Color: verde / Salterio: Semana III
Monición de entrada
Queridos hermanos, nos da mucha alegría recibirles para la celebración de esta Santa Misa en el Vigésimo Tercer domingo del Tiempo Ordinario. Sean todos bienvenidos.
Las lecturas de hoy nos confirman que Dios sigue siendo el cercano, y su proyecto salvador continúa, y su poder curativo sigue manifestándose, aunque también nos invitan a que colaboremos nosotros con nuestro esfuerzo para vencer al mal en todos los órdenes.
Sintiendo esa cercanía de Dios, cantemos con gozo para comenzar esta Santa Misa. De pie…
Moniciones a las lecturas
Monición única para todas las lecturas
En consonancia con las lecturas del domingo pasado, la palabra del profeta Isaías y la de Jesús convergen hoy en anunciar la liberación frente a todas las servidumbres, en ser Buena Noticia para todos que elimina las trabas y los miedos, razones por las que el salmista nos lleva a alabar a Dios. También hoy el Señor nos habla a cada uno de nosotros y viene a ofrecernos una palabra gozosa, liberadora y llena de esperanza. Escuchémosla con mucha atención.
Moniciones para cada lectura
Monición a la primera lectura (Isaías 35, 4-7a)
El pueblo de Israel estaba en una situación dramática, que parecía sin remedio. Pero el profeta le asegura la cercanía de Dios y su voluntad de curar todos sus males.
PRIMERA LECTURA
Lectura del libro de Isaías 35, 4-7a
Decid a los cobardes de corazón:
«Sed fuertes, no temáis.
Mirad a vuestro Dios que trae el desquite,
viene en persona, resarcirá y os salvará».
Se despegarán los ojos del ciego, los oídos del sordo se abrirán,
saltará como un ciervo el cojo, la lengua del mudo cantará.
Porque han brotado aguas en el desierto, torrentes en la estepa;
el páramo será un estanque, lo reseco un manantial.
Palabra de Dios.
Monición al salmo responsorial (Salmo 145)
El salmista se invita a sí mismo a expresar la gratitud a Dios. Nosotros nos unimos a él también diciendo:
Salmo responsorial: Salmo 145, 7. 8-9a. 9bc-10
R. Alaba, alma mía, al Señor.
Que mantiene su fidelidad perpetuamente,
que hace justicia a los oprimidos,
que da pan a los hambrientos.
El Señor liberta a los cautivos. R.
El Señor abre los ojos al ciego,
el Señor endereza a los que ya se doblan,
el Señor ama a los justos,
el Señor guarda a los peregrinos. R.
Sustenta al huérfano y a la viuda
y trastorna el camino de los malvados.
El Señor reina eternamente,
tu Dios, Sión de edad en edad. R.
Monición a la segunda lectura (Santiago 2, 1-5)
Las discriminaciones y prejuicios sociales no estaban ausentes de las asambleas litúrgicas en los tiempos de Santiago, como tampoco ahora. Por eso nos viene bien la invitación que la segunda lectura nos hace el día de hoy.
SEGUNDA LECTURA
Lectura de la carta del apóstol Santiago 2, 1-5
Hermanos míos:
No juntéis la fe en nuestro Señor Jesucristo glorioso con el favoritismo.
Por ejemplo: llegan dos hombres a la reunión litúrgica. Uno va bien vestido y hasta con anillos en los dedos; el otro es un pobre andrajoso.
Veis al bien vestido y le decís: «Por favor, siéntate aquí en el puesto reservado». Al pobre, en cambio: «Estáte ahí de pie o siéntate en el suelo».
Si hacéis eso, ¿no sois inconsecuentes y juzgáis con criterios malos?
Queridos hermanos, escuchad: ¿Acaso no ha elegido Dios a los pobres del mundo para hacerlos ricos en la fe y herederos del reino, que prometió a los que lo aman?
Palabra de Dios.
Monición al Evangelio (Marcos 7, 31-37)
En tierra extranjera Jesús realiza uno de los signos `soñados’ por el profeta Isaías. Lo escucharemos del Evangelio de San Marcos, pero antes cantemos el aleluya.
EVANGELIO
Lectura del santo evangelio según san Marcos 7, 31-37
En aquel tiempo, dejó Jesús el territorio de Tiro, pasó por Sidón, camino del lago de Galilea, atravesando la Decápolis. Y le presentaron un sordo que, además, apenas podía hablar; y le piden que le imponga las manos.
Él, apartándolo de la gente a un lado, le metió los dedos en los oídos y con la saliva le tocó la lengua. Y, mirando al cielo, suspiró y le dijo:
—«Effetá», esto es «Ábrete».
Y al momento se le abrieron los oídos, se le soltó la traba de la lengua y hablaba sin dificultad.
Él les mandó que no lo dijeran a nadie; pero, cuanto más se lo mandaba, con más insistencia lo proclamaban ellos. Y en el colmo del asombro decían:
—«Todo lo ha hecho bien; hace oír a los sordos y hablar a los mudos».
Palabra del Señor.
Oración de los fieles
A Cristo, nuestra vida, dirijamos la oración y manifestemos todo lo que tenemos en el corazón. Juntos repitamos: «Muéstranos, Señor, la luz de tu verdad»
- Por la Iglesia, para que siga anunciando el Evangelio por todo el mundo, a pesar de que éste no lo quiera oír. Roguemos al Señor.
- Por los gobernantes de las naciones, para que abran sus oídos y escuchen el clamor de los más necesitados y atiendan sus demandas. Roguemos al Señor.
- Por los enfermos, especialmente los que padecen sordera espiritual, para que en este día Dios pueda abrir sus oídos y se abran a la escucha del mensaje de salvación. Roguemos al Señor.
- Por nuestra comunidad, para que vaya creciendo cada vez más en la vivencia de la Palabra que en cada misa escuchamos. Roguemos al Señor.
Presentación de las Ofrendas
La Palabra hoy nos ha dicho que Jesús «todo lo ha hecho bien», por eso, junto al pan y el vino, presentemos también nuestra acción de gracias. Cantemos
Comunión
«Jesús proclamaba el Evangelio del reino, curando las dolencias del pueblo». En el Pan que hoy comeremos también sigue obrando con poder, con su presencia real. Acerquémonos con fe y devoción a comulgar cantando.
Final
El mundo necesita artesanos de la paz. Vayamos a mostrar nuestros sentimientos fraternales a quienes nos rodean.
Fuentes: Aldazábal, José, Enséñame tus caminos 8 – Los Domingos Ciclo B, Centro de Pastoral Litúrgica, Barcelona, 2004; La Casa de la Biblia, Tú tienes palabras de vida – Lectura Creyente de los Evangelios Dominicales Ciclo B, Editorial Verbo Divino, 2010; Bartolomé, Juan J., El Corazón de la Palabra Ciclo B, Editorial CCS; Gutiérrez, Guillermo, Hablaré de Ti a mis hermanos Ciclo B, La Palabra de Dios de los domingos y fiestas, Palabra Viva (2008)