¿Existe Dios?
Hay muchas personas que viven tan peleadas con Dios que llegan hasta negar su existencia. Otras simplemente nunca han creído en Él. Y es que ante los embates del mal en el mundo, cualquiera se pregunta ¿Realmente existe Dios? Y si existe, ¿Por qué hay tanta maldad en el corazón del hombre? ¿Por qué mueren los seres queridos? ¿Por qué los asesinatos crueles de creaturas inocentes? ¿Por qué la enfermedad y la muerte?.
Y es que tenemos una tendencia generalizada a acreditarnos los méritos cuando las cosas van bien. Obtenemos un triunfo y nos complace el aplauso porque lo hemos conseguido con nuestro esfuerzo y nuestras capacidades. No siempre vemos la mano de Dios en nuestros logros ni somos capaces de probar su existencia por lo bueno que nos sucede. Pero sí que lo responsabilizamos de nuestros fracasos y del mal que existe en el mundo, o tendemos a dudar de su existencia porque nos parece ausente cuando más lo necesitamos, o no comprendemos que pueda existir un Dios tan permisivo, que deje que sucedan tantas cosas horribles e incomprensibles en el mundo…
Leamos esta historia para explicar un poco la razón de ser del mal y la existencia o no de Dios.
La historia del Barbero…
Un hombre fue a una barbería a cortarse el pelo y recortarse la barba. Mientras el barbero hacía su oficio, entabló una amena conversación con él.
Hablaban de muchas cosas y tocaron varios temas. De pronto, surgió el tema de Dios. El cliente era muy creyente, muy católico, mientras el barbero tenía muchas dudas. El barbero dijo:
Fíjese caballero, que yo no creo que Dios exista, como usted dice…
– Pero, ¿por qué dice usted eso? – preguntó el cliente.
– Pues es muy fácil, basta con salir a la calle para darse cuenta de que Dios no existe, o dígame, acaso si Dios existiera, ¿Habrían tantos enfermos?, ¿Habría niños abandonados o huérfanos?, ¿Habría tantas guerras sangrientas que destruyen a la humanidad? ¿Existirían armas tan potentes como para hacer desaparecer en un solo instante a poblaciones enteras?, ¿Existiría el cáncer, la diabetes y otras enfermedades terminales que están acabando con gran parte de la humanidad? Si Dios existiera, no habría sufrimiento ni tanto dolor. Yo no puedo pensar que exista un Dios que permita todas estas cosas.
El cliente se quedó pensando un momento, pero no quiso responder para evitar una discusión inútil en ese momento. El barbero terminó su trabajo y el cliente salió del negocio. Nada más salir de la barbería, observó en la calle a un hombre con la barba y el cabello largo, muy largo. Al parecer, hacía mucho tiempo que no se lo cortaba y se veía muy desarreglado.
Entonces entró de nuevo a la barbería y le dijo al barbero:
– ¿Sabe una cosa? los barberos no existen…
– ¿Cómo que no existen? – preguntó el barbero – Si aquí estoy yo, y soy barbero.
– ¡No! – dijo el cliente – No existen porque si existieran no habría personas con el pelo y la barba tan larga como la de ese hombre que va por la calle.
– Ahh, los barberos sí existen, lo que pasa es que esas personas no vienen hacia mí.
– ¡Exacto! – dijo el cliente – ese es el punto, Dios sí existe, lo que pasa es que las personas no van hacia Él y no le buscan, por eso hay tanto dolor, maldad y miseria en la humanidad…
Moraleja
Gran lección para este barbero incrédulo. Gran lección para todo aquel que desafía la existencia de Dios a partir de la miseria o del mal en el mundo.
Cuando sucedió la tragedia de las torres gemelas mucha gente se hizo la misma pregunta ¿Dónde está Dios? ¿Por qué permite que estas cosas sucedan? La ausencia de Dios en el corazón del hombre es capaz de hacer eso y más. Y Dios nos hizo libres y respeta siempre nuestra libertad para hacer el bien o el mal. Las tragedia de las torres gemelas no sucedió porque Dios estuviera ausente, sino porque quienes cometieron ese acto decidieron sacar a Dios de sus corazones y darle cabida a la maldad, o simplemente nunca han dejado a Dios entrar en sus vidas.
Cuando suceden catástrofes naturales y vemos tanta desgracia, tanto dolor, también surge de inmediato la misma pregunta ¿Dónde está Dios? Si es que existe, ¿Por qué permite que estas cosas sucedan?
En los últimos tiempos hemos visto cómo la fuerza de la naturaleza ha destruido ciudades enteras mediante los huracanes, tornados y tsunamis. Y los medios de comunicación, amarillistas o no, se han encargado de acentuar el hecho de que son cosas nunca antes vistas. Y a la gente que se atreve a culpar a Dios o preguntarse dónde está cuando estos desastres suceden, se les olvida que la mano criminal, irresponsable del hombre mismo ha causado daños tan grandes al mismo planeta, a la casa común, que la misma naturaleza responde en un grito de auxilio que clama al cielo.
La noche no existe, lo que sí existe es ausencia de luz. Cuando la luz de Cristo no ilumina el corazón del hombre, todo se vuelve gris, oscuro. Cuando el hombre no va a Dios, su corazón se sumerge en las tinieblas y brota la maldad despiadada, capaz de causar estragos al mismo hombre y a la naturaleza.
Definitivamente Dios sí existe, lo que pasa es que las personas no van hacia Él y no le buscan, por eso hay tanto dolor y miseria en el mundo…