Hay un refrán por ahí que dice que del árbol torcido, todos hacen leña. En la vida te encontrarás con personas que, en vez de tenderte una mano, te dan un puntapié para que tu caída sea más aparatosa. Ante un error, te criticarán, hablarán mal de ti o serás el blanco de las burlas del vecindario.
La siguiente historia nos ayudará a sacar provecho de las críticas, las adversidades y todas aquellas situaciones desventajosas que tenemos que enfrentar en la vida.
El burro que cayó en el pozo
Un día, el burro de un campesino se cayó en un pozo. El animal lloró fuertemente por horas, mientras el campesino trataba de buscar algo que hacer.
Finalmente, el campesino decidió que el burro ya estaba viejo y el pozo ya estaba seco y necesitaba ser tapado de todas formas; que realmente no valía la pena sacar al burro del pozo.
Invitó a todos sus vecinos para que vinieran a ayudarle. Cada uno agarró una pala y empezaron a tirarle tierra al pozo.
El burro se dio cuenta de lo que estaba pasando y lloró horriblemente. Luego, para sorpresa de todos, se aquietó después de unas cuantas paladas de tierra.
El campesino finalmente miró al fondo del pozo y se sorprendió de lo que vio… con cada palada de tierra, el burro estaba haciendo algo increíble: Se sacudía la tierra y daba un paso encima de la tierra.
Muy pronto todo el mundo vio sorprendido cómo el burro llegó hasta la boca del pozo, pasó por encima del borde y salió trotando…
Moraleja
Por muy hundidos que nos sintamos, siempre podemos sacar provecho de las paladas de tierra que nos tira la vida. El truco está en aprovechar toda adversidad para escalar, para dar un paso hacia arriba.
Los grandes santos han sabido aprovechar lo negativo de la vida, de las personas, para crecer en santidad. Toda adversidad les ha hecho madurar en su fe y ver cómo la mano poderosa de Dios se manifiesta ahí donde hay debilidad (II Cor. 12,9). Han aprovechado esas circunstancias para crecer en la virtud.
Nunca nos demos por vencidos! Usemos la tierra que nos echan para seguir adelante. Muchas veces esa tierra es producto de la envidia de gente que nos quiere ver hundidos, bajo tierra. No hay razón alguna para darles gusto.
Si la vida te da limones, haz limonada!