Monición de entrada
Buenos días (tardes, noches) queridos hermanos. Todos los jueves son especiales, nos mueven a la adoración, la alabanza y la acción de gracias. Oramos también por nuestros sacerdotes.
Movidos por esos sentimientos y en la espera constan del Señor, iniciemos nuestra misa con el canto de entrada.
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Moniciones a las lecturas
Monición a la primera lectura (Efesios 6, 10-20)
Hoy es el último día que leemos la carta a los Efesios , que nos ha acompañado durante más de dos semanas . Y lo hacemos con una página que nos muestra las armas que debe tomar todo buen cristiano. Escuchemos.
PRIMERA LECTURA
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 6, 10-20
Hermanos:
Buscad vuestra fuerza en el Señor y en su invencible poder. Poneos las armas que Dios os da, para poder resistir a las estratagemas del diablo, porque nuestra lucha no es contra hombres de carne y hueso, sino contra los principados, autoridades y poderes que dominan este mundo de tinieblas, contra las fuerzas sobrehumanas y supremas del mal.
Por eso, tomad las armas de Dios, para poder resistir en el día fatal y, después de actuar a fondo, mantener las posiciones. Estad firmes, repito: abrochaos el cinturón de la verdad, por coraza poneos la justicia; bien calzados para estar dispuestos a anunciar el Evangelio de la paz. Y, por supuesto, tened embrazado el escudo de la fe, donde se apagarán las flechas incendiarias del malo. Tomad por casco la salvación y por espada la del Espíritu, es decir, la palabra de Dios, insistiendo y pidiendo en la oración.
Orad en toda ocasión con la ayuda del Espíritu. Tened vigilias en que oréis con constancia por todos los santos. Pedid también por mí, para que Dios abra mi boca y me conceda palabras que anuncien sin temor el misterio contenido en el Evangelio, del que soy embajador en cadenas. Pedid que tenga valor para hablar de él como debo.
Palabra de Dios.
Monición al salmo responsorial (Salmo 143)
Tanto en la lectura como en el salmo nos movemos en un lenguaje bélico. Para el combate de la vida se necesita una armadura; nos la ha descrito san Pablo. Pero, en esta batalla, Dios es la defensa principal. Por eso, manifestemos nuestra acción de gracias diciendo todos:
Salmo responsorial: Salmo 143, 1. 2. 9-10
R. Bendito el Señor, mi Roca.
Bendito el Señor, mi Roca,
que adiestra mis manos para el combate,
mis dedos para la pelea. R.
Mi bienhechor, mi alcázar,
baluarte donde me pongo a salvo,
mi escudo y mi refugio,
que me somete los pueblos. R.
Dios mío, te cantaré un cántico nuevo,
tocaré para ti el arpa de diez cuerdas:
para ti que das la victoria a los reyes,
y salvas a David, tu siervo. R.
Monición al Evangelio (Lucas 13, 31-35)
En el texto evangélico de hoy, Jesús hace hoy unas afirmaciones que pueden parecernos un tanto paradójicas,
EVANGELIO
Lectura del santo evangelio según san Lucas 13, 31-35
En aquella ocasión, se acercaron unos fariseos a decirle:
—«Márchate de aquí, porque Herodes quiere matarte».
Él contestó:
—«Id a decirle a ese zorro: «Hoy y mañana seguiré curando y echando demonios; pasado mañana llego a mi término».
Pero hoy y mañana y pasado tengo que caminar, porque no cabe que un profeta muera fuera de Jerusalén.
¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que se te envían!
¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como la clueca reúne a sus pollitos baja las alas! Pero no habéis querido.
Vuestra casa se os quedará vacía.
Os digo que no me volveréis a ver hasta el día que exclaméis: «Bendito el que viene en nombre del Señor»».
Palabra del Señor.
Oración de los fieles
Presidente: Al Señor dirijamos nuestra oración, seguros de que seremos escuchados. Supliquemos diciendo:
Perdónanos, Señor.
- Por la Iglesia: que sea firme en la fe y perseverante en la oración para que pueda resistir a las insidias del Maligno y cumplir su misión. Oremos.
- Por el Papa: que su labor sea expresión del amor del Padre; que con su palabra toque el corazón de cada hombre, para ayudarlo a caminar en la luz del Señor resucitado. Oremos.
- Por los misioneros: para que el miedo y la soledad no predominen en su corazón, sino que siempre estén dispuestos a responder con esperanza y a dar testimonio de su fidelidad al Señor. Oremos.
- Por los que son víctima del mal: que la oración de los cristianos les conceda la fuerza de arrepentirse y el coraje de volver a empezar una nueva vida fundada en el amor misericordioso de Dios. Oremos.
Presidente: Dios Padre, convierte nuestros corazones, fortalece nuestra fe y guíanos a la salvación. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Presentación de las Ofrendas
Bendigamos al Señor, nuestra roca, y presentémosle nuestros dones de pan y vino.
Comunión.
«Bendito el que viene en nombre del Señor»», vayamos a recibirle en la comunión. Cantemos todos.
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Fuentes: Caballero, B., La Palabra cada día, Ed San Pablo, Madrid, 1990; Aldazábal, José, Enséñanos tus caminos 4, Centro de Pastoral Litúrgica, Barcelona, 1996; Secretariado Nacional de Liturgia, Comentarios Bíblicos al Leccionario del Tiempo Ordinario; Monjas Agustinas de los Cuatro Santos Coronados, Oración de los Fieles Tiempo Ordinario Ciclo Ferial, Ed San Pablo, Bogotá, Colombia