No tan de prisa! Un clavo no saca a otro clavo
Las rupturas: una difícil decisión
Las rupturas en el noviazgo no son una decisión tan fácil de tomar. Nadie quisiera terminar con esa etapa de enamoramiento y llegar al punto de poner fin a una relación de mucho tiempo; pero hay ocasiones en las que ya no hay otra salida y es necesario armarse de valor para dar ese paso.
Si ya el hecho de poner fin a un noviazgo es un problema grande, el peligro de creer que se puede establecer una nueva relación en corto tiempo, es un riesgo que puede resultar muy caro.
Tomarse el tiempo necesario
Después de una ruptura sentimental es necesario tomarse el tiempo para:
1- Reconocer y adaptarse a una nueva realidad
Es necesario aterrizar, poner los pies sobre la tierra y pensar fríamente: se acabó, ya no estamos juntos!.
Es una realidad que hay que aceptarla y eso requiere de un proceso de duelo que no termina de la noche a la mañana. No se puede dejar de amar al otro así por así, de un día para otro, se requiere del tiempo prudencial para ordenar ideas y sentimientos.
2- Recuperar la libertad del corazón para poder amar a otra persona
Mientras tu corazón siga palpitando por tu ex, no has recuperado tu libertad para amar a alguien más. Si todavía mantienes cierta dependencia de tu ex, no creas que te será fácil darle a otra persona el tiempo y el espacio que se merece.
Para recuperar esa libertad se debe poner distancia física y de comunicación: no seguirse viendo ni escribiendo con tu ex.
Con quién sí debes salir y comunicarte muy frecuentemente es con tus amigos. Los buenos amigos pueden ayudar mucho en ese proceso de recuperación.
Riesgos de apresurarse a establecer una nueva relación
Si has salido de una relación que ha terminado mal, con heridas, y estableces inmediatamente una nueva relación, lo que estás buscando es compensar esa carencia. Solo buscas a alguien que llene tus vacíos y no a alguien con quien compartir lo que eres y lo que llena tu vida.
Iniciar una nueva relación así pone en un riesgo muy algo a la nueva pareja. La expones a desquitarte con ella y cobrarle lo que no te debe. La expones a comparaciones con tu ex y en cada experiencia con esa persona estarás pensando en tu relación anterior. Nada justo para quien no te ha hecho ningún daño.
Cuando te atreves a iniciar una nueva relación así, ese noviazgo no comienza en igualdad de condiciones, de tú a tú, porque estás en una situación de debilidad.
Puede suceder que pones las cosas claras con tu nueva pareja y le adviertes de tu realidad y que esa persona acepte iniciar algo contigo esas condiciones. Pero aún así, debes estar muy consciente que el precio que puede pagar tu nueva pareja, es muy caro. Si alguien más quiere ayudarte, lo mejor que puede hacer, para el bien de los dos, es esperar el tiempo necesario.
Debes, además de darte el tiempo, buscar los medios para sanarte: nuevas amistades, la oración, ayuda espiritual. No vendría mal, si es necesario, la terapia sicológica.