Monición de entrada
Queridos hermanos, nos reunimos en la casa de Dios para celebrar la última eucaristía de la vigésimo octava semana del tiempo ordinario. En ella hacemos también memoria, entre otros santos, de San Pablo de la Cruz y San Pedro de Alcántara.
Que la celebración de estos misterios nos fortalezcan en nuestra vida cristiana, para saber dar testimonio de Cristo en el mundo.
Iniciemos nuestra celebración entonando todos el canto de entrada.
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Moniciones a las lecturas
Monición a la primera lectura (Romanos 4, 13. 16-18)
Después del himno al plan salvador de Dios, san Pablo dirige su saludo a la comunidad de Éfeso, con los deseos que suele incluir en sus varias cartas. Escuchemos.
PRIMERA LECTURA
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 1, 15-23
Hermanos:
Yo, que he oído hablar de vuestra fe en el Señor Jesús y de vuestro amor a todos los santos, no ceso de dar gracias por vosotros, recordándoos en mi oración, a fin de que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, os dé espíritu de sabiduría y revelación para conocerlo. Ilumine los ojos de vuestro corazón, para que comprendáis cuál es la esperanza a la que os llama, cuál la riqueza de gloria que da en herencia a los santos, y cuál la extraordinaria grandeza de su poder para nosotros, los que creemos, según la eficacia de su fuerza poderosa, que desplegó en Cristo, resucitándolo de entre los muertos y sentándolo a su derecha en el cielo, por encima de todo principado, potestad, fuerza y dominación, y por encima de todo nombre conocido, no sólo en este mundo, sino en el futuro.
Y todo lo puso bajo sus pies, y lo dio a la Iglesia, como cabeza, sobre todo. Ella es su cuerpo, plenitud del que lo acaba todo en todos.
Palabra de Dios.
Monición al salmo responsorial (Salmo 8)
Con el salmo 8, exaltemos la grandeza que Dios ha otorgado al hombre. Lo hacemos diciendo todos:
Salmo responsorial: Salmo 8, 2-3a. 4-5. 6-7
R. Diste a tu Hijo el mando sobre las obras de tus manos.
Señor, dueño nuestro,
¡qué admirable es tu nombre
en toda la tierra!
Ensalzaste tu majestad sobre los cielos.
De la boca de los niños de pecho
has sacado una alabanza. R.
Cuando contemplo el cielo, obra de tus dedos,
la luna y las estrellas que has creado,
¿qué es el hombre, para que te acuerdes de él,
el ser humano, para darle poder? R.
Lo hiciste poco inferior a los ángeles,
lo coronaste de gloria y dignidad,
le diste el mando sobre las obras de tus manos. R.
Monición al Evangelio (Lucas 12, 8-12)
En el texto evangélico de hoy, Jesús nos da otro motivo para ser intrépidos en la vida cristiana, pues el mismo Jesús dará testimonio a favor nuestro ante la presencia de Dios , el día del juicio.
EVANGELIO
Lectura del santo evangelio según san Lucas 12, 8-12
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
—«Si uno se pone de mi parte ante los hombres, también el Hijo del hombre se pondrá de su parte ante los ángeles de Dios.
Y si uno me reniega ante los hombres, lo renegarán a él ante los ángeles de Dios.
Al que hable contra el Hijo del hombre se le podrá perdonar, pero al que blasfeme contra el Espíritu Santo no se le perdonará.
Cuando os conduzcan a la sinagoga, ante los magistrados y las autoridades, no os preocupéis de lo que vais a decir, o de cómo os vais a defender.
Porque el Espíritu Santo os enseñará en aquel momento lo que tenéis que decir».
Palabra del Señor.
Oración de los fieles
Presidente: Demos gracias al Señor Jesús por todos los beneficios que continuamente nos dona y pidámosle que escuche nuestras oraciones diciendo:
Asiste a tu pueblo, Señor.
- Por la Iglesia, cuerpo de Cristo, para que se superen las laceraciones que aún están presentes en su interior y pueda reflejar plenamente la gloria de la Trinidad Santísima. Oremos.
- Por el Papa, los obispos y los sacerdotes, para que sus urgencias pastorales no ofusquen su primera tarea, que es el recuerdo de Dios en la oración del pueblo que les ha sido confiado. Oremos.
- Por los países destruidos por las guerras y la violencia. Que se alcancen pronto acuerdos de paz que puedan dar estabilidad y garantía de justicia, en la tutela de los derechos humanos. Oremos.
- Por los jóvenes, para que aprendan a usar las palabras con sabiduría, para acercarse a los otros y no para herirlos. Oremos.
- Por los magistrados y las autoridades que tienen la tarea de emitir juicios. Que siempre sean iluminados por el Espíritu en las decisiones que deben tomar, y no se dejen influenciar por intereses personales al formular su sentencia. Oremos.
Presidente: Escucha, Señor, estas oraciones, y haznos cada vez más conscientes de tu amor, abiertos a la acción de tu Espíritu, dispuestos a dar testimonio con la alegría de las maravillas que siempre obras. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
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Fuentes: Caballero, B., La Palabra cada día, Ed San Pablo, Madrid, 1990; Aldazábal, José, Enséñanos tus caminos 6, Centro de Pastoral Litúrgica, Barcelona, 1996; Secretariado Nacional de Liturgia, Comentarios Bíblicos al Leccionario del Tiempo Ordinario; Monjas Agustinas de los Cuatro Santos Coronados, Oración de los Fieles Tiempo Ordinario Ciclo Ferial, Ed San Pablo, Bogotá, Colombia