Buenos días (tardes, noches) queridos hermanos, nos reunimos una vez más, en el inicio de la Cuaresma, para celebrar la santa misa e irnos preparando cada vez más para las celebraciones pascuales.
El tiempo de Cuaresma es tiempo de ayuno, y las lecturas de hoy nos enseñarán cómo tenemos que hacer esa práctica cristiana.
Con un corazón contrito, comencemos esta celebración eucarística con el canto de entrada. De pie, por favor.
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Moniciones a las lecturas
Monición a la primera lectura (Isaías 58, 1-9a)
Ante la actitud del pueblo de Israel -o sus dirigentes- que cree poder aplacar a Dios y reparar sus pecados con un ayuno falso e hipócrita, el profeta Isaías alza su voz para denunciar enérgicamente esas prácticas. Pongamos atención y aprendamos cuál es el ayuno que le agrada al Señor.
PRIMERA LECTURA
Lectura del libro de Isaías 58, 1-9a
Así dice el Señor Dios:
«Grita a plena voz, sin cesar,
alza la voz como una trompeta,
denuncia a mi pueblo sus delitos,
a la casa de Jacob sus pecados.
Consultan mi oráculo a diario,
muestran deseo de conocer mi camino,
como un pueblo que practicara la justicia
y no abandonase el mandato de Dios.
Me piden sentencias justas,
desean tener cerca a Dios.
«¿Para qué ayunar, si no haces caso?;
¿mortificarnos, si tú no te fijas?»
Mirad: el día de ayuno buscáis vuestro interés
y apremiáis a vuestros servidores;
mirad: ayunáis entre riñas y disputas,
dando puñetazos sin piedad.
No ayunéis como ahora,
haciendo oír en el cielo vuestras voces.
¿Es ése el ayuno que el Señor desea,
para el día en que el hombre se mortifica?,
mover la cabeza como un junco,
acostarse sobre saco y ceniza,
¿a eso lo llamáis ayuno,
día agradable al Señor?
El ayuno que yo quiero es éste:
Abrir las prisiones injustas,
hacer saltar los cerrojos de los cepos,
dejar libres a los oprimidos,
romper todos los cepos;
partir tu pan con el hambriento,
hospedar a los pobres sin techo,
vestir al que ves desnudo,
y no cerrarte a tu propia carne.
Entonces romperá tu luz como la aurora,
en seguida te brotará la carne sana;
te abrirá camino la justicia,
detrás irá la gloria del Señor.
Entonces clamarás al Señor, y te responderá;
gritarás, y te dirá: «Aquí estoy»».
Palabra de Dios.
Monición al salmo responsorial (Salmo 50)
Iniciando la cuaresma y ante la denuncia que hemos escuchado del profeta Isaías, el salmo 50 nos invita a reconocer nuestros pecados, mostrando una conversión interior con obras y no con ritos externos. Imploremos la misericordia de Dios diciendo:
Salmo responsorial: Salmo 50, 3-4. 5-6a. 18-19
R. Un corazón quebrantado y humillado,
tú, Dios mío, no lo desprecias.
Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado. R.
Pues yo reconozco mi culpa,
tengo siempre presente mi pecado:
contra ti, contra ti solo pequé,
cometí la maldad que aborreces. R.
Los sacrificios no te satisfacen:
si te ofreciera un holocausto, no lo querrías.
Mi sacrificio es un espíritu quebrantado;
un corazón quebrantado y humillado,
tú no lo desprecias. R.
Monición al Evangelio (Mateo 9, 14-15)
Las prácticas cuaresmales no son meramente externas. El Evangelio de san Lucas nos muestra la actitud de Jesús ante el ayuno, una práctica a la que pareciera no darle importancia, como en la primera lectura, si no va acompañado de las buenas obras.
EVANGELIO
Lectura del santo evangelio según san Mateo 9, 14-15
En aquel tiempo, se acercaron los discípulos de Juan a Jesús, preguntándole:
—«¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos a menudo y, en cambio, tus discípulos no ayunan?».
Jesús les dijo:
—«¿Es que pueden guardar luto los invitados a la boda, mientras el novio está con ellos?
Llegará un día en que se lleven al novio, y entonces ayunarán».
Palabra del Señor.
Oración de los fieles
Presidente: Queridos hermanos, haciendo memoria del ofrecimiento de Cristo por cada uno de nosotros, sintámonos invitados a participar con verdadera fe en el sacrificio eucarístico y pidamos a Dios Padre un corazón recto y purificado de toda hipocresía. Acerquémonos a El diciendo todos:
Purifica nuestro corazón, Señor.
- Por la Iglesia, para que en este tiempo de Cuaresma el corazón de todos nosotros esté dispuesto para un auténtico camino de conversión, a fin de que el ayuno y la penitencia no sean sólo gestos de observancia exterior, sino medios para crecer en la fe y fortalecerse en la esperanza. Oremos.
- Por la paz en el mundo entero, para que cada uno de nosotros ayune de toda forma de soberbia y sea portador de paz en el ámbito en el que vive, en la familia y en el lugar de trabajo, para que podamos transformar el mundo en un ambiente más sereno y libre. Oremos.
- Por los que sufren soledad y abandono, por aquellos que no le encuentran sentido a su vida y albergan deseos de muerte, para que cada una de sus heridas y sufrimientos sean consolados por Dios que sana y lleva a la conversión. Oremos.
- Por todos nosotros que estamos acá presentes, para que nuestro ayuno cuaresmal nos lleve a gestos concretos de compartir con los pobres y desempleados, con las personas solas y marginadas, con los pequeños y sencillos. Oremos.
Presidente: Acoge, Dios, Padre bueno, nuestras súplicas y purifica nuestro corazón de toda maldad e hipocresía. Conviértenos a ti y a tu amor. Por Cristo nuestro Señor. Amén.
Presentación de las Ofrendas
«Un corazón quebrantado y humillado, tú no lo desprecias», nos ha dicho el salmo hoy. Junto a las ofrendas de pan y vino que llevamos al altar, presentemos también un corazón contrito al Señor.
Comunión
Antes de comulgar debemos purificar nuestros corazones para hacerlos agradables a Dios. Acudamos ahora a recibir el Cuerpo de Cristo, pan de vida eterna.
Final
La misa ha terminado y llega el momento de poner en práctica lo que la Palabra nos ha dicho hoy. Vayamos a practicar el ayuno que agrada al Señor.
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Fuentes: Caballero, B., La Palabra cada día, Ed San Pablo, Madrid, 1990; Aldazábal, José, Enséñanos tus caminos 3 La Cuaresma día tras día, Centro de Pastoral Litúrgica, Barcelona, 2003; Monjas Agustinas de los Cuatro Santos Coronados, Oración de los Fieles Tiempo de Cuaresma y Pascua, Ed San Pablo, Bogotá, Colombia.