Monición de entrada
Queridos hermanos, les damos la más cordial bienvenida a la última misa diaria de la vigésimo quinta semana del tiempo ordinario, en la que también celebramos la memoria de san Lorenzo Ruiz, Wenceslao y compañeros mártires, sembradores de la fe cristiana en Filipinas, Formosa y otras islas japonesas.
Con mucha alegría nos disponemos para que la celebración de estos misterios sigan transformando nuestra vida. Iniciemos nuestra celebración entonando todos el canto de entrada. De pie y cantemos.
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Moniciones a las lecturas
Monición a la primera lectura (Eclesiastés 11, 9—12, 8)
Del libro del Eclesiastés leemos hoy unos consejos para jóvenes y para ancianos. Sabiduría de la vida. Pongamos atención porque nos vienen bien estos consejos, que relativizan un tanto las cosas y a la vez dan un sentido de fe a la vida.
PRIMERA LECTURA
Lectura del libro del libro de Eclesiastés 11, 9—12, 8
Disfruta mientras eres muchacho
y pásalo bien en la juventud;
déjate llevar del corazón,
de lo que atrae a los ojos;
y sabe que Dios te llevará a juicio
para dar cuenta de todo.
Rechaza las penas del corazón
y rehúye los dolores del cuerpo:
niñez y juventud son efímeras.
Acuérdate de tu Hacedor durante tu juventud,
antes de que lleguen los días aciagos
y alcances los años en que dirás:
«No les saco gusto».
Antes de que se oscurezca la luz del sol,
la luna y las estrellas,
y a la lluvia siga el nublado.
Ese día temblarán los guardianes de casa
y los robustos se encorvarán,
las que muelen serán pocas y se pararán,
las que miran por las ventanas se ofuscarán,
las puertas de la calle se cerrarán
y el ruido del molino se apagará,
se debilitará el canto de los pájaros,
las canciones se Irán callando,
darán miedo las alturas
y rondarán los terrores.
Cuando florezca el almendro,
y se arrastre la langosta,
y no dé gusto la alcaparra,
porque el hombre marcha a la morada eterna,
y el cortejo fúnebre recorre las calles.
Antes de que se rompa el hilo de planta,
y se destroce la copa de oro,
y se quiebre el cántaro en la fuente,
y se raje la polea del pozo,
y el polvo vuelva a la tierra que fue,
y el espíritu vuelva a Dios, que lo dio.
Vanidad de vanidades, dice Qohelet,
todo es vanidad.
Palabra de Dios.
Monición al salmo responsorial (Salmo 89)
El salmo 89 insiste en la visión escéptica de la vida y en la confianza en Dios. Es un canto que nos habla sobre la brevedad de la vida y la eternidad de Dios. Responderemos todos:
Salmo responsorial: Salmo 89, 3-4. 5-6. 12-13. 14 y 17
R. Señor, tú has sido nuestro refugio
de generación en generación.
Tú reduces el hombre a polvo,
diciendo: «Retornad, hijos de Adán».
Mil años en tu presencia
son un ayer, que pasó;
una vela nocturna. R.
Los siembras año por año,
como hierba que se renueva:
que florece y se renueva por la mañana,
y por la tarde la siegan y se seca. R.
Enséñanos a calcular nuestros años
para que adquiramos un corazón sensato.
Vuélvete, Señor, ¿hasta cuándo?
Ten compasión de tus siervos. R.
Por la mañana sácianos de tu misericordia,
y toda nuestra vida será alegría y júbilo.
Baje a nosotros la bondad del Señor
y haga prósperas las obras de nuestras manos. R.
Monición al Evangelio (Lucas 9, 43b-45)
Inmediatamente después de la victoria de Jesús sobre el mal y de la admiración que sus realizaciones y obras producían, en el texto evangélico de hoy, anuncia Jesús su
pasión.
EVANGELIO
Lectura del santo evangelio según san Lucas 9, 43b-45
En aquel tiempo, entre la admiración general por lo que hacía, Jesús dijo a sus discípulos:
—«Meteos bien esto en la cabeza: al Hijo del hombre lo van a entregar en manos de los hombres».
Pero ellos no entendían este lenguaje; les resultaba tan oscuro que no cogían el sentido.
Y les daba miedo preguntarle sobre el asunto.
Palabra del Señor.
Oración de los fieles
Presidente: Los caminos del Señor a menudo chocan con nuestras expectativas por eso nos es dificil entenderlos como sendas de vida y aceptarles. Pidiéndole a Él la luz y el discernimiento, oremos juntos diciendo:
Enséñanos, Señor, tus caminos.
- Por la Iglesia: para que sea maestra al guiar a cada fiel al conocimiento pleno del misterio de Cristo y de su amor crucificado. Oremos.
- Por todos los gobernantes y los poderosos de la tierra: para que puedan dejarse tocar por la miseria y los sufrimientos presentes en el mundo y hacerse cargo de las dificultad sociales con ánimo límpido y trasparente, bus cando el bien de cada persona. Oremos.
- Por los jóvenes que viven con superficialidad y ligereza, confundidos e insatisfechos: para que comprendan el gran don de la vida y aprendan a disfrutarla en plenitud y a desear el bien para ellos y para los demás. Oremos.
- Por todos los hermanos que viven el misterio del sufrimiento: para que se reconozcan en las llagas de Cristo en la cruz y encuentren consuelo en Aquel que sufre junto a ellos. Oremos.
Presidente: Señor Jesús, que nos llamas a acoger el don de tu amor en el misterio de tu cruz, protégenos del escándalo que a menudo acompaña tu venida y alimenta nuestra fe, para que nos dejemos conducir dócilmente a ti. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
Presentación de las ofrendas
Porque Dios ha hecho prósperas la obras de las manos del agricultor, podemos presentar con alegría hoy nuestros dones de pan y vino.
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Fuentes: Caballero, B., La Palabra cada día, Ed San Pablo, Madrid, 1990; Aldazábal, José, Enséñanos tus caminos 6, Centro de Pastoral Litúrgica, Barcelona, 1996; Secretariado Nacional de Liturgia, Comentarios Bíblicos al Leccionario del Tiempo Ordinario; Monjas Agustinas de los Cuatro Santos Coronados, Oración de los Fieles Tiempo Ordinario Ciclo Ferial, Ed San Pablo, Bogotá, Colombia
