Monición de entrada
Queridos hermanos, tengan todos muy buenos días (tardes, noches). Sean todos bienvenidos a la casa de Dios, para la celebración de la santa misa diaria, en el viernes de la trigésima tercera semana del tiempo ordinario, en el que también celebramos la memoria de Santa Cecilia, virgen y mártir, patrona de la música, de los poetas y de los ciegos.
Estamos cada vez más cerca de finalizar este año litúrgico y comenzar un nuevo ciclo. Dios ahora nos muestra su celo por el templo y todo lo que tiene que ver con las cosas sagradas.
Dispongámonos a celebrar bien estos misterios, entonando todos el canto de entrada.
-También te puede interesar:
- Moniciones para todos los días del ciclo B (2023-2024)
- ¿Qué son las moniciones en las celebraciones litúrgicas?
- La Oración Universal (Oración de los Fieles)
- Taller para lectores o proclamadores de la Palabra
- Cuál es el color y tamaño adecuado para el mantel del altar?
Moniciones a las lecturas
Monición a la primera lectura (Apocalipsis 10, 8-11)
Al comienzo de otra sección del Apocalipsis, hoy leemos un gesto simbólico y muy expresivo, que ya encontramos en el Antiguo Testamento, sobre la Palabra de Dios. Escuchemos.
PRIMERA LECTURA
Lectura del libro del Apocalipsis 10, 8-11
Yo, Juan, oí cómo la voz del cielo que había escuchado antes se puso a hablarme de nuevo, diciendo:
—«Ve a coger el librito abierto de la mano del ángel que está de pie sobre el mar y la tierra».
Me acerqué al ángel y le dije:
—«Dame el librito».
Él me contestó:
—«Cógelo y cómetelo; al paladar será dulce como la miel, pero en el estómago sentirás ardor».
Cogí el librito de mano del ángel y me lo comí; en la boca sabía dulce como la miel, pero, cuando me lo tragué, sentí ardor en el estómago.
Entonces me dijeron:
—«Tienes que profetizar todavía contra muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes».
Palabra de Dios.
Monición al Interleccional (Salmo 118, 14. 24. 72. 103. 111. 131)
En el salmo 118, el creyente que medita desde la sabiduría de Dios se alegra de encontrar en la Palabra su mejor alimento y gozo. Acojamos la Palabra de Dios diciendo todos:
Salmo responsorial: Salmo 118, 14. 24. 72. 103. 111. 131
R. ¡Qué dulce al paladar tu promesa!.
Mi alegría es el camino de tus preceptos,
más que todas las riquezas. R.
Tus preceptos son mi delicia,
tus decretos son mis consejeros. R.
Más estimo yo los preceptos de tu boca
que miles de monedas de oro y plata. R.
¡Qué dulce al paladar tu promesa:
más que miel en la boca! R.
Tus preceptos son mi herencia perpetua,
la alegría de mi corazón. R.
Abro la boca y respiro,
ansiando tus mandamientos. R.
Monición al Evangelio (Lucas 19, 45-48)
Jesús ya está en Jerusalén. Ayer lloró sobre su ciudad, triste por la ruina que se le avecina. Hoy realiza un gesto profético valiente, echando a los vendedores del templo.
EVANGELIO
Lectura del santo evangelio según san Lucas 19, 45-48
En aquel tiempo, entró Jesús en el templo y se puso a echar a los vendedores, diciéndoles:
—«Escrito está: «Mi casa es casa de oración»; pero vosotros la habéis convertido en una «cueva de bandidos»».
Todos los días enseñaba en el templo.
Los sumos sacerdotes, los escribas y los notables del pueblo intentaban quitarlo de en medio; pero se dieron cuenta de que no podían hacer nada, porque el pueblo entero estaba pendiente de sus labios.
Palabra del Señor.
Oración de los fieles
Presidente: A Dios Padre, amante de la vida, confiemos nuestra oración diciendo:
Escucha, Señor, la oración de tu Iglesia.
- Por la Iglesia universal y por los templos eclesiales, lugares de culto y de reunión de los fieles: para que sepamos custodiarlos con respeto, cuidado y devoción, como lugares donde se proclama la Palabra de Dios, se administran los sacramentos, se aprende a crecer como hijos de Dios, se empieza a hacer comunidad, y de donde se parte para dar testimonio. Oremos.
- Por el Santo Padre, los obispos y los sacerdotes: que tengan el coraje de alejar todo lo que desfigura al hombre que es el templo de Dios y, por tanto, el valor más sagrado por defender. Oremos.
- Por los gobernantes y los jefes de las naciones: que protejan la libertad religiosa, para que en todo el mundo sea posible reunirse, sin riesgo, para orar y celebrar la divina liturgia en las iglesias. Oremos.
- Por todos los niños explotados y profanados en su inocente infancia, para que cese inmediatamente todo abuso moral. Oremos.
- Por todos nosotros, para que aprendamos a devolver la sacralidad a los ambientes en los que vivimos, comenzando por los religiosos y hasta aquellos en los que trabajamos, porque nada es profano para quien ve que toda la realidad es habitada por Cristo, el Consagrado de Dios. Oremos.
Presidente: Te bendecimos, Padre omnipotente, porque tienes palabras de bendición para cada uno de nosotros. Haz que podamos custodiar la vida como un bien precioso y sagrado. Por Cristo nuestro Señor. Amén.
Comunión
Que los preceptos del Señor sean siempre la alegría de nuestro corazón y nos muevan a desear recibir su cuerpo y su sangre, alimento que nos da la vida eterna.
->También te puede interesar:
- Moniciones para todos los días del ciclo B (2023-2024)
- ¿Qué son las moniciones en las celebraciones litúrgicas?
- La Oración Universal (Oración de los Fieles)
- Taller para lectores o proclamadores de la Palabra
- Cuál es el color y tamaño adecuado para el mantel del altar?
Fuentes: Caballero, B., La Palabra cada día, Ed San Pablo, Madrid, 1990; Aldazábal, José, Enséñanos tus caminos 6, Centro de Pastoral Litúrgica, Barcelona, 1996; Secretariado Nacional de Liturgia, Comentarios Bíblicos al Leccionario del Tiempo Ordinario; Monjas Agustinas de los Cuatro Santos Coronados, Oración de los Fieles Tiempo Ordinario Ciclo Ferial, Ed San Pablo, Bogotá, Colombia