Monición de entrada
Queridos hermanos, con la alegría que la Pascua produce en nuestros corazones, les recibimos en este lugar para celebrar juntos la santa misa en el miércoles de la Octava de Pascua.
Dios se quiere dejar encontrar por cada uno de nosotros. Abramos nuestro corazón a ese encuentro y comencemos gozosos esta misa con el canto de entrada. De pie y cantemos todos.
También te puede interesar:
- Moniciones para todos los días del ciclo A (2022-2023)
- ¿Qué son las moniciones en las celebraciones litúrgicas?
- La Oración Universal (Oración de los Fieles)
- Taller para lectores o proclamadores de la Palabra
- Cuál es el color y tamaño adecuado para el mantel del altar?
Moniciones a las lecturas
Monición a la primera lectura (Hechos de los apóstoles 3, 1-10)
La fuerza salvadora, que en vida de Jesús brotaba de él, curando a los enfermos y resucitando a los muertos, es ahora energía pascual que sigue activa y acompaña a sus discípulos en la misión. Escucharemos ahora el relato de uno de los milagros realizados en su nombre.
PRIMERA LECTURA
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 3, 1-10
En aquellos días, subían al templo Pedro y Juan, a la oración de media tarde, cuando vieron traer a cuestas a un lisiado de nacimiento. Solían colocarlo todos los días en la puerta del templo llamada «Hermosa», para que pidiera limosna a los que entraban. Al ver entrar en el templo a Pedro y a Juan, les pidió limosna. Pedro, con Juan a su lado, se le quedó mirando y le dijo:
—«Míranos».
Clavó los ojos en ellos, esperando que le darían algo. Pedro le dijo:
—«No tengo plata ni oro, te doy lo que tengo: en nombre de Jesucristo Nazareno, echa a andar».
Agarrándolo de la mano derecha lo incorporó. Al instante se le fortalecieron los pies y los tobillos, se puso en pie de un salto, echó a andar y entró con ellos en el templo por su pie, dando brincos y alabando a Dios. La gente lo vio andar alabando a Dios; al caer en la cuenta de que era el mismo que pedía limosna sentado en la puerta Hermosa, quedaron estupefactos ante lo sucedido.
Palabra de Dios.
Monición al salmo responsorial (Salmo 104)
Dios se hace el encontradizo. Como con los discípulos de Emaús, también por nosotros se deja encontrar y por eso, con el salmo 104, alabamos su nombre diciendo:
Salmo responsorial: Salmo 104, 1-2. 3-4. 6-7. 8-9
R. Que se alegren los que buscan al Señor.
Dad gracias al Señor, invocad su nombre,
dad a conocer sus hazañas a los pueblos.
Cantadle al son de instrumentos,
hablad de sus maravillas. R.
Gloriaos de su nombre santo,
que se alegren los que buscan al Señor.
Recurrid al Señor y a su poder,
buscad continuamente su rostro. R.
¡Estirpe de Abrahán, su siervo;
hijos de Jacob, su elegido!
El Señor es nuestro Dios,
él gobierna toda la tierra. R.
Se acuerda de su alianza eternamente,
de la palabra dada, por mil generaciones;
de la alianza sellada con Abrahán,
del juramento hecho a Isaac. R.
Monición al Evangelio (Juan 7, 1-2. 10. 25-30)
San Lucas sigue narrándonos los acontecimientos posteriores a la resurrección de Jesús. Hoy, de su Evangelio, escucharemos otro magnífico relato de sus apariciones, ahora a los discípulos de Emaús.
EVANGELIO
Lectura del santo evangelio según san Juan 7, 1-2. 10. 25-30
Palabra del Señor.
Oración de los fieles
Presidente: Invoquemos al Señor, que se acerca al hombre para acompañarlo y dar sentido a su vida, y digamos con fe:
Quédate con nosotros, Señor.
- Por la santa Iglesia que cada día en la celebración eucarística celebra el memorial de la muerte y resurrección del Señor Jesús, para que cada fiel se sienta acogido en la mesa del Pan y de la Palabra y encuentre ayuda para alimentarse de ellos con fe y recibir frutos abundantes de vida. Oremos.
- Por el Papa, los obispos, los sacerdotes y todos los consagrados, para que, agradecidos por el don de haber sido llamados por el Señor a vivir con Él, se entreguen enteramente a Dios y al servicio de los hermanos, para que todo hombre pueda alcanzar la salvación. Oremos.
- Por los gobernantes de las naciones, para que se dejen llenar por la paz que nos trae Cristo resucitado, y luchen para que todos los pueblos podamos vivir en armonía y hermandad. Oremos.
- Por los que se sienten abandonados por Dios, para que, en la búsqueda sincera de su presencia, puedan darse cuenta de que el Señor siempre es el primero en buscarlos para dejarse reconocer por ellos. Oremos.
- Por todos nosotros, para que la participación en esta eucaristía haga arder nuestro corazón y abra nuestro entendimiento para comprender las Escrituras. Oremos.
Presidente: Camina con nosotros, Señor, y haz que nuestros ojos se abran a tu gracia, para que podamos acogerla con gratitud. Tú eres Dios y vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
Presentación de las Ofrendas
Cristo hoy partirá su pan también con nosotros. Llevemos al altar las ofrendas de pan y vino, que se convertirán, por la acción del Espíritu Santo, en el Cuerpo y la Sangre de Cristo.
Comunión.
Según el Evangelio de hoy, los discípulos conocieron al Señor Jesús al partir el pan. También ahora Jesús parte su pan y nos invita a comer de Él. Acerquémonos a comulgar.
Final
Queridos hermanos, que la participación en los sacramentos nos transforme en hombres nuevos y nos impulse a seguir compartiendo con nuestros semejantes la alegría de la resurrección de Jesús. Vayamos a hacer vida la Palabra escuchada.
También te puede interesar:
- Moniciones para todos los días del ciclo A (2022-2023)
- ¿Qué son las moniciones en las celebraciones litúrgicas?
- La Oración Universal (Oración de los Fieles)
- Taller para lectores o proclamadores de la Palabra
- Cuál es el color y tamaño adecuado para el mantel del altar?
Una forma de agradecer por este servicio que te brindamos es comentando y compartiendo nuestras publicaciones.
Fuentes: Caballero, B., La Palabra cada día, Ed San Pablo, Madrid, 1990; Aldazábal, José, Enséñanos tus caminos 3 La Pascua día tras día, Centro de Pastoral Litúrgica, Barcelona, 1999; Monjas Agustinas de los Cuatro Santos Coronados, Oración de los Fieles Tiempo de Cuaresma y Pascua, Ed San Pablo, Bogotá, Colombia.