Monición de Entrada
Buenos días (tardes, noches) queridos hermanos. Es un gusto poder recibirles en la casa de Dios para celebrar juntos la santa misa, en el miércoles de la III semana de Adviento.
Venimos a la casa de Dios porque sabemos que Él es el único que puede salvarnos. Él es el todopoderoso, el creador de la luz y las tinieblas, de la paz y de las tribulaciones. Sólo a Él podemos clamar pidiendo salvación y justicia. Sobre esto nos iluminará la liturgia de hoy.
Confiando nuestra vida en Dios, comencemos la celebración de estos misterios con el canto de entrada. De pie, cantemos todos.
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Moniciones a las lecturas
Primera lectura (Isaías 45, 6b-8. 18. 21b-25)
Los profetas, como lo hace Isaías hoy, intentaban recordar al pueblo la existencia y la actuación de un Dios trascendente y único, lleno de poder y de misericordia a la vez, Señor del cosmos y de la historia. Escuchemos con atención.
PRIMERA LECTURA
Lectura del profeta Isaías 45, 6b-8. 18. 21b-25
«Yo soy el Señor y no hay otro:
artífice de la luz, creador de las tinieblas,
autor de la paz, creador de la desgracia;
yo, el Señor, hago todo esto.
Cielos, destilad el rocío;
nubes, derramad la victoria;
ábrase la tierra y brote la salvación,
y con ella germine la justicia;
yo, el Señor, lo he creado».
Así dice el Señor, creador del cielo
—él es Dios—,
él modeló la tierra,
la fabricó y la afianzó;
no la creó vacía,
sino que la formó habitable:
«Yo soy el Señor, y no hay otro.
No hay otro Dios fuera de mí.
Yo soy un Dios justo y salvador,
y no hay ninguno más.
Volveos hacia mí para salvaros,
confines de la tierra,
pues yo soy Dios, y no hay otro.
Yo juro por mi nombre,
de mi boca sale una sentencia,
una palabra irrevocable:
«Ante mí se doblará toda rodilla,
por mí jurará toda lengua»;
dirán: «Sólo el Señor
tiene la justicia y el poder».
A él vendrán avergonzados
los que se enardecían contra él;
con el Señor triunfará y se gloriará
la estirpe de Israel».
Palabra de Dios.
Salmo responsorial (Salmo 84)
El salmo 84 es la oración de los repatriados de Babilonia, que durante los largos años del destierro habían suspirado por el retorno que ahora Dios les ha concedido. Es uno de los salmos más propios el tiempo de Adviento, pues nos anuncia que «la salvación está ya cerca de sus fieles». Unámonos al salmista diciendo todos:
Salmo responsorial: Salmo 84, 9ab-10. 11-12. 13-14
R. Cielos, destilad el rocío;
nubes, derramad al Justo.
Voy a escuchar lo que dice el Señor:
«Dios anuncia la paz
a su pueblo y a sus amigos».
La salvación está ya cerca de sus fieles,
y la gloria habitará en nuestra tierra. R.
La misericordia y la fidelidad se encuentran,
la justicia y la paz se besan;
la fidelidad brota de la tierra,
y la justicia mira desde el cielo. R.
El Señor nos dará la lluvia,
y nuestra tierra dará su fruto.
La justicia marchará ante él,
la salvación seguirá sus pasos. R.
Evangelio (Lucas 7, 19-23)
El poder salvador de Dios que se manifestaba ya en el A.T., lo veremos hoy en Cristo Jesús, según el Evangelio de San Lucas. Son las obras de Jesús las que demuestran que en Él se cumplen los signos mesiánicos que anunciaban los profetas y que hemos ido escuchando en las semanas anteriores. Preparémonos para la escucha de esta Palabra.
EVANGELIO
Lectura del santo evangelio según san Lucas 7, 19-23
En aquel tiempo, Juan envió a dos de sus discípulos a preguntar al Señor:
—«¿Eres tú el que ha de venir, o tenemos que esperar a otro?».
Los hombres se presentaron a Jesús y le dijeron:
—«Juan, el Bautista nos ha mandado a preguntarte: «¿Eres tú el que ha de venir, o tenemos que esperar a otro?»».
Y en aquella ocasión Jesús curó a muchos de enfermedades, achaques y malos espíritus, y a muchos ciegos les otorgó la vista.
Después contestó a los enviados:
—«Id a anunciar a Juan lo que habéis visto y oído: los ciegos ven, los inválidos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan y a los pobres se les anuncia el Evangelio. Y dichoso el que no se escandalice de mí».
Palabra del Señor.
Oración de los fieles
Presidente: El Señor se deja conocer por cada uno de nosotros y nos pide que vayamos a anunciar la Buena Nueva de su venida. Con el corazón lleno de gratitud, elevemos nuestras súplicas diciendo:
Muéstranos tu rostro, Señor.
- Por la Iglesia, para que, como Jesús, sienta compasión por cada hombre y manifieste con sus obras su presencia entre nosotros. Oremos.
- Por el Santo Padre Francisco, para que con su paternidad y firmeza anuncie al mundo que el Reino de los cielos está cerca, guiando a la Iglesia al encuentro cotidiano con el Señor que viene. Oremos.
- Por aquellos que vacilan en la fe o se niegan a aceptar la salvación que Cristo les ofrece, para el Señor les abra los ojos para que puedan contemplar sus obras y vuelvan a creer con una confianza renovada, especialmente en estos días de preparación para la llegada de Jesús, nuestro salvador. Oremos.
- Por todos nosotros, para que demos testimonio de Cristo con nuestra vida, y que, con el ejemplo y las buenas obras, atraigamos hacia Dios a todos aquellos que se encuentran resentidos con la Iglesia y se han alejado de ella. Oremos.
Presidente: Dios, Padre todopoderoso, que sanas nuestras enfermedades, concédenos el poder reconocerte y acoger en medio de las ocupaciones de cada día y atiende nuestras oraciones. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Presentación de las Ofrendas
Ahora presentemos al señor las ofrendas del vino y el pan. También nuestra ofrenda económica, signo de gratitud por todos los bienes recibidos. Cantemos todos.
Comunión
En el Padrenuestro hemos pedido al Señor que venga a nosotros su Reino. Cristo viene a cada instante a nosotros, a nuestro encuentro, especialmente en la Eucaristía. Acerquémonos a recibirle cantando.
Final
Hermanos, hemos avanzado ya casi tres semanas en este tiempo de Adviento. La preparación continúa y sabemos muy bien que el programa mesiánico está inconcluso, que es nuestra tarea continuarlo. Por eso retornamos a nuestros hogares con la alegría de ser mensajeros de Dios, primero con nuestra vida, luego con la Palabra que transforma hasta los corazones más duros.
Les esperamos al día de mañana.
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Fuentes: Aldazábal, J. Enséñanos tus Caminos 1. Adviento y Navidad día tras día, Centro de Pastoral Litúrgica, Barcelona; Monjas Agustinas de los Cuatro Santos Coronados, Oración de los Fieles Tiempo de Adviento y Navidad, Ed San Pablo, Bogotá, Colombia; Farnés Sherer, Pedro, Moniciones y Oraciones Sálmicas, Ed. Regina, Mallorca, 1978.