo diferencias y dejar que los protestantes se compliquen la vida con sus conceptos erróneos.
Antes de pasar a definir cada uno de los géneros de oración con que en nuestra comunidad nos comunicamos con Dios, es necesario recordar algunas cosas que ya dijimos en la clase anterior, y de esto sí debemos preocuparnos, de que nuestra oración tiene que ser con fe, en su voluntad, en todo momento y con alegría. Y esto último implica que nuestra disposición para dedicarle un momento a la oración no va a depender de nuestro estado de ánimo o de si tenemos tiempo o no.
3. Tipos (géneros) de oración
Reproducimos casi textualmente esta parte tal cual está en libro de Crecimientos de la Comunidad e San Juan Bautista; sin embargo, usted puede ampliar más sobre cada tipo de oración aquí contemplada y otros más.
Oración de Acción de Gracias
Ej. Gracias por mi familia, por la vida que me das, por el problema que tengo en este momento, por esta clase, por la comunidad, etc.
Oración de Confesión
Confiando nuestras debilidades ante nuestros hermanos, pidiendo al Señor nos perdone por ellas. Ej. Señor, perdóname por ser mentiroso, perdona la falta que tuve con mi esposo, mi falta de caridad, mi soberbia, mi pereza de hoy al levantarme. Es decir, ponemos ante el Señor y le pedimos perdón de nuestras faltas, tanto pasadas como presentes tanto de faltas generales como de alguna falta en particular del día de hoy.
Oración de Flecha
Es una frase dirigida a Dios con pocas palabras, y que encierra una petición ardiente y rápida. Ej. «Dame tu luz para hablar» «Auxílianos, Señor» (en un accidente). «Guía mis pasos».
Oración de Petición
Pidiendo especialmente por algún problema que en el momento nos preocupe, y uniéndonos a las peticiones de todos. Ej. Te pido por mi esposo, por mi trabajo, por el novio de mi hija, por mis problemas económicos, etc. (Todo el grupo puede unirse a cada petición, diciendo después de ella «Señor, te lo pedimos»).
Oración de Meditación
En silencio, dejando un tiempo nuestro pensamiento para Dios, su gloria, su Majestad, su Señorío, su Benevolencia con nosotros, su Redención, su Perdón.
Oración de Renuncia
Expresando nuestra decisión de abandonar aquellas cosas de nuestra vida que sabemos que a Dios no le agrada. Ej.: Renuncio al odio que le tenía a mi suegra; renuncio al de-seo de vengarme de mi jefe; renuncio a mi deseo de bienes terrenos, dinero, lujos, etc.
Oración de Intercesión
En esta oración pediremos por el hermano que está a nuestra derecha, pidiendo junto con él al Señor, que resuelva su problema, que le conceda su petición, etc. También podemos pedir por su crecimiento en el Señor, según nos inspire el Espíritu Santo para él. Puede después, hacerse una oración de intercesión por cosas o personas que no están presentes, en una segunda ronda de oración; Ej. Por los incrédulos, los que no tienen trabajo, los gobernantes, la juventud sin amor, etc.
Oración de Alabanza y Adoración
Alabando al Señor por su grandeza, por su poder, por su amor, por darnos a Jesús, usando frases nuestras o bien de la Biblia o de la Iglesia: Ej.: Alabado seas, Señor, por tu hermosura. Bendice al Señor, alma mía, del fondo de mi ser,’ su santo nombre. ¡Santo, Santo, Santo, eres, Señor Dios del Universo!
TALLER:
Al finalizar la última clase sobre este tema, se sugiere que en grupos de reflexión, cada pastor haga un taller con sus ovejas, poniendo en práctica cada uno de los tipos de oración expuestos, especialmente aquellos que se practican en la comunidad, dado que no todas las comunidades oran con los mismos géneros de oración, aunque algunos sean comunes.
Primero se aclaran dudas, y luego se explica el orden en que se seguirán las oraciones o la dinámica a seguir para que cada oveja ponga en práctica lo aprendido.
TAREAS:
- Comenzar a practicar los diferentes tipos de oración en nuestra oración personal de todos los días
- Memorizar la cita lema: «Orad constantemente. En todo dad gracias, pues esto es lo que Dios, en Cristo Jesús, quiere de vosotros» (1 Ts 5, 17-18)
- Control de Lectura: leer el capítulo 7 del Evangelio de San Mateo y compartir en el grupo de reflexión en la siguiente clase.