Monición de entrada
Para el martes 25 de abril de 2023, ver moniciones y lecturas de la Fiesta de San Marcos, evangelista.
Queridos hermanos, en el martes de la tercera semana de Pascua, nos da mucho gusto tenerles aquí, en la casa de Dios, para celebrar la santa misa.
Cristo es el Pan de vida bajado del cielo. Pan que da la vida eterna y hoy nos alimentaremos con Él. Por eso estamos felices y comenzamos cantando con alegría el canto de entrada, para dar inicio a esta celebración litúrgica. De pie, por favor.
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Moniciones a las lecturas
Para el martes 25 de abril de 2023, ver moniciones y lecturas de la Fiesta de San Marcos, evangelista.
Monición a la primera lectura (Hechos de los apóstoles 7, 51—8, 1a)
Esteban, el protagonista de la lectura de ayer, lo sigue siendo hoy, esta vez en su testimonio final del martirio. Escuchemos cómo nos describe el libro de los Hechos la valentía con que este mártir ofrendó su vida por Jesús.
PRIMERA LECTURA
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 7, 51—8, 1a
En aquellos días, Esteban decía al pueblo, a los ancianos y a los escribas:
—«¡Duros de cerviz, incircuncisos de corazón y de oídos! Siempre resistís al Espíritu Santo, lo mismo que vuestros padres. ¿Hubo un profeta que vuestros padres no persiguieran? Ellos mataron a los que anunciaban la venida del Justo, y ahora vosotros lo habéis traicionado y asesinado; recibisteis la Ley por mediación de ángeles, y no la habéis observado».
Oyendo estas palabras, se recomían por dentro y rechinaban los dientes de rabia. Esteban, lleno de Espíritu Santo, fijó la mirada en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús de pie a la derecha de Dios, y dijo:
—«Veo el cielo abierto y al Hijo del hombre de pie a la derecha de Dios».
Dando un grito estentóreo, se taparon los oídos; y, como un solo hombre, se abalanzaron sobre él, lo empujaron fuera de la ciudad y se pusieron a apedrearlo. Los testigos, dejando sus capas a los pies de un joven llamado Saulo, se pusieron también a apedrear a Esteban, que repetía esta invocación:
—«Señor Jesús, recibe mi espíritu».
Luego, cayendo de rodillas, lanzó un grito:
—«Señor, no les tengas en cuenta este pecado».
Y, con estas palabras, expiró.
Saulo aprobaba la ejecución.
Palabra de Dios.
Monición al salmo responsorial (Salmo 30)
Con el salmo 30, continuamos la oración de Esteban, de la primera lectura, diciendo todos:
Salmo responsorial: Salmo 30, 3cd-4. 6ab y 7b y 8a. 17 y 21ab
R. A tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.
Sé la roca de mi refugio,
un baluarte donde me salve,
tú que eres mi roca y mi baluarte;
por tu nombre dirígeme y guíame. R.
A tus manos encomiendo mi espíritu:
tú, el Dios leal, me librarás;
yo confío en el Señor.
Tu misericordia sea mi gozo y mi alegría. R.
Haz brillar tu rostro sobre tu siervo,
sálvame por tu misericordia.
En el asilo de tu presencia los escondes
de las conjuras humanas. R.
Monición al Evangelio (Juan 6, 30-35)
Continuando con el discurso eucarístico del capítulo 6 del Evangelio de San Juan, el texto de hoy establece un paralelismo entre Moisés y Jesús, entre el pan que no sacia y el pan que da vida eterna, entre el pan con minúscula y el Pan con mayúscula. Preparémonos cantando el aleluya para escuchar este mensaje.
EVANGELIO
Lectura del santo evangelio según san Juan 6, 30-35
En aquel tiempo, dijo la gente a Jesús:
—«¿Y qué signo vemos que haces tú, para que creamos en ti? ¿Cuál es tu obra? Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: «Les dio a comer pan del cielo»».
Jesús les replicó:
—«Os aseguro que no fue Moisés quien os dio pan del cielo, sino que es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo. Porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da vida al mundo».
Entonces le dijeron:
—«Señor, danos siempre de este pan».
Jesús les contestó:
—«Yo soy el pan de la vida. El que viene a mí no pasará hambre, y el que cree en mí nunca pasará sed».
Palabra del Señor.
Oración de los fieles
Presidente: Invoquemos a Dios Padre, fuente de todo bien, y a Él dirijamos con confianza nuestras súplicas diciendo:
Haz que tengamos hambre y sed de ti, Señor.
- Por todos los que formamos parte de la Iglesia, para que veamo en Jesucristo la respuesta del Padre a nuestra oración «Danos hoy nuestro pan de cada día», y vivamos con asombro y gratitud el don de la de la Eucaristía. Oremos.
- Por el Papa, los obispos, los sacerdotes y los religiosos, para que trasmitan a la grey que ha sido confiada a sus cuidados pastorales un amor grande a la celebración eucarística, que no debe ser vivida de modo superficial, sino como el sacramento de la salvación capaz de trasformar concretamente la vida. Oremos.
- Por los gobernantes de las naciones, para que luchen conjuntamente para erradicar el hambre y la pobreza en el mundo. Oremos.
- Por los oprimidos y los perseguidos, para que el «pan del cielo» lleve paz a la vida de aquellos que escogen el perdón como respuesta a la violencia que han sufrido. Oremos.
- Por esta comunida reunida en torno al banquete pascual, para que siempre busquemos el Pan que da la vida y no pretendamos saciar nuestra hambre con las opiones que nos da el mundo. Oremos.
Presidente: Te alabamos, Padre bueno, porque has ayudado a tu pueblo en camino con el maná bajado del cielo que dura para siempre: tu Hijo Jesús. Él vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
Presentación de las Ofrendas
Como Esteban ofrendó su vida por Jesús, llevemos ahora al altar nuestros dones de pan y vio y ofrezcamos nuestra vida a Dios, para que en nosotros se haga su voluntad.
Comunión.
«Yo soy el pan de la vida. El que viene a mí no pasará hambre», ha afirmado Jesús en el Evangelio de hoy. Con seguridad, vayamos a comer del pan de que de la vida.
Final
Queridos hermanos, al finalizar esta santa misa nos vamos con la misión de conducir a todos los que podamos, con nuestro ejemplo y testimonio, a la fe en Cristo y a la Eucaristía, Pan que baja del cielo y da vida al mundo.
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Fuentes: Caballero, B., La Palabra cada día, Ed San Pablo, Madrid, 1990; Aldazábal, José, Enséñanos tus caminos 3 La Pascua día tras día, Centro de Pastoral Litúrgica, Barcelona, 1999; Monjas Agustinas de los Cuatro Santos Coronados, Oración de los Fieles Tiempo de Cuaresma y Pascua, Ed San Pablo, Bogotá, Colombia.
