Monición de Entrada
Tengan muy buenos días (tardes, noches) queridos hermanos, en el jueves de la II Semana de Adviento, jueves eucarístico, les damos la más cordial bienvenida a la celebración de la Santa Misa.
Seguimos preparándonos para la venida del Señor. A partir de hoy, y hasta el día 16, el hilo conductor de las lecturas lo llevará el evangelio de cada día, con la figura sobresaliente de Juan Bautista, el precursor del Mesías. Mientras que las lecturas del A.T. nos irán completando el cuadro de los pasajes evangélicos.
Abandonémonos en las manos amorosas de Dios y dejemos en sus manos nuestras dificultades, para celebrar con gozo esta Santa Misa. Comencemos con el canto de entrada. De pie, por favor.
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Moniciones a las lecturas
Monición a la primera lectura (Isaías 41, 13-20)
En el texto que leemos hoy del profeta Isaías, Dios se dirige a todo el pueblo de Israel con un lenguaje lleno de ternura, prometiéndole que le convertirá en instrumento eficaz de preparación a los tiempos mesiánicos, roturando y preparando el terreno para la salvación.
PRIMERA LECTURA
Lectura del libro de Isaías 41, 13-20
Yo, el Señor, tu Dios,
te agarro de la diestra y te digo:
«No temas,
yo mismo te auxilio».
No temas, gusanito de Jacob,
oruga de Israel,
yo mismo te auxilio
—oráculo del Señor—,
tu redentor es el Santo de Israel.
Mira, te convierto en trillo aguzado,
nuevo, dentado:
trillarás los montes y los triturarás;
harás paja de las colinas;
los aventarás, y el viento los arrebatará,
el vendaval los dispersará;
y tú te alegrarás con el Señor,
te gloriarás del Santo de Israel.
Los pobres y los indigentes
buscan agua, y no la hay;
su lengua está reseca de sed.
Yo, el Señor, les responderé; yo,
el Dios de Israel, no los abandonaré.
Alumbraré ríos en cumbres peladas;
en medio de las vaguadas, manantiales;
transformaré el desierto en estanque
y el yermo en fuentes de agua;
pondré en el desierto cedros,
y acacias, y mirtos, y olivos;
plantaré en la estepa
cipreses, y olmos y alerces, juntos.
Para que vean y conozcan,
reflexionen y aprendan de una vez,
que la mano del Señor lo ha hecho,
que el Santo de Israel lo ha creado.
Palabra de Dios.
Monición al salmo responsorial (Salmo 144)
Salmo responsorial: Salmo 144, 1 y 9. 10-11. 12-13ab
R. El Señor es clemente y misericordioso, lento a la cólera y rico en piedad.
Te ensalzaré, Dios mío, mi rey;
bendeciré tu nombre por siempre jamás.
El Señor es bueno con todos,
es cariñoso con todas sus criaturas. R.
Que todas tus criaturas te den gracias, Señor,
que te bendigan tus fieles;
que proclamen la gloria de tu reinado,
que hablen de tus hazañas; R.
Explicando tus hazañas a los hombres,
la gloria y majestad de tu reinado.
Tu reinado es un reinado perpetuo,
tu gobierno va de edad en edad. R.
Monición al Evangelio (Mateo 11, 11-15)
EVANGELIO
Lectura del santo evangelio según san Mateo 11, 11-15
En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente:
—«Os aseguro que no ha nacido de mujer uno más grande que Juan, el Bautista; aunque el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él.
Desde los días de Juan, el Bautista, hasta ahora se hace violencia contra el reino de Dios, y gente violenta quiere arrebatárselo. Los profetas y la Ley han profetizado hasta que vino Juan; él es Elías, el que tenía que venir, con tal que queráis admitirlo.
El que tenga oídos que escuche».
Palabra del señor.
Oración de los fieles
Presidente: «Yo, el Señor, les responderé. No les abandonaré» nos ha dicho el Señor en la primera lectura. Confiando en que Dios no abandona a los míseros y a los pobres, sino que nos llama a todos para que seamos constructores de su Reino, pidámosle que en este Adviento nos ayude a reconocer nuestra pobreza y a invocar su nombre. Unámonos en oración diciendo todos:
Guía nuestro camino, Señor.
- Por la Iglesia, para que ayude a sus hijos a crecer en la fe, para que, sirviendo al Señor, con la santidad de su vida, puedan colaborar en la construcción de su Reino.. Oremos.
- Por el Santo Padre Francisco, para que, con la firmeza y la solicitud de un padre que ama a sus hijos, guíe, corrija y sostenga a la Iglesia en el camino que en la historia debe hacer con su Señor. Oremos.
- Por los pueblos que viven en fuertes conflictos internos debidos a las diferencias culturales, raciales y religiosas, para que puedan encontrar las vías del diálogo y de la convivencia pacífica en la escucha, el respeto de la diversidad y en la confianza recíproca, para descubrir que para todos Dios tiene una promesa de felicidad y de vida fecunda y bendecida. Oremos.
- Por los que más sufren en el mundo, especialmente los pobres, los marginados y los olvidados por la sociedad, para que, a través de la caridad y la solidaridad fraterna, experimenten que Dios no abandona a nadie y no se olvida de nadie. Oremos
- Por todos nosotros, reunidos en torno al altar este día, para que la Palabra que hemos escuchado nos llene de consuelo y nos dé la esperanza de una vida nueva en Cristo Jesús. Oremos.
Presidente: Señor Dios, que vienes en ayuda de tu pueblo, escucha la oración de tu pueblo y has que, dándonos cuenta de tu presencia entre nosotros, podamos acoger la mano que nos tiendes. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Presentación de las Ofrendas
«Transformaré el desierto en estanque y el yermo en fuentes de agua», nos ha dicho Dios en la primera lectura de hoy. Del fruto de la tierra y del trabajo del hombre del campo, llevamos ahora al altar los dones de pan y vino. Cantemos todos…
Comunión
Queridos hermanos, Dios sigue mostrándonos su misericordia y dándonos su salvación. A Jesús que nos salva, vayamos a recibirle con devoción y fe. Cantemos todos
Final
Queridos hermanos, el don de Dios es siempre a la vez tarea y compromiso. Es palabra de consuelo y de conversión.
Ahora que terminamos esta Santa Misa, retornamos a nuestros hogares con la tarea de seguir dando frutos de una sincera conversión y esforzándonos para vivir dignamente las fiestas navideñas. Solo los que se esfuerzan se apoderan del Reino de Dios.
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Fuentes: Aldazábal, J. Enséñanos tus Caminos 1. Adviento y Navidad día tras día, Centro de Pastoral Litúrgica, Barcelona; Monjas Agustinas de los Cuatro Santos Coronados, Oración de los Fieles Tiempo de Adviento y Navidad, Ed San Pablo, Bogotá, Colombia.