Monición de Entrada
Para los lugares donde se trasladó, ver: Moniciones Bautismo Fiesta del Señor
Queridos hermanos, tengan todos muy buenos días (tardes, noches). Les damos la más cordial bienvenida a la celebración eucarística de hoy, con la que iniciamos las misas diarias del tiempo ordinario.
Dios sigue hablándonos por medio de su Hijo. En el comienzo de su vida pública, Jesús elige hoy a sus primeros discípulos y nos invita a la conversión.
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Moniciones a las lecturas
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Monición a la primera lectura (Samuel 1, 1-8)
Esta primera semana la iniciamos leyendo los libros históricos del Antiguo Testamento. Corresponde hoy el turno a Samuel, un personaje que vivió unos mil años antes de Cristo. Ahora nos presenta una escena muy propia de la vida familiar, con Elcaná y su esposa Ana, la mujer estéril, como protagonistas. Escuchemos.
PRIMERA LECTURA
Comienzo del primer libro de Samuel 1, 1-8
Había un hombre sufita oriundo de Ramá, en la serranía de Efraím, llamado Elcaná, hijo de Yeroján, hijo de Elihú, hijo de Toju, hijo de Suf, efraimita. Tenía dos mujeres: una se llamaba Ana y la otra Fenina; Fenina tenía hijos, y Ana no los tenía.
Aquel hombre solía subir todos los años desde su pueblo para adorar y ofrecer sacrificios al Señor de los ejércitos en Siló, donde estaban de sacerdotes del Señor los dos hijos de Elí, Jofní y Finés.
Llegado el día de ofrecer el sacrificio, repartía raciones a su mujer Fenina para sus hijos e hijas, mientras que a Ana le daba sólo una ración; y eso que la quería, pero el Señor la había hecho estéril. Su rival la insultaba, ensañándose con ella para mortificarla, porque el Señor la había hecho estéril.
Así hacía año tras año; siempre que subían al templo del Señor, solía insultarla así.
Una vez Ana lloraba y no comía. Y Elcaná, su marido, le dijo:
—«Ana, ¿por qué lloras y no comes?, ¿por qué te afliges? ¿No te valgo yo más que diez hijos?».
Palabra de Dios.
Monición al salmo responsorial (Salmo 115)
La imagen de Elcaná subiendo a Silo para adorar y ofrecer sacrificios pone en nuestros labios el salmo 115, donde se entremezclan la acción de gracias y la alabanza con el rito litúrgico y la testificación del deber cumplido en presencia de toda la asamblea». Unámonos al salmista diciendo todos:
Salmo responsorial: Salmo 115, 12-13. 14 y 17. 18-19
R. Te ofreceré, Señor, un sacrificio de alabanza.
¿Cómo pagaré al Señor
todo el bien que ha hecho?
Alzaré la copa de la salvación,
invocando su nombre. R.
Cumpliré al Señor mis votos
en presencia de todo el pueblo.
Te ofreceré un sacrificio de alabanza,
invocando tu nombre, Señor. R.
Cumpliré al Señor mis votos
en presencia de todo el pueblo;
en el atrio de la casa del Señor,
en medio de ti, Jerusalén. R.
Monición al Evangelio (Marcos 1, 14-20)
Esta primera semana del tiempo ordinario la inauguramos escuchando el Evangelio de san Marcos. Hoy nos describe el inicio de la vida pública de Jesús, haciéndonos un llamado a la conversión y eligiendo a sus primeros discípulos. Cantemos el aleluya que nos prepara a escuchar el llamado que Dios también nos hace a nosotros hoy. De pie, por favor.
EVANGELIO
Lectura del santo evangelio según san Marcos 1, 14-20
Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios. Decía:
—«Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios: convertíos y creed en el Evangelio».
Pasando junto al lago de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés, que eran pescadores y estaban echando el copo en el lago.
Jesús les dijo:
—«Venid conmigo y os haré pescadores de hombres».
Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.
Un poco más adelante vio a Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca repasando las redes. Los llamó, dejaron a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros y se marcharon con él.
Palabra del Señor.
Oración de los fieles
Presidente: Con la confianza y el coraje de los primeros discípulos presentemos a Dios nuestras esperanzas, nuestras preocupaciones, nuestras invocaciones, diciendo todos:
Señor, aumenta nuestra fe en ti.
- Por la Iglesia, para que todos los bautizados se sientan continuamente llamados a la conversión y a alimentar su fe en el Señor Jesús y estén dispuesto a anunciar en todo lugar la alegría de caminar tras Él. Oremos.
- Por la paz en el mundo entero, para que todos los gobernantes busquen la estabilidad social en cada país y la reconciliación entre los pueblos. Oremos.
- Por todas las mujeres que, como Ana, sufren por la imposibilidad de tener el don de un hijo, para que el Señor de la vida les dé consuelo y serenidad, y las llene de una maternidad espiritual, abierta a toda creatura. Oremos.
- Por las mujeres que son explotadas, obligadas a abortar, violadas en su dignidad, para que los corazones de quienes cometen tales crímenes se ablanden ante la Palabra del Señor y se abran a los caminos de conversión. Oremos.
- Por todos los hombres que Dios no se cansa de llamar a su seguimiento, para que nunca pierdan el impulso de los primeros pasos y alimenten con la oración, el coraje y la dulzura de atraer al encuentro con Dios a todos los que han sido confiados a su ministerio pastoral. Oremos.
Presidente: Tú, Señor Jesús, sigues pasando por las riberas del mar de nuestra historia. Atraviesa también hoy nuestros caminos e ilumínalos con el don de tu infinita misericordia que nos llega en todo lo que, confiados, te hemos pedido a ti, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
Presentación de las Ofrendas
Confiados en un Padre amoroso, que nunca nos abandona, llevemos al altar los dones de pan y vino.
Comunión
En la llamada constante que Dios nos hace cada día, también nos invita a participar de su banquete. Acerquémonos cantando a comulgar.
Final
Queridos hermanos, cada uno de nosotros ha sido llamado a una vocación específica y desde ella glorificamos a Dios y le servimos. Vayamos a vivir nuestra vocación y a dar signos de conversión.
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Fuentes: Caballero, B., La Palabra cada día, Ed San Pablo, Madrid, 1990; Aldazábal, José, Enséñanos tus caminos 4, Centro de Pastoral Litúrgica, Barcelona, 1996; Monjas Agustinas de los Cuatro Santos Coronados, Oración de los Fieles Tiempo Ordinario Ciclo Ferial, Ed San Pablo, Bogotá, Colombia.