Color: Verde / Salterio: Semana II
Monición de entrada
Amadísimos hermanos, llegamos ya al Vigésimo sexto Domingo del Tiempo Ordinario y nos da mucha alegría recibirles para celebrar juntos la Santa Misa dominical.
Estamos acostumbrados a escuchar una Palabra de Dios suave, que acaricia nuestros oídos. Hoy preparemos nuestro corazón porque la Palabra que escucharemos es exigente y debemos ponerla en práctica.
Con la fuerza del Espíritu Santo nos animamos unos a otros para celebrar con mucho entusiasmo estos misterios, cantando todos. De pie por favor…
Moniciones a las lecturas
Monición única para todas las lecturas
En el evangelio de este domingo vemos cómo la misericordia de Dios se hace presente fuera de los límites del grupo de los discípulos porque la salvación es universal. Similar es el planteamiento que encontramos en el texto de Números. Además, los textos de este domingo contienen un mensaje de exigencia personal: es necesario arrancar del corazón humano toda sombra de pecado, dice Jesús en el evangelio; y, leemos en el pasaje de la carta de Santiago, hay que vivir siendo conscientes de que el Reino está próximo.
Dando gracias a Dios por su Palabra, nos disponemos a acoger el mensaje que en ella
se contiene y que nos enseña a vivir cada día como discípulos de Jesús
Moniciones para cada lectura
Monición a la primera lectura (Números 11, 25-29)
En el texto que leemos hoy del libro de los números, Moisés nos da una lección de cómo comportarnos ante la acción del Espíritu Santo, sin intentar monopolizarlo ni considerarlo como un privilegio propio.
PRIMERA LECTURA
Lectura del libro de los Números 11, 25-29
En aquellos días, el Señor bajó en la nube, habló con Moisés y, apartando algo del espíritu que poseía, se lo pasó a los setenta ancianos. Al posarse sobre ellos el espíritu, se pusieron a profetizar enseguida.
Habían quedado en el campamento dos del grupo, llamados Eldad y Medad. Aunque estaban en la lista, no habían acudido a la tienda. Pero el espíritu se posó sobre ellos, y se pusieron a profetizar en el campamento.
Un muchacho corrió a contárselo a Moisés:
—«Eldad y Medad están profetizando en el campamento».
Josué, hijo de Nun, ayudante de Moisés desde joven, intervino:
—«Señor mío, Moisés, prohíbeselo».
Moisés le respondió:
—«¿Estás celoso de mí? ¡Ojalá todo el pueblo del Señor fuera profeta y recibiera el espíritu del Señor!».
Palabra de Dios.
Monición al salmo responsorial (Salmo 18)
El salmo 18 confiesa que «la voluntad del Señor es pura y estable», pero sus siervos no siempre responden bien. Con el salmista exclamaremos:
Salmo responsorial: Salmo 18, 8. 10.12-13. 14
R. Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón.
La ley del Señor es perfecta
y es descanso del alma;
el precepto del Señor es fiel
e instruye al ignorante. R.
La voluntad del Señor es pura
y eternamente estable;
los mandamientos del Señor son verdaderos
y enteramente justos. R.
Aunque tu siervo vigila
para guardarlos con cuidado,
¿Quién conoce sus faltas?
Absuélveme de lo que se me oculta. R.
Preserva a tu siervo de la arrogancia,
para que no me domine:
así quedaré libre e inocente
del gran pecado. R.
Monición a la segunda lectura (Santiago 5, 1-6)
Hoy leemos por última vez la carta de Santiago en esta serie dominical. Es un pasaje muy duro contra los ricos, especialmente contra aquellos que acumulan indebidamente sus riquezas.
SEGUNDA LECTURA
Lectura de la carta del apóstol Santiago 5, 1-6
Ahora, vosotros, los ricos, llorad y lamentaos por las desgracias que os han tocado.
Vuestra riqueza está corrompida y vuestros vestidos están apolillados. Vuestro oro y vuestra plata están herrumbrados, y esa herrumbre será un testimonio contra vosotros y devorará vuestra carne como el fuego.
¡Habéis amontonado riqueza, precisamente ahora, en el tiempo final!
El jornal defraudado a los obreros que han cosechado vuestros campos está clamando contra vosotros; y los gritos de los segadores han llegado hasta el oído del Señor de los ejércitos.
Habéis vivido en este mundo con lujo y entregados al placer. Os habéis cebado para el día de la matanza. Condenasteis y matasteis al justo; él no os resiste.
Palabra de Dios.
Monición al Evangelio (Marcos 9, 38-43. 45. 47-48)
El evangelio hoy ofrece una selección de un discurso de Jesús a sus discípulos, en la que se pueden ver dos temas: la tolerancia de Jesús para con quien, sin ser de los suyos, hace el bien apelando a su autoridad y las condiciones que han de cumplir quienes pretendan entrar en el Reino de Dios.
EVANGELIO
Lectura del santo evangelio según san Marcos 9, 38-43. 45. 47-48
En aquel tiempo, dijo Juan a Jesús:
─ «Maestro, hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre, y se lo hemos querido impedir, porque no es de los nuestros».
Jesús respondió:
─ «No se lo impidáis, porque uno que hace milagros en mi nombre no puede luego hablar mal de mí. El que no está contra nosotros está a favor nuestro.
Y, además, el que os dé a beber un vaso de agua, porque seguís al Mesías, os aseguro que no se quedará sin recompensa. El que escandalice a uno de estos pequeñuelos que creen, más le valdría que le encajasen en el cuello una piedra de molino y lo echasen al mar. Si tu mano te hace caer, córtatela: más te vale entrar manco en la vida, que ir con las dos manos al infierno, al fuego que no se apaga.
Y, si tu pie te hace caer, córtatelo: más te vale entrar cojo en la vida, que ser echado con los dos pies al infierno.
Y, si tu ojo te hace caer, sácatelo: más te vale entrar tuerto en el reino de Dios, que ser echado con los dos ojos la infierno, donde el gusano no muere y el fuego no se apaga».
Palabra del Señor.
Oración de los fieles
Oremos, hermanos, a Dios nuestro Padre, para que escuche las oraciones de los que nos reunimos en el nombre de Jesús y digamos todos: «Señor, escucha nuestra oración»
- Por la Santa Iglesia de Dios, para que anuncie sin cesar el Evangelio de salvación a los hombres y sea congregada en la unidad. Oremos.
- Por los gobernantes de las naciones, para que promuevan siempre leyes en el respeto de la dignidad de la persona humana y del bien común. Oremos.
- Por los pobres y más necesitados, para que descubran que la Buena Nueva de Cristo va dirigida especialmente a ellos y la acepten con alegría. Oremos.
- Por todos nosotros aquí presentes y por todos los fieles en Cristo, para que podamos redescubrir la belleza de la escucha de la Palabra de Dios, fiesta para el corazón y luz en el camino. Oremos.
Presentación de las Ofrendas
Llevamos ahora al altar los dones de Pan y Vino, fruto del trabajo del hombre. Llevando nuestras ofrendas al altar, ofrecemos al Señor nuestro desprendimiento de los bienes materiales que nos atan a este mundo.
Comunión
La Palabra de Dios hoy es exigente para todos nosotros y exige pureza en nuestro corazón. Todos aquellos que tengan un corazón digno de recibir a Jesús, acérquense a comulgar.
Final
Después de habernos alimentado con el Banquete de la Palabra y el Banquete Eucarístico, nos retiramos a nuestros hogares a poner en práctica lo que aquí hemos aprendido. Les esperamos el próximo domingo.