Monición de entrada
Queridos hermanos, en el vigésimo segundo domingo del tiempo ordinario, el Señor nos instruirá con su palabra para que actuemos siempre con humildad y sencillez, trabajando desinteresadamente por los demás.
Sean todos bienvenidos a esta celebración eucarística.
Pidamos al Señor un corazón sencillo y comencemos esta celebración, entonando juntos el canto de entrada.
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Moniciones a las Lecturas
Opción 1: Monición para todas las lecturas
Las lecturas de este domingo ponen ante nuestros ojos el tema de la humildad. Podemos verlo en el texto del Eclesiástico, en el salmo y en el evangelio. El Señor prepara casa y mesa a quienes el mundo se las niega. Y el evangelista insiste: además de sentar a su mesa a los humildes. Con un corazón humilde y sencillo escuchemos atentamente esta Palabra.
Opción 2: Monición para cada una de las lecturas
Monición a la primera lectura (Sirácida 3, 17-18. 20. 28-29)
Entre las muchas enseñanzas que nos transmite el libro del Sirácida o Eclesiástico, hoy nos invita a ser humildes para alcanzar el favor de Dios y ser bien visto a los ojos de la sociedad.
PRIMERA LECTURA
Lectura del libro de Sirácida 3, 17-18. 20. 28-29
Hijo mío, en tus asuntos procede con humildad
y te querrán más que al hombre generoso.
Hazte pequeño en las grandezas humanas,
y alcanzarás el favor de Dios;
porque es grande la misericordia de Dios,
y revela sus secretos a los humildes.
No corras a curar la herida del cínico,
pues no tiene cura,
es brote de mala planta.
El sabio aprecia las sentencias de los sabios,
el oído atento a la sabiduría se alegrará.
Palabra de Dios.
Monición al Salmo Responsorial (Salmo 67)
El salmo 67 insiste en la preferencia de Dios a favor de los pobres y humildes; por eso digamos todos:
Salmo responsorial: Salmo 67, 4-5ac. 6-7ab. 10-11
R. Preparaste, oh Dios, casa para los pobres.
Los justos se alegran,
gozan en la presencia de Dios,
rebosando de alegría.
Cantad a Dios, tocad en su honor;
su nombre es el Señor. R.
Padre de huérfanos,
protector de viudas,
Dios vive en su santa morada.
Dios prepara casa a los desvalidos,
libera a los cautivos y los enriquece. R.
Derramaste en tu heredad,
oh Dios, una lluvia copiosa,
aliviaste la tierra extenuada;
y tu rebaño habitó en la tierra
que tu bondad, oh Dios, preparó para los pobres. R.
Monición a la segunda lectura (Hebreos 12, 18-19. 22-24a)
Leeremos hoy el último pasaje de la carta a los Hebreos, seleccionado para la liturgia de este año. En ella, el autor sigue comentándonos cómo los elementos de culto que tenía los israelitas, ahora han sido superados y perfeccionados por Cristo Jesús.
SEGUNDA LECTURA
Lectura de la carta a los Hebreos 12, 18-19. 22-24a
Hermanos:
Vosotros no os habéis acercado a un monte tangible, a un fuego encendido, a densos nubarrones, a la tormenta, al sonido de la trompeta; ni habéis oído aquella voz que el pueblo, al oírla, pidió que no les siguiera hablando.
Vosotros os habéis acercado al monte de Sión, ciudad del Dios vivo, Jerusalén del cielo, a millares de ángeles en fiesta, a la asamblea de los primogénitos inscritos en el cielo, a Dios, juez de todos, a las almas de los justos que han llegado a su destino y al Mediador de la Nueva Alianza, Jesús.
Palabra de Dios.
Monición al Evangelio (Lucas 14, 1. 7-14)
Invitado a comer en casa de un fariseo importante, Jesús aprovecha para darnos una lección de humildad y generosidad desinteresada. La lógica de Dios contrasta nuevamente con la nuestra: para ser primero, hay que ser último.
EVANGELIO
Lectura del santo evangelio según san Lucas 14, 1. 7-14
Un sábado, entró Jesús en casa de uno de los principales fariseos para comer, y ellos le estaban espiando.
Notando que los convidados escogían los primeros puestos, les propuso esta parábola:
—«Cuando te conviden a una boda, no te sientes en el puesto principal, no sea que hayan convidado a otro de más categoría que tú; y vendrá el que os convidó a ti y al otro y te dirá:
«Cédele el puesto a éste».
Entonces, avergonzado, irás a ocupar el último puesto.
Al revés, cuando te conviden, vete a sentarte en el último puesto, para que, cuando venga el que te convidó, te diga: «Amigo, sube más arriba».
Entonces quedarás muy bien ante todos los comensales.
Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido».
Y dijo al que lo había invitado:
—«Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos; porque corresponderán invitándote, y quedarás pagado.
Cuando des un banquete, invita a pobres, lisiados, cojos y ciegos; dichoso tú, porque no pueden pagarte; te pagarán cuando resuciten los justos».
Palabra del Señor.
Oración de los Fieles
Imploremos, amados hermanos, al Dios de misericordia, para que nos enseñe a invocar su nombre con palabras dignas de Él y digamos:
Escucha, Señor, nuestra oración.
1. Por la Iglesia y sus ministros, para que no olviden la Palabra del Señor y se encarguen siempre de servir a los más necesitados sin enorgullecerse de su misión. Oremos.
2. Por quienes dirigen el curso de los pueblos, especialmente los de nuestro país, para que su gestión no esté enfocada en ayudar a una sola clase social, sino que comprendan que los pobres también son parte importante de nuestra nación. Oremos.
3. Por todos los enfermos y los que sufren por diversas necesidades, para que en las palabras y la cruz de Cristo encuentren un verdadero consuelo para sus sufrimientos y dolencias. Oremos
4. Por los que este día hemos compartido el banquete del amor, para que no nos llenemos de orgullo por nuestras obras, sino que seamos humildes como el Señor nos lo pide para poder ser auténticos cristianos. Oremos
Presentación de las Ofrendas
Con las ofrendas de pan y vino, ofrezcamos al Señor nuestro corazón humilde, sencillo y desinteresado.
Comunión
Cristo se nos ofrece constantemente como alimento que da vida eterna. Hoy podemos recibirle acercándonos a la Santa Comunión. Cantamos.
Final
Vayamos ahora a dar testimonio de humildad al mundo que busca siempre los primeros puestos.
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Fuente: Aldazábal, José, Enséñame tus caminos 10 – Los Domingos Ciclo C, Centro de Pastoral Litúrgica, Barcelona; La Casa de la Biblia, Tú tienes palabras de vida – Lectura Creyente de los Evangelios Dominicales Ciclo C, Editorial Verbo Divino