Monición de Entrada
Buenos días (tardes, noches) queridos hermanos. En el martes de la primera semana del tiempo ordinario, nos da mucha alegría darles la bienvenida a la casa de Dios para la celebración eucarística.
Después de haber elegido a sus primero discípulos, Jesús comienza a predicar, y lo hace con autoridad.
Con el deseo de escuchar a Jesús, iniciemos esta celebración cantando todos,.
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Moniciones a las lecturas
Monición a la primera lectura (Hebreos 2, 5-12)
Seguimos con la lectura de la carta a los Hebreos, que, en el texto de hoy, nos hace una exposición sobre las relaciones que existen entre Jesús, mediador de la nueva revelación, y los ángeles, mediadores de revelaciones precedentes. Escuchemos con atención.
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PRIMERA LECTURA
Lectura de la carta a los Hebreos 2, 5-12
Hermanos: Dios no sometió a los ángeles el mundo venidero, del que estamos hablando; de ello dan fe estas palabras:
«¿Qué es el hombre, para que te acuerdes de él,
o el hijo del hombre, para que mires por él?
Lo hiciste poco inferior a los ángeles,
lo coronaste de gloria y dignidad,
todo lo sometiste bajo sus pies».
En efecto, puesto a someterle todo, nada dejó fuera de su dominio.
Pero ahora no vemos todavía que todo le esté sometido.
Al que Dios había hecho un poco inferior a los ángeles, a Jesús, lo vemos ahora coronado de gloria y honor por su pasión y muerte.
Así, por la gracia de Dios, ha padecido la muerte para bien de todos.
Dios, para quien y por quien existe todo, juzgó conveniente, para llevar a una multitud de hijos a la gloria, perfeccionar y consagrar con sufrimientos al guía de su salvación. El santificador y los santificados proceden todos del mismo.
Por eso no se avergüenza de llamarlos hermanos, cuando dice:
«Anunciaré tu nombre a mis hermanos,
en medio de la asamblea te alabaré».
Palabra de Dios.
Monición al salmo responsorial (Salmo 8)
Con el salmo 8, que es un himno al Dios creador, cantemos la grandeza de Dios diciendo todos:
Salmo responsorial: Salmo 8, 2 a y 5. 6-7. 8-9
R. Diste a tu Hijo el mando sobre las obras de tus manos.
¡Señor, dueño nuestro,
qué admirable es tu nombre
en toda la tierra!
¿Qué es el hombre, para que te acuerdes de él,
el ser humano, para darle poder? R.
Lo hiciste poco inferior a los ángeles,
lo coronaste de gloria y dignidad,
le diste el mando sobre las obras de tus manos. R.
Todo lo sometiste bajo sus pies:
rebaños de ovejas y toros,
y hasta las bestias del campo,
las aves del cielo, los peces del mar,
que trazan sendas por el mar. R.
Monición al Evangelio (Marcos 1, 21-28)
El Evangelio de San Marcos nos habla sobre la impresión que causa Jesús sobre sus oyentes por su forma de predicar. Impresión que aumenta más por el inmediato encuentro de Jesús con un poseso, en el que deja una clara revelación de su poder sobre el mal.
EVANGELIO
Lectura del santo evangelio según san Marcos 1, 21-28
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos entraron en Cafarnaún, y cuando el sábado siguiente fue a la sinagoga a enseñar, se quedaron asombrados de su doctrina, porque no enseñaba como los escribas, sino con autoridad.
Estaba precisamente en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu inmundo, y se puso a gritar:
—«¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios».
Jesús lo increpó:
—«Cállate y sal de él».
El espíritu inmundo lo retorció y, dando un grito muy fuerte, salió. Todos se preguntaron estupefactos:
—«¿Qué es esto? Este enseñar con autoridad es nuevo. Hasta a los espíritus inmundos les manda y le obedecen».
Su fama se extendió en seguida por todas partes, alcanzando la comarca entera de Galilea.
Palabra del Señor.
Oración de los fieles
Presidente: A Jesús que, «coronado de gloria… nos llama a todos hermanos», elevemos confiados nuestras oraciones diciendo todos:
Señor de la gloria, escucha nuestra oración.
- Por todos los bautizados, pueblo de Dios llamado a la santidad, para que anunciemos en todo lugar, con franqueza y entusiasmo, el Evangelio de la alegría. Oremos.
- Por todos los sacerdotes que el Señor llama a la difícil misión de ser exorcistas, para que, sostenidos por la oración de la Iglesia, sepan ser siempre valientes y estén dispuestos a discernir y combatir contra el mal, fortalecidos por la presencia de Dios que los acompaña y los sostiene. Oremos.
- Por quienes rigen los destinos de las naciones, para que lo hagan con entrega total y sin egoísmos, buscando siempre el bien común de todos. Oremos.
- Por las familias con hijos gravemente enfermos, para que ante el misterio del sufrimiento de los inocentes no se cierren a la esperanza y a la fe en el amor de Dios Padre, y encuentren hermanos que, con afecto y solidaridad se pongan junto a su sufrimiento y les auxilien en lo que esté a su alcance.. Oremos.
- Por todos nosotros, para que no solo nos dejemos asombrar por la Palabra de Dios, sino que la llevemos a la práctica. Oremos.
Presidente: Oh Dios que has acogido las oraciones de tus hijos, por las llagas de Jesús y por su abandono confiado a tu voluntad, te pedimos también la gracia de glorificar tu nombre todos los días de nuestra vida. Te lo pedimos por Cristo, nuestro Señor. Amén.
Presentación de las Ofrendas
Llevemos ahora al altar las ofrendas de pan y vino. También ofrecemos al Señor nuestra ofrenda económica. Cantemos todos.
Comunión
En nuestro camino hacia la patria celestial no estamos solos. Jesús es el alimento que nos fortalece y hoy podemos recibirle. Acerquémonos a comulgar cantando.
Final
Queridos hermanos, Jesús nos ha sorprendido hoy con su poder y la autoridad con la que nos ha predicado su Palabra. Que esa emoción nos lleve a poner en práctica lo que hemos escuchado.
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Fuentes: Kuss, Otto, Carta a los Hebreos, Herder, Barcelona, 1977; Schmid, Josef, El Evangelio Según San Marcos, Herder, Barcelona, 1967; Monjas Agustinas de los Cuatro Santos Coronados, Oración de los Fieles Tiempo Ordinario Ciclo Ferial, Ed San Pablo, Bogotá, Colombia; Farnés Sherer, Pedro, Moniciones y Oraciones Sálmicas, Ed. Regina, Mallorca, 1978.