Monición de entrada
Buenos días (tardes, noches) amados hermanos. Reunirnos para compartir el banquete eucarístico es nuestra mayor satisfacción de todos los días. Por eso nos alegra tenerles con nosotros para la celebración de hoy. Sean todos bienvenidos.
Sabiendo que Jesús es nuestro modelo de oración, hoy nos acercamos a Él para pedirle que nos enseñe a orar.
Comencemos esta santa misa, entonando todos el canto de entrada.
También te puede interesar:
- Moniciones para todos los días del ciclo B (2023-2024)
- ¿Qué son las moniciones en las celebraciones litúrgicas?
- La Oración Universal (Oración de los Fieles)
- Taller para lectores o proclamadores de la Palabra
- Cuál es el color y tamaño adecuado para el mantel del altar?
Moniciones a las lecturas
Monición a la primera lectura (Gálatas 2, 1-2. 7-14)
Para defender la legitimidad del evangelio que ha predicado a los Gálatas, san Pablo sigue contando el itinerario de su conversión personal, desde el judaísmo a la fe cristiana y al ministerio apostólico. Escuchemos.
PRIMERA LECTURA
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Gálatas 2, 1-2. 7-14
Hermanos:
Transcurridos catorce años, subí otra vez a Jerusalén en compañía de Bernabé, llevando también a Tito.
Subí por una revelación.
Les expuse el Evangelio que predico a los gentiles, aunque en privado, a los más representativos, por si acaso mis afanes de entonces o de antes eran vanos.
Al contrario, vieron que Dios me ha encargado de anunciar el Evangelio a los gentiles, como a Pedro de anunciarlo a los judíos; el mismo que capacita a Pedro para su misión entre los judíos me capacita a mí para la mía entre los gentiles.
Reconociendo, pues, el don que he recibido, Santiago, Pedro y Juan, considerados como columnas, nos dieron la mano a Bernabé y a mí en señal de solidaridad, de acuerdo en que nosotros fuéramos a los gentiles y ellos a los judíos.
Una sola cosa nos pidieron: que nos acordáramos de sus pobres, y esto lo he tomado muy a pecho.
Pero cuando Pedro llegó a Antioquía, tuve que encararme con él, porque era reprensible.
Antes de que llegaran ciertos individuos de parte de Santiago, comía con los gentiles; pero cuando llegaron aquellos, se retrajo y se puso aparte, temiendo a los partidarios de la circuncisión.
Los demás judíos lo imitaron en esta simulación, tanto que el mismo Bernabé se vio arrastrado con ellos a la simulación.
Ahora que, cuando yo vi que su conducta no cuadraba con la verdad del Evangelio, le dije a Pedro delante de todos:
—«Si tú, siendo judío, vives a lo gentil y no a lo judío, ¿cómo fuerzas a los gentiles a las prácticas judías?».
Palabra de Dios.
Monición al salmo responsorial (Salmo 116)
El Evangelio de Dios tiene un destino universal. La proclamación de los mensajeros ha de llegar a toda la tierra. La vocación misionera de san Pablo nos hace pensar en el mandato de Jesucristo, cuyo universalismo cantamos con el salmo 116. Respondemos todos
Salmo responsorial: Salmo 116, 1. 2
R. Id al mundo entero y proclamad el Evangelio.
Alabad al Señor, todas las naciones,
aclamadlo, todos los pueblos. R.
Firme es su misericordia con nosotros,
su fidelidad dura por siempre. R.
Monición al Evangelio (Lucas 11, 1-4)
En el camino de Jesús a Jerusalén, también se va describiendo el camino de sus seguidores en su vida de fe. Si ayer era la escucha de la palabra de Dios lo que recomendaba Jesús, hoy nos enseña la importancia de la oración. Cantando el aleluya preparémonos para recibir esta lección.
EVANGELIO
Lectura del santo evangelio según san Lucas 11, 1-4
Una vez que estaba Jesús orando en cierto lugar, cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo:
—«Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos».
Él les dijo:
—«Cuando oréis decid: «Padre, santificado sea tu nombre, venga tu reino, danos cada día nuestro pan del mañana, perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todo el que nos debe algo, y no nos dejes caer en la tentación»».
Palabra del Señor.
Oración de los fieles
Presidente: Al Señor, que nos enseña a orar, abramos nuestro corazón en la serena certeza de que nos ama y conoce nuestras necesidades. Digamos juntos:
Señor, enséñanos a orar.
- Por el Santo Padre Francisco, los cardenales, los obispos y todos los pastores de la Iglesia. Para que en la jerarquía eclesial haya plena colaboración y obediencia, como era en un principio entre los apóstoles y los fieles de Jerusalén. Oremos.
- Por los que trabajan en tierra de misión, lejos de sus países, entre dificultades e incomodidades. Que siempre sean impulsados por la fuerza del Evangelio y del ardor misionero, deseosas, como Pablo, de difundir entre todas las gentes la Buena Noticia, Oremos.
- Por todos los bautizados: para que en su adhesión al Evangelio consideren siempre esencial la oración, fuente de toda actividad y servicio. Oremos.
- Por la familia, pequeña Iglesia doméstica: para que vuelva a ser el lugar donde los niños aprenden a conocer Dios, a orar, a perdonar, a vivir en paz. Oremos.
- Por los pueblos que no tienen el pan cotidiano: Que en los países ricos crezca la sensibilidad frente a esta emergencia y se desarrolle una economía que sepa distribuir equitativamente los recursos de la tierra. Oremos.
Presidente: Padre nuestro, nos dirigimos a Ti con las palabras que tu Hijo Jesús nos ha enseñado. Dirige tu mirada sobre las miserias de la humanidad y ven e nuestra ayuda. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.
También te puede interesar:
- Moniciones para todos los días del ciclo B (2023-2024)
- ¿Qué son las moniciones en las celebraciones litúrgicas?
- La Oración Universal (Oración de los Fieles)
- Taller para lectores o proclamadores de la Palabra
- Cuál es el color y tamaño adecuado para el mantel del altar?
Fuentes: Caballero, B., La Palabra cada día, Ed San Pablo, Madrid, 1990; Aldazábal, José, Enséñanos tus caminos 6, Centro de Pastoral Litúrgica, Barcelona, 1996; Secretariado Nacional de Liturgia, Comentarios Bíblicos al Leccionario del Tiempo Ordinario; Monjas Agustinas de los Cuatro Santos Coronados, Oración de los Fieles Tiempo Ordinario Ciclo Ferial, Ed San Pablo, Bogotá, Colombia