Monición de entrada
Buenos días (tardes, noches) queridos hermanos. Les damos la más cordial bienvenida a la casa de Dios para la celebración eucarística, en el lunes de la décimo novena semana del tiempo ordinario, en la que también celebramos la memoria de santa Juana Francisca de Chantal, fundadora (junto con san Francisco de Sales), de la Orden de la Visitación de Santa María.
Glorifiquemos a Dios por todo lo que hace en nuestra vida y comencemos nuestra celebración con el canto de entrada.
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Moniciones a las lecturas
Monición a la primera lectura (Ezequiel 1, 2-5. 24-28c)
Iniciamos hoy la lectura de un nuevo profeta, Ezequiel. Lectura que se prolongará durante dos semanas.
Ezequiel es un profeta muy singular, lleno de fantasía, imaginativo, con un lenguaje cargado de simbolismos. El pueblo está en el destierro. El profeta Ezequiel, también. Y a orillas del río, el profeta tiene la primera visión misteriosa, cuyo relato escucharemos hoy. Pongamos atención.
PRIMERA LECTURA
Lectura de la profecía de Ezequiel 1, 2-5. 24-28c
El año quinto de la deportación del rey Joaquín, el día cinco del mes cuarto, vino la palabra del Señor a Ezequiel, hijo de Buzi, sacerdote, en tierra de los caldeos, a orillas del río Quebar.
Entonces se apoyó sobre mí la mano del Señor, y vi que venía del norte un viento huracanado, una gran nube y un zigzagueo de relámpagos. Nube nimbada de resplandor, y, entre el relampagueo, como el brillo del electro.
En medio de éstos aparecía la figura de cuatro seres vivientes; tenían forma humana.
Y oí el rumor de sus alas, como estruendo de aguas caudalosas, como la voz del Todopoderoso, cuando caminaban; griterío de multitudes, como estruendo de tropas; cuando se detenían, abatían las alas. También se oyó un estruendo sobre la plataforma que estaba encima de sus cabezas; cuando se detenían, abatían las alas.
Y por encima de la plataforma, que estaba sobre sus cabezas, había una especie de zafiro en forma de trono; sobre esta especie de trono sobresalía una figura que parecía un hombre. Y vi un brillo como de electro (algo así como fuego lo enmarcaba) de lo que parecía su cintura para arriba, y de lo que parecía su cintura para abajo vi algo así como fuego. Estaba nimbado de resplandor. El resplandor que lo nimbaba era como el arco que aparece en las nubes cuando llueve.
Era la apariencia visible de la gloria del Señor.
Al contemplarla, caí rostro en tierra.
Palabra de Dios.
Monición al salmo responsorial (Salmo 148)
La descripción de la gloria de Yahvéh, que emigra a donde se encuen tra su pueblo, pone en nuestros labios esta invitación a la alabanza. Los cielos y la tierra están llenos de su gloria, y la proclaman, pero la procla mación más auténtica viene del mismo hombre: todos son invitados ala alabanza divina.. Digamos todos:
Salmo responsorial: Salmo 148, 1-2. 11-12ab. 12c-14a.
R. Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Alabad al Señor en el cielo,
alabad al Señor en lo alto.
Alabadlo, todos sus ángeles;
alabadlo, todos sus ejércitos. R.
Reyes y pueblos del orbe,
príncipes y jefes del mundo,
los jóvenes y también las doncellas,
los viejos junto con los niños. R.
Alaben el nombre del Señor,
el único nombre sublime.
Su majestad sobre el cielo y la tierra. R.
El acrece el vigor de su pueblo.
Alabanza de todos sus fieles,
de Israel, su pueblo escogido. R.
Monición al Evangelio (Mateo 17, 22-27)
Después de un nuevo anuncio de su muerte y resurrección -que entristece mucho a sus discípulos-, el pasaje del Evangelio de hoy se refiere al pago de un tributo por parte de Jesús.
EVANGELIO
Lectura del santo evangelio según san Mateo 17, 22-27
En aquel tiempo, mientras Jesús y los discípulos recorrían juntos la Galilea, les dijo Jesús:
—«Al Hijo del hombre lo van a entregar en manos de los hombres, lo matarán, pero resucitará al tercer día».
Ellos se pusieron muy tristes.
Cuando llegaron a Cafarnaún, los que cobraban el impuesto de las dos dracmas se acercaron a Pedro y le preguntaron:
—«¿Vuestro Maestro no paga las dos dracmas?».
Contestó:
—«Sí».
Cuando llegó a casa, Jesús se adelantó a preguntarle:
—«¿Qué te parece, Simón? Los reyes del mundo, ¿a quién le cobran impuestos y tasas, a sus hijos o a los extraños?».
Contestó:
—«A los extraños».
Jesús le dijo:
—«Entonces, los hijos están exentos. Sin embargo, para no escandalizarlos, ve al lago, echa el anzuelo, coge el primer pez que pique, ábrele la boca y encontrarás una moneda de plata. Cógela y págales por mí y por ti».
Palabra del Señor.
Oración de los fieles
Presidente: A Dios Padre, que cuida de todos sus hijos y ama la justicia, pidamos:
Concédenos un corazón recto, Señor.
- Por todos los cristianos que conforman la Iglesia: que una irreprensible conducta civil sea el instrumento para dar testimonio creíble de que el cristianismo no es espiritualismo desencarnado que abstrae de las obligaciones de la vida común, sino la motivación de un modo de vivir recto y honesto. Oremos.
- Por el Papa, los obispos y los sacerdotes: para que sean, como el Señor Jesús, solícitos al dar ejemplo de un actuar que considera que el bien común es superior al beneficio personal. Oremos.
- Por las personas que saben superar las posiciones personales legítimas para no generar escándalos ni divisiones, ni frenar la común búsqueda de Dios. Para que el Señor les conceda mayor conocimiento, amor y sentimiento de su presencia. Oremos.
- Por las familias que están en la desesperación porque han adminis trado mal la economía familiar. Que sean consoladas por la presencia del Señor que da a los corazones la esperanza de que todo se resolverá sin necesidad de recurrir a maniobras extremas. Oremos.
Presidente: Te alabamos, Padre, porque también te interesas por el bienestar material de tus hijos. Haz que llevemos una vida recta y honesta para mantenernos bajo tu bendición. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Presentación de las Ofrendas
Con los dones de pan y vino, que hoy llevamos al altar, ofrezcamos también nuestra ofrenda económica.
Comunión.
Cristo Jesús, que entregó su vida por nosotros, también sigue ofreciéndonos salvación con su Cuerpo y su Sangre. Acerquémonos a recibirle.
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Fuentes: Caballero, B., La Palabra cada día, Ed San Pablo, Madrid, 1990; Aldazábal, José, Enséñanos tus caminos 5, Centro de Pastoral Litúrgica, Barcelona, 1996; Secretariado Nacional de Liturgia, Comentarios Bíblicos al Leccionario del Tiempo Ordinario; Monjas Agustinas de los Cuatro Santos Coronados, Oración de los Fieles Tiempo Ordinario Ciclo Ferial, Ed San Pablo, Bogotá, Colombia