Monición de entrada
Buenos días (tardes, noches) queridos hermanos. Hoy comenzamos las misas diarias de la vigésimo sexta semana del tiempo ordinario, y celebramos la memoria de san Jerónimo, presbítero y doctor de la Iglesia, traductor de la Biblia al Latín. Sean todos bienvenidos.
Jesús nos dará hoy una gran lección de humildad. Preparémonos para recibirla y comencemos esta misa con el canto de entrada.
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Moniciones a las lecturas
Monición a la primera lectura (Job 1, 6-22)
La primera lectura nos presenta a un hombre justo que enfrenta una serie de pruebas y
pérdidas; pero que, a pesar de las tormentas que le rodean, se mantiene firme en su fe, sin protestar contra Dios. Escuchemos.
PRIMERA LECTURA
Lectura del libro de Job 1, 6-22
Un día, fueron los ángeles y se presentaron al Señor; entre ellos llegó también Satanás.
El Señor le preguntó:
—«¿De dónde vienes?».
El respondió:
—«De dar vueltas por la tierra».
El Señor le dijo:
—«¿Te has fijado en mi siervo Job? En la tierra no hay otro como él: es un hombre justo y honrado, que teme a Dios y se aparta del mal».
Satanás le respondió:
—«¿Y crees que teme a Dios de balde? ¡Si tú mismo lo has cercado y protegido, a él, a su hogar y todo lo suyo! Has bendecido sus trabajos, y sus rebaños se ensanchan por el país. Pero extiende la mano, daña sus posesiones, y te apuesto a que te maldecirá en tu cara».
El Señor le dijo:
—«Haz lo que quieras con sus cosas, pero a él no lo toques».
Y Satanás se marchó.
Un día que sus hijos e hijas comían y bebían en casa del hermano mayor, llegó un mensajero a casa de Job y le dijo:
—«Estaban los bueyes arando y las burras pastando a su lado, cuando cayeron sobre ellos unos sabeos, apuñalaron a los mozos y se llevaron el ganado. Sólo yo pude escapar para contártelo».
No había acabado de hablar, cuando llegó otro y dijo:
—«Ha caído un rayo del cielo que ha quemado y consumido tus ovejas y pastores. Sólo yo pude escapar para contártelo».
No había acabado de hablar, cuando llegó otro y dijo:
—«Una banda de caldeos, dividiéndose en tres grupos, se echó sobre los camellos y se los llevó, y apuñaló a los mozos. Sólo yo pude escapar para contártelo».
No había acabado de hablar, cuando llegó otro y dijo:
—«Estaban tus hijos y tus hijas comiendo y bebiendo en casa del hermano mayor, cuando un huracán cruzó el desierto y embistió por los cuatro costados la casa, que se derrumbó y los mató. Sólo yo pude escapar para contártelo».
Entonces Job se levantó, se rasgó el manto, se rapó la cabeza, se echó por tierra y dijo:
«Desnudo salí del vientre de mi madre
y desnudo volveré a él.
El Señor me lo dio,
el Señor me lo quitó;
bendito sea el nombre del Señor».
A pesar de todo, Job no protestó contra Dios.
Palabra de Dios.
Monición al salmo responsorial (Salmo 16)
El salmo 16 refleja la confianza de David en Dios como su refugio y su
porción. A Ejemplo de Job y David, pongamos también nosotros nuestra confianza en Dios y digamos todos:
Salmo responsorial: Salmo 16, 1. 2-3. 6-7
R. Inclina el oído y escucha mis palabras.
Señor, escucha mi apelación,
atiende a mis clamores,
presta oído a mi súplica,
que en mis labios no hay engaño. R.
Emane de ti la sentencia,
miren tus ojos la rectitud.
Aunque sondees mi corazón,
visitándolo de noche,
aunque me pruebes al fuego,
no encontrarás malicia en mí. R.
Yo te invoco porque tú me respondes, Dios mío;
inclina el oído y escucha mis palabras.
Muestra las maravillas de tu misericordia,
tú que salvas de los adversarios
a quien se refugia a tu derecha. R.
Monición al Evangelio (Lucas 9, 46-50)
Termina hoy el relato que nos ha hecho Lucas sobre el ministerio de Jesús en Galilea . A partir de mañana se inicia su viaje a Jerusalén. Hoy Jesús manifiesta, una vez más, el conocimiento profundo de los corazones de los hombres y plantea el problema de la grandeza en el Reino de Dios.
EVANGELIO
Lectura del santo evangelio según san Lucas 9, 46-50
En aquel tiempo, los discípulos se pusieron a discutir quién era el más importante.
Jesús, adivinando lo que pensaban, cogió de la mano a un niño, lo puso a su lado y les dijo:
—«El que acoge a este niño en mi nombre me acoge a mí; y el que me acoge a mí acoge al que me ha enviado.
El más pequeño de vosotros es el más importante».
Juan tomó la palabra y dijo:
—«Maestro, hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre y, como no es de los nuestros, se lo hemos querido impedir».
Jesús le respondió:
—«No se lo impidáis; el que no está contra vosotros, está a favor vuestro».
Palabra del Señor.
Oración de los fieles
Presidente: Al Señor, que nos ha mostrado la medida de la grandeza de su Reino en un pequeño niño para que comprendamos y vivamos su Palabra. Responderemos todos:
Venga tu Reino, Señor.
- Por la Iglesia: para que sea el lugar en el cual todo hombre pueda aprender los humildes caminos de Dios y conocer la grandeza del ser pequeños, la riqueza de ser pobres y la libertad de ser siervos. Oremos.
- Por todos los pastores y ministros de la Iglesia: que siempre estén en armonía con el Evangelio y se empleen con profunda humildad en la causa del Reino de Dios. Oremos.
- Por el hombre de nuestro tiempo, esclavo de la competencia y de la afirmación de si para que sepa confrontarse con ala Palabra del Evangelio para encontrar vías nuevas en la construcción de su vida y de la sociedad entera. Oremos.
- Por todos los hermanos profundamente probados por numerosos sufrimientos: para que no decaigan en la certeza del amor de Dios y de su continua presencia. Oremos.
Presidente: Señor, que nos enseñas con humilde paciencia tu verdad, libéranos de toda pretensión de grandeza y concédenos la gracia de vivir como siervos tuyos. Por Cristo nuestro Señor. Amén.
Presentación de las Ofrendas
Junto al pan y el vino que llevamos al altar, presentemos también a nuestros niños, para que Dios los cuide y proteja.
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Fuentes: Caballero, B., La Palabra cada día, Ed San Pablo, Madrid, 1990; Aldazábal, José, Enséñanos tus caminos 6, Centro de Pastoral Litúrgica, Barcelona, 1996; Secretariado Nacional de Liturgia, Comentarios Bíblicos al Leccionario del Tiempo Ordinario; Monjas Agustinas de los Cuatro Santos Coronados, Oración de los Fieles Tiempo Ordinario Ciclo Ferial, Ed San Pablo, Bogotá, Colombia